miércoles, 30 de septiembre de 2009

MUCHO BLA, BLA, BLA ECOLÓGICO


La Asamblea General de las Naciones Unidas del año 2009 tiene como tema central el “calentamiento global”. Los representantes de los 192 países que la conforman, expondrán, entre otros temas, sus opiniones sobre los problemas del desequilibrio de los sistemas naturales en todo el mundo, los cuales en los últimos 50 años han recibido un impacto degradable como en ningún otro momento de la historia. Frente a tan angustiante problema, surge la propuesta, “Sólo en el socialismo está la salvación del planeta.” ¿Hasta dónde este discurso es la solución? ¿Hasta dónde este discurso no es una mentira piadosa?

En uno u otro sistema económico (socialismo, capitalismo), la presión sobre los Recursos Naturales Difícilmente Renovables es idéntica. En el capitalismo, para satisfacer la avaricia y la opulencia de una minoría ahíta. En el socialismo, para satisfacer las necesidades elementales de las mayorías nacionales. Sea cual fuere el propósito: acumulación de riqueza, por parte del capitalista o satisfacción de las necesidades de las mayorías nacionales, la presión sobre los Recursos Naturales Difícilmente Renovables es igual. El propósito no desvirtúa el daño, no amortigua la degradación del equilibrio natural, no impide el agotamiento de los Recursos por la permanente actividad extractiva.

Decir que el capitalismo en su desaforado afán de enriquecimiento individualista, ha introducido prácticas productivas, patrones de vida y de consumo, que han colocado en riesgo al planeta y por tanto produce un desarrollo insostenible para la vida misma, es un discurso cierto, no hay la menor duda, pero carece de sentido, cuando a dicho discurso se contrapone el socialismo como solución, por cuanto en los intentos socialistas habidos en el siglo XX, el deterioro ambiental ha sido exactamente igual: crecimiento demográfico y mayor presión sobre los recursos naturales. Carlos Marx decía, “el socialismo no es la antítesis del egoísmo”


La realidad del daño ecológico quedó a la vista en la Unión Soviética (lago Aral, Chernobil, etc.) y continúa mostrándose en China, donde el desarrollo industrial, minero, agropecuario, urbanístico, comete los mismos crímenes contra la naturaleza. El grado de contaminación atmosférica quedó en evidencia en las recientes olimpíadas de Pekín. ¿Y qué decir de la Revolución Bolivariana que en los últimos diez años saltó la talanquera de las barreras ecológicas? En Venezuela los daños causados en regiones protectoras de suelos y aguas, en los últimos diez años, son gravísimos.

El desarrollo en Rusia y China tanto en el capitalismo, como, en los intentos de socialismo habidos, es exactamente igual en cuanto al problema ecológico se refiere. En el caso de Venezuela y su incipiente socialismo, basta ver los planes desarrollistas de la Revolución Bolivariana: crecimiento demográfico, industrialización, explotación y extenuación de los recursos naturales, contaminación ¿Cómo hablar de ecología en un país de grandes reservas de petróleo, si los hidrocarburos son uno de los factores de mayor incidencia en el calentamiento global? ¡Paradójico! “Habría que empezar por ahí”, decía el doctor Pérez Alfonso que, renunció a ser petrolero y pasó a ser conservacionista.

La solución al calentamiento global está en aplicarle “límites del crecimiento”, tesis planteada hace 50 años por el Club de Roma en atención a estudios científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), al cual pertenece Noam Chomsky. Si hace 50 años no se hubiera impuesto la soberbia tanto del capitalismo como del socialismo, hoy no tendríamos las amenazas nefastas e irreversibles del “calentamiento global”. Si el socialismo adopta “los límites del crecimiento” como proyecto de desarrollo, sin duda, tendría mayores posibilidades de coadyuvar a la salvación del planeta. Para comenzar: control de la natalidad y reducir el consumismo. Hay que sincerar el bla, bla, bla ecológico

jueves, 24 de septiembre de 2009

LA PALMA ACEITERA UN GRAN NEGOCIO?


