La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado este miércoles en Ginebra de “tragedia” la muerte de miles de residentes en centros para mayores ocurrido en países como España. “Lo que hemos visto en Europa y América del Norte ha sido una serie muy intensa de brotes dentro de instalaciones para personas mayores. Ha sido algo devastador", ha lamentado el director de emergencias del organismo, Michael Ryan.
La OMS alerta de que "estos eventos pueden volver a suceder en el futuro mientras siga circulando el virus” y ha instado a los países a trabajar para convertir a estos centros en un entorno “humano, confortable, pero también seguro”. Ryan ha admitido que conseguir las tres cosas a la vez puede ser algo “difícil de gestionar”, pero se ha mostrado confiado en que “es posible” encontrar la forma que permita “proteger a los mayores” mientras se pone coto al “enorme riesgo de que el virus entre en las residencias”.
“Hay muchas personas que viven en estas instalaciones. Han tenido que sufrir mucho porque se han tenido que aislar. Pero son las personas más sabias de nuestra sociedad, las más valiosas, y no las podemos dejar fuera de nuestras comunidades porque eso es lo que nos hace humanos”, ha seguido el director de emergencias de la OMS. La formación adecuada para el personal que trabaja en residencias, más medios de protección y soluciones arquitectónicas que permitan una mejor atención con un menor riesgo serían la base sobre la que los países deberían trabajar en los próximos meses, según la OMS.
Este posicionamiento del organismo sobre esta cuestión llega cuando en España el Gobierno aún no ha ofrecido datos oficiales de los fallecidos en residencias de mayores y equipamientos sociosanitarios. EL PAÍS publicó el pasado domingo un recuento propio, hecho en base a los datos de comunidades autónomas, que sostiene que ya son más de 13.500 las personas fallecidas en estos centros. Madrid, con 5.700 fallecidos, es la comunidad más golpeada, seguida de Cataluña y Castilla y León, con unas 2.000 muertes cada una.
El Ministerio de Sanidad recibió a finales de la semana pasada las cifras solicitadas a las comunidades, aunque el departamento dirigido por Salvador Illa aún no las ha hecho públicas. “Los datos están siendo analizados por los técnicos expertos y se darán a conocer a la menor brevedad posible”, afirmó el ministro el pasado viernes. Un portavoz de Sanidad ha asegurado este miércoles que los números están siendo “actualizados”.
“Nos queda aún un largo camino. El virus nos va a acompañar durante mucho tiempo” Una parte de las dificultades para obtener una cifra fiable se explica porque muchas personas fallecieron sin que les fueran realizadas las pruebas diagnósticas, un problema que algunas comunidades tratan de solventar publicando datos de personas fallecidas con “síntomas compatibles” con el coronavirus. Otra razón es que una parte de los enfermos fueron trasladados a hospitales antes de fallecer, mientras otras no y fallecieron en estos centros.
En todo caso, la mayoría de estos fallecidos no figura en los registros oficiales que diariamente ofrece Sanidad sobre el impacto de la epidemia en España. Sobre la flexibilización de las medidas de confinamiento emprendida por varios países, la directora técnica de la OMS, Maria Van Kerkhove, ha insistido en que “no existe una única solución para todos”. “Lo que tienen que hacer es evaluar la situación en su propio país” para determinar “qué se puede relajar, dónde y cuándo”. Para ello, lo más importante es adoptar las medidas que permitan saber “dónde está el virus, en qué grado se ha transmitido y si está controlado”, ha seguido Van Kerkhove. “Si hay un repunte, y en muchos países estamos viendo que los que consiguieron controlar el virus sí registran repuntes, esto se debe a que una gran parte de la población sigue siendo susceptible al virus”, ha explicado la directora técnica de la OMS sin concretar a qué países se refería. Pese a que los responsables del organismo se han congratulado de que algunos países en Europa Occidental han logrado “estabilizar” el impacto del virus e incluso reducir su incidencia, ha alertado de que la pandemia aún está en una fase inicial y expandiéndose en la mayor parte del mundo, concretamente en Europa Oriental, África y la mayor parte de América.
“Nos queda aún un largo camino. El virus nos va a acompañar durante mucho tiempo”, ha alertado el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Para la OMS, sin embargo, la estrategia para hacer frente al virus no ha cambiado: identificar nuevos casos sospechosos, realizarles pruebas, aislarlos si dan positivo y rastrear entre sus contactos para detectar nuevos casos sospechosos, en una especie de bucle que debe repetirse una y otra vez hasta conseguir poner coto al avance de la epidemia.
“Nos queda aún un largo camino. El virus nos va a acompañar durante mucho tiempo” Una parte de las dificultades para obtener una cifra fiable se explica porque muchas personas fallecieron sin que les fueran realizadas las pruebas diagnósticas, un problema que algunas comunidades tratan de solventar publicando datos de personas fallecidas con “síntomas compatibles” con el coronavirus. Otra razón es que una parte de los enfermos fueron trasladados a hospitales antes de fallecer, mientras otras no y fallecieron en estos centros.
En todo caso, la mayoría de estos fallecidos no figura en los registros oficiales que diariamente ofrece Sanidad sobre el impacto de la epidemia en España. Sobre la flexibilización de las medidas de confinamiento emprendida por varios países, la directora técnica de la OMS, Maria Van Kerkhove, ha insistido en que “no existe una única solución para todos”. “Lo que tienen que hacer es evaluar la situación en su propio país” para determinar “qué se puede relajar, dónde y cuándo”. Para ello, lo más importante es adoptar las medidas que permitan saber “dónde está el virus, en qué grado se ha transmitido y si está controlado”, ha seguido Van Kerkhove. “Si hay un repunte, y en muchos países estamos viendo que los que consiguieron controlar el virus sí registran repuntes, esto se debe a que una gran parte de la población sigue siendo susceptible al virus”, ha explicado la directora técnica de la OMS sin concretar a qué países se refería. Pese a que los responsables del organismo se han congratulado de que algunos países en Europa Occidental han logrado “estabilizar” el impacto del virus e incluso reducir su incidencia, ha alertado de que la pandemia aún está en una fase inicial y expandiéndose en la mayor parte del mundo, concretamente en Europa Oriental, África y la mayor parte de América.
“Nos queda aún un largo camino. El virus nos va a acompañar durante mucho tiempo”, ha alertado el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Para la OMS, sin embargo, la estrategia para hacer frente al virus no ha cambiado: identificar nuevos casos sospechosos, realizarles pruebas, aislarlos si dan positivo y rastrear entre sus contactos para detectar nuevos casos sospechosos, en una especie de bucle que debe repetirse una y otra vez hasta conseguir poner coto al avance de la epidemia.
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