Perú y Brasil desde hace ya varios años se han lanzado a la conquista, para el capital transnacional, de las tierras de las comunidades campesinas y nativas, de la Amazonía.

Nuestro patrimonio cultural e histórico se convierte en instrumento al servicio de la acumulación de ganancias de capital a las transnacionales.


La deforestación de la Amazonía ya se extiende a 28 millones de hectáreas, ha desaparecido el 26% de la totalidad de la selva Amazónica y cada día se pierden otras 7.000 hectáreas de bosque una superficie de 10 por 7 kilómetros.


Entre los cultivos de más rápida expansión figura la palma aceitera y la soja, plantados principalmente como monocultivos en gran escala destinados a la exportación. A nivel mundial, el área de palma aceitera aumentó en un 43% (10,7 millones de hectáreas) y el área de soja en un 26% (77,1 millones de hectáreas) durante el período 2005-2007. Las políticas gubernamentales están facilitado esta expansión que ha ocurrido principalmente en Ecuador (150.000 hás), Colombia (130.000 hás) Honduras (50.000 hás), Argentina (40.000 hás), Brasil (39.000), Perú (33.000), Venezuela (30.000), Costa Rica (30.000), Uruguay (20.000 hás) Guatemala (15.000), República Dominicana (9.000), Nicaragua (4.000), México (4.000), así como Panamá, Surinam, Guyana y Bolivia. Es que, al igual que en el caso de los monocultivos forestales de pinos y eucaliptos, el problema no es el árbol, sino el modelo en el que se lo implanta.

El impacto más directo de este proceso ha sido la deforestación de millones de hectáreas de bosque tropical y la pérdida de vastas áreas de bosques para dar lugar a las plantaciones de palma aceitera y soja. Los plaguicidas y herbicidas inherentes a estos monocultivos terminan de exterminar los últimos vestigios de biodiversidad capaz de coexistir con las plantaciones y disminuyen significativamente la posibilidad de restauración del hábitat. Las compañías de palma aceitera y soja han estado relacionadas con incendios devastadores en los bosques, que han destruido millones de hectáreas de bosque y otros tipos de vegetación.


La palma aceitera es originaria de África Central, donde su cultivo como producto básico es central para el sustento de millones de pequeños agricultores. Pero en cualquier otra parte del mundo se ha transformado en un gran negocio, y es cultivada principalmente en plantaciones de gran escala. El aceite de palma es un aceite vegetal derivado de la palma aceitera. Su consumo a nivel mundial es segundo entre los aceites comestibles (detrás del de soja), y tiene una gran variedad de usos desde champú a papas fritas, pasando por comidas congeladas y cosméticos.


Durante las últimas décadas, el cultivo de la palma aceitera se ha venido expandiendo en forma acelerada en un número creciente de países de Latinoamérica. Este cultivo genera enormes ganancias para algunas grandes empresas transnacionales, pero estas plantaciones provocan grandes impactos ambientales y sociales negativos: disminución del rendimiento hídrico, modificación de la estructura y la composición de los suelos, alteración de la abundancia y riqueza de la flora y la fauna, usurpación de los bosques ocupados por pueblos indígenas, expulsión de campesinos e indígenas de sus tierras y pérdida de sus medios de vida. A pesar de ello, un número de actores nacionales e internacionales continúan promoviendo activamente este cultivo, bajo un trasfondo de creciente oposición a nivel local.

Es de destacar que en casi todos los casos los monocultivos industriales de palma aceitera se instalan en áreas boscosas. Detrás de los gigantescos incendios que para las empresas plantadoras de palma, es más barato "limpiar" el área a ser plantada mediante el uso del fuego. Pero detrás de toda plantación industrial de palma aceitera hay un proceso de gran deforestación.

Esos bosques tropicales eliminados por este cultivo son a su vez el hábitat de una enorme biodiversidad. Estudios han demostrado que el 80-100% de las especies de la fauna que habitan en la amazonia y en los bosques tropicales no pueden sobrevivir en monocultivos de palma.


El principal "beneficio" sobre el que insisten los defensores del cultivo de la palma aceitera es la generación de empleos en el sector (plantación, mantenimiento y cosecha), pese a que en la mayor parte de los casos sólo se trata de empleos temporales. Los trabajadores de las plantaciones industriales sufren los mismos problemas que los demás trabajadores agrícolas, salarios extremadamente bajos y malas condiciones de trabajo.


Gran parte de esas plantaciones se están instalando en territorios tradicionales indígenas, privando a las poblaciones locales de sus medios de vida y de sus recursos vitales. Se le otorga permisos a empresas plantadoras de palma aceitera en tierras que las poblaciones locales utilizan para sus cultivos, tales como arroz, árboles frutales, hortalizas, pimienta, etc., que constituyen la base de su alimentación. A ello se suma el hecho de que la destrucción de la selva implica la desaparición de una amplia gama de productos utilizados tradicionalmente por la población local. Privados de sus recursos, los pobladores locales son paulatinamente forzados a ceder todos sus derechos sobre las tierras y a convertirse en asalariados de las empresas, ocupando puestos de trabajo zafrales, con bajos salarios y con malas condiciones laborales.

Pese a todos los impactos constatados, el cultivo de palma aceitera continúa expandiéndose en más y más países. La razón que explica esta aparente sin razón, es que, en primer lugar, constituye una inversión muy rentable para el sector empresarial nacional e internacional. La rentabilidad surge de la combinación de mano de obra barata, tierra a bajo precio, inexistencia de controles laborales y ambientales efectivos, disponibilidad de financiamiento y apoyos, el corto período que media entre la plantación y el inicio de la cosecha y un mercado en expansión, en particular en los países del Norte. En este último, cabe señalar que el aceite de palma es el aceite vegetal más comercializado del mundo, ocupando un 56% del comercio global de todos los oleaginosos. A ello se suma el hecho de que se trata de un cultivo orientado a la exportación.

domingo, 13 de septiembre de 2009

¿ORO AZUL?


Esta introducción lo hacemos con la finalidad de hacer conocer a todos nuestros amigos lo importante que es el AGUA, como sugerimos con nuestro título, tengamos en consideración que este recurso tiene una relación importante con la seguridad Nacional y Regional toda vez que países vecinos en nuestra región carecen de este recurso el mismo que puede ser en el futuro motivo de desestabilización especialmente para nuestro País. En el siguiente artículo presentaremos un tema relacionado con la Seguridad-Defensa: ¨EL AGUA, UN NUEVO MOTIVO IMPORTANTE EN LA SEGURIDAD Y DEFENSA REGIONAL¨

El agua. Es conocido que los seres vivos estamos compuestos mayoritariamente de agua, proporción que alcanza en algunas especies el 90% y en cualquier caso, la disponibilidad del preciado líquido es una condición indispensable para el sostén de los procesos vitales. Sin embargo, "el derecho humano al agua" no ha podido proclamarse aún como un consenso internacional, entorpecido por las tendencias privatizadoras de un líquido tan antiguo como nuestra evolución y que muchos pudieran suponer omnipresente, disponible en cantidades ilimitadas y virtualmente inagotables.

La situación real dista mucho de esa idílica suposición. He escuchado decir muy en serio en varios foros científicos internacionales, que en este siglo XXI y de no adoptarse las medidas que el conocimiento y la racionalidad aconsejan, las más feroces y encarnizadas guerras pudieran desencadenarse por el control de las reservas hídricas, más que por las de hidrocarburos. Para apreciar la justeza de tan tremendas afirmaciones se hará necesario poner en claro algunas cifras y proporciones.

Los humanos utilizamos hoy algo más de la mitad de las aguas superficiales disponibles en el planeta. A lo largo de la Historia, el progreso de las civilizaciones ha estado aparejado a los métodos utilizados para aprovechar los recursos acuáticos. Los sistemas de riego estuvieron entre los primeros y más trascendentes logros de la inteligencia humana. Las primeras tuberías para distribución de aguas y los primeros canales para desagüe parecen haberse construido hace más de cinco mil años, en el valle del Indo. Grandes ciudades de la antigüedad como Atenas, Roma y el Cuzco disponían de sistemas de abasto de agua comparables por su eficacia a los de las urbes modernas.

Desde entonces, y especialmente a partir de la Revolución Industrial, el consumo de agua no ha hecho sino incrementarse. En todos los países del mundo aumentan con mucha rapidez tanto la demanda de agua como las extracciones para satisfacerla. Tal demanda obedece a múltiples propósitos: agua potable, higiene, producción de alimentos, energía y bienes industriales y mantenimiento de los ecosistemas naturales. En el transcurso del siglo XX se incrementaron en más de seis veces las extracciones de agua en todo el mundo, las que en la actualidad alcanzan a un total anual cercano a los 4 000 km3, equivalentes a la quinta parte del flujo normal de los ríos del planeta.

La presión sobre los recursos hídricos se intensifica a un ritmo que duplica el del crecimiento demográfico. La mayor demanda, y la que crece con mayor rapidez proviene de la agricultura, que determina el 70% de las extracciones totales, alrededor de 2 800 km3/año. Para que se tenga una idea de lo que la demanda agrícola significa, baste apuntar que se necesitan en promedio 3,000 litros de agua diarios por persona para generar los productos que componen nuestra necesidad cotidiana de alimentos. De cualquier modo, hacia el año 2030 la población humana necesitará 55% más de alimentos para poder subsistir, lo que implica un verdadero desafío en términos de la demanda de agua para regadío.

En este orden de cosas conviene no olvidar que, si bien la producción mundial de alimentos aumentó considerablemente en el último medio siglo, se estima que un 13% de la población mundial (unos 850 millones de personas, concentradas sobre todo en zonas rurales) están hoy literalmente hambrientas.

La polarización de la riqueza y la desigualdad en las condiciones de vida se reflejan también en este vital recurso: un ciudadano estadounidense consume como promedio 600 litros por día del precioso líquido, en tanto un habitante del continente africano dispone de algo menos de diez litros diarios.

Si miramos en particular América encontramos que, a tenor de la relativa abundancia natural del recurso, la extracción y el consumo de agua se han venido incrementando a un ritmo muy superior al promedio mundial. No obstante, los recursos hídricos de la región se encuentran distribuidos en forma irregular tanto en el espacio como en el tiempo. Aunque el promedio regional de precipitación anual indica una gran abundancia de recursos hídricos en relación con otras regiones, en América se localizan también grandes extensiones áridas o semiáridas. Casi un 6% de la superficie regional está constituida por desiertos. Por su parte, los Estados insulares caribeños reciben una precipitación muy inferior a aquella de la que disponen sus homólogos de otras regiones del mundo, como el Pacífico o el Océano Índico.

Para completar el cuadro de la situación regional, pudiera añadirse que el río Amazonas transporta un 15% de toda el agua del planeta que desemboca en los océanos. Por su parte, el llamado Acuífero Guaraní (compartido por Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina) es uno de los reservorios de agua subterránea más grandes del mundo: ocupa el subsuelo en un área de cerca de 1 190 000 kilómetros cuadrados, lo que significa una superficie mayor que la extensión territorial de España, Francia y Portugal juntas..


Los problemas con la disponibilidad mundial de agua no se circunscriben al tema de la cantidad, sino que cada vez adquiere mayor relevancia la cuestión de su calidad. Su creciente deterioro está dado por un conjunto de factores tales como el pastoreo excesivo, la deforestación incontrolada y la realización de obras de regadío que no han tomado en cuenta la preservación del medio ambiente. A ello se unen las descargas de desechos sanitarios urbanos, residuales industriales, agroquímicos, etc. Cada vez con mayor frecuencia el problema se presenta como la escasez de agua con la calidad suficiente para un fin determinado, entre ellos el consumo humano. La contaminación o deficiente calidad de las aguas limita el acceso a los cuerpos de agua disponibles, amenaza la salud pública, reduce la biodiversidad y compromete la estabilidad de los ecosistemas.

martes, 8 de septiembre de 2009

CAMBIO CLIMATICO COSTARIA AL PERU UNOS US$855.000 mlls


Pérdidas se calculan en seis o siete veces el PBI del 2009 al 2050, según informe del BCR. Habría más lluvias y sequías, desbordes de ríos, pérdida de cosechas y falta de agua potable

El cambio climático tendrá un costo millonario en nuestra economía. Esta advertencia se viene escuchando con insistencia durante los dos últimos años, pero el costo y si estará el Perú en condiciones de solventarlo era una discusión sin respuestas, al menos hasta el momento.

Algunas cifras ya comienzan a ponerse a debate: la primera a través de un informe por encargo del Banco Central de Reserva, que estima un impacto total de seis a siete veces el PBI del 2008 para el período que va desde este año al 2050; y otra dada a conocer por el Ministerio de Economía y Finanzas con una estimación de 4,4% del PBI al 2025.

La experta en temas económicos Paola Vargas, por encargo del BCR, estima que el costo total entre el 2009 y el 2050 ascendería a un valor que va de US$729 mil millones a US$855 mil millones, lo que equivale a casi seis o siete veces el PBI del año pasado (US$114 mil millones), respectivamente.

La fluctuación en la cifra es originada por los diferentes escenarios que la experta estima. El escenario más duro indica que la temperatura subirá hasta en 2 oC y las precipitaciones se incrementarán en un 20% al 2050.

En líneas generales, el estudio determina que la pérdida promedio anual de aquí al 2050 varía entre 7,3% y 8,6% del PBI de cada año. Sobre las principales causas, Vargas identifica la desaparición de fuentes de agua (los glaciares se están derritiendo), y las mayores frecuencia e intensidad del fenómeno de El Niño, entre otros.

El viceministro de Hacienda, José Arista, difundió que la economía peruana perdería hacia el 2025 la cifra de US$10 mil millones, lo que equivale al 4,4% del PBI.

También mencionó que en los países en desarrollo se necesitará, solo para la mitigación de los efectos del cambio climático, un monto superior a los US$100 mil millones entre los años 2010 y 2020.

“Para afrontar este cambio climático es necesario invertir en acciones que mitiguen el daño y que adapten nuestra economía a las nuevas condiciones climáticas”, refirió al inaugurar ayer el taller Inversiones y Flujos Financieros para la Seguridad Climática, organizado por el MEF y el Ministerio del Ambiente, con el apoyo de la Embajada Británica en el Perú.

Ambas cifras del costo económico aún resultan muy disímiles. Sin embargo, el Ministerio del Ambiente informó que para fines de año se tendría una cifra oficial, que será difundida en la Cumbre de Cambio Climático, en Copenhague. En esta cita mundial, la meta es fijar el mecanismo financiero para cubrir los millonarios presupuestos que requerirán los países en desarrollo frente al reto ambiental.

Sobre el tema, el ex viceministro de Economía Javier Abugattas consideró que las cifras exactas de este costo resultan aún difíciles de determinar por la falta de información. “Por encargo del Ministerio del Ambiente hicimos un informe sobre el impacto económico en cuatro cuencas hídricas, faltaría investigar en el resto de ecosistemas del país para conocer el impacto real del cambio climático”, resaltó.

Reducir en 50% las emisiones
Como parte de las labores para mitigar los efectos del cambio climático, el ministro del Ambiente, Antonio Brack, refirió que el objetivo es reducir en 50% las emisiones de gases de invernadero en la próxima década.

Para ello, dijo que se evitará la deforestación que anualmente se realiza de nuestros bosques vírgenes, en un cálculo de 145 mil hectáreas. Indicó que actualmente la agricultura y ganadería son los causantes de esa deforestación.

Además dijo que está elaborando mapas de zonas de exclusión minera para establecer áreas donde no se podrán realizar actividades mineras para proteger el medio ambiente. “Por ejemplo, en Madre de Dios la minería está impactando fuertemente en el agua del río Tambopata, donde están los mejores centros de ecoturismo”, advirtió.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Necesarias reflexiones sobre el problema del VRAE(*)


Desde la Red Ambiental Amazonica Andina rechazamos los actos terroristas que se llevaron contra personal de las Fuerzas Armadas del Perú donde los Narco terroristas derribaron un helicoptero y calcinaron los cuerpos de los Oficiales y tripulantes, ante este hecho contra los derechos humanos nadie se ha pronunciado ninguna ONG que se hace llamar defensora de los DDHH no dicen nada porque son complices de lo que esta sucediendo en el Perú, como se recuerda las ONG defensoras de derechos humanos han tenido una conducta reprochable en el Perú. Basta recordar la carta que Aprodeh remitió al Parlamento Europeo pidiéndole que no incluya al MRTA en la lista de grupos terroristas de ese bloque continental.

Los dramáticos sucesos de Santo Domingo de Acobamba, donde un helicóptero MI-17 de la FAP fue derribado por narcoterroristas que utilizaban armas de largo alcance, y que costó la vida de tres valerosos miembros de la Fuerza Aérea y dejó cinco heridos de la FAP y el Ejército, quienes realizaban la muy riesgosa misión de evacuar a camaradas de armas heridos, deben movernos a prudentes reflexiones.

En asuntos como este, que atañen a la defensa de la democracia, el orden público y la seguridad nacional, los medios de comunicación debemos hacer un claro deslinde entre lo que es el periodismo como la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios.

Cabe recordar, en primer término, que la zona conocida como VRAE comprende las regiones de Ayacucho, Huancavelica, Junín y Cusco, en esta última los distritos de Pichari y Kibiri, de la provincia de La Convención. Se trata de un área muy extensa, cuya geografía se caracteriza por tener zonas sumamente abruptas, donde resaltan Vizcatán y el escenario del último enfrentamiento: Santo Domingo de Acobamba.

Durante más de veinte años se dejó que remanentes terroristas se coludieran con narcotraficantes convirtiendo esa zona en una región donde el narcotráfico aún actúa libremente y sirve de fuente de sólidos ingresos económicos a los delincuentes que habían fundado su centro de actividades en dicho lugar.

En agosto del 2008, con el Plan Excelencia 777, el Gobierno dispuso que las Fuerzas Armadas entraran en acción para desalojar a los narcoterroristas de su “santuario”. Ya era un paso importante atender un problema encapsulado que seguía creciendo lenta pero muy dañinamente. Poco tiempo después, se pudo comprobar que, lamentablemente, el apoyo logístico era escaso y las operaciones se frustraban o no completaban su objetivo por la carencia de ranchos de combate, baterías de radio, vehículos, etc., elementos fundamentales para las patrullas involucradas en misiones.

Por otra parte, cada vez se dejó sentir con más fuerza un bajo apoyo político y social y algunas ONG —no generalizamos— iniciaron una verdadera acción judicial demoledora contra las FF.AA. A esta altura de los acontecimientos, se llegó a la conclusión de que era muy importante el apoyo de fuego aéreo cercano (bombardeo) en acción conjunta con las patrullas ubicadas en Vizcatán para, así, neutralizar la acción terrorista y no exponer de un modo tan peligroso la vida de las fuerzas del orden.

Obviamente, esos bombardeos hubieran podido ocasionar daños colaterales que habrían sido explotados por los encubiertos defensores de los narcoterroristas. Por esta razón, es acertada la propuesta para que Vizcatán y otros puntos del VRAE sean declarados zona de combate, lo cual requiere decisiones en el Poder Legislativo que deben ser respaldadas.

Se desconoce o pretende desconocer que la inmensa mayoría de personas que viven en la zona del VRAE, de una u otra manera, está vinculada con el narcotráfico y es muy difícil lograr una adhesión a las Fuerzas Armadas o policiales. Hasta los comités de autodefensa, que cumplieron un rol muy importante en la lucha contra el terrorismo en los años ochenta del siglo pasado, están ahora mayoritariamente vinculados con alguna fase del narcotráfico.

¿Qué se debe hacer? Creemos que debe haber una mayor inversión presupuestal en el VRAE en obras de acción social (postas médicas, escuelas, hospitales, etc.) y las FF.AA. deben ser dotadas de mayor tecnología y equipamiento de última generación para garantizar un triunfo más rápido y menos costoso en vidas humanas. Luego, debemos remarcar que, pese al reciente contraste, los narcoterroristas no están ganando esta lucha. No pueden aplicar la doctrina de Mao Tse Tung, vale decir, golpear y desaparecer. Ellos están “enganchados”, como se dice en argot castrense, y las fuerzas del orden los obligan a moverse en un ámbito circunscrito.

Es repugnante que periodistas y políticos pretendan obtener ventajas de la muerte de nuestros bravos hombres de armas. El Perú requiere una férrea unión ciudadana y la confianza en sus FF.AA y policiales, cuya moral permanece alta y cuya preparación, patriotismo y sacrificio merecen nuestra gratitud y respeto.

(*) EDITORIAL EL COMERCIO

jueves, 3 de septiembre de 2009

EFECTOS A LARGO PLAZO DE LOS ALIMENTOS GENÉTICAMENTE MODIFICADOS EN LOS HUMANOS


En la actualidad, cualquier prueba científica sobre los mismos tiene que ser aprobada primero por la industria

Uno de los grandes misterios que rodean la propagación de las plantas GMO [siglas en inglés de organismo genéticamente modificado] por todo el mundo desde que se obtuvieron las primeras cosechas comerciales en los primeros años de la década de los noventa en EEUU y en Argentina, ha sido la ausencia de estudios científicos independientes sobre los posibles efectos a largo plazo en los seres humanos, e incluso en las ratas, de la dieta a base de plantas GMO. Ahora tenemos muy clara ya la razón real. Las compañías agropecuarias GMO, como Monsanto, BASF, Pioneer, Syngenta y otras, prohíben las investigaciones independientes.

Un editorial de la respetada revista científica mensual estadounidense “Scientific American”, de agosto de 2009, revela la alarmante y escandalosa realidad existente tras la proliferación, desde 1994, de productos GMO por el planeta a través de toda la cadena alimentaria. Es por una sencilla razón que no se ha publicado ningún estudio científico independiente en ninguna revista científica seria del mundo: Que resulta imposible verificar de forma independiente que las cosechas GMO, como por ejemplo la soja preparada Monsanto Roundup o el maíz MON8110, actúan como la compañía afirma, o que, como la compañía también proclama, no tienen efectos dañinos colaterales, porque las compañías GMO ¡prohíben llevar a cabo esas pruebas!

Eso es como les cuento. Como condición previa para comprar semillas, o para plantar cosechas o para utilizar en estudios de investigación, Monsanto y las compañías de productos transgénicos gigantes deben firmar primero un Acuerdo de Consumidor Final con la compañía. Durante la década pasada, el período en el que tuvo lugar la mayor proliferación de semillas GMO en la agricultura, Monsanto, Pioneer (DuPont) y Sygenta vienen exigiendo a todo aquel que compre sus semillas GMO que firme un acuerdo que prohíbe explícitamente que las semillas se utilicen para realizar cualquier investigación independiente. Se prohíbe a los científicos que hagan pruebas con las semillas GMO para explorar bajo qué condiciones fructifican o se malogran. No puede compararse ninguna característica de las semillas GMO con cualquier otra semilla GMO o no GMO de cualquier otra compañía. Y lo más alarmante, tienen prohibido examinar si las cosechas genéticamente modificadas provocan efectos colaterales no previstos en el medio ambiente o en los animales o en los seres humanos.

La única investigación que se permite publicar en periódicos científicos serios, previamente revisados por científicos, son los estudios que habían sido aprobados con anterioridad por Monsanto o el resto de firmas de la industria de GMO.

Todo el proceso seguido en EEUU para conseguir que se aceptaran las semillas GMO, empezando por la proclamación, en 1992 y a petición de Monsanto, del entonces Presidente George H. W. Bush de que no se iba a realizar ninguna prueba especial de seguridad para las semillas GMO porque el Presidente consideraba que eran “sustancialmente equivalentes” a las semillas que no eran GMO, está plagado de intereses especialmente corruptos. Baste decir, como ejemplo, que se nombró a ex abogados de Monsanto como responsables en la EPA [siglas en inglés de Agencia de Protección Ambiental de EEUU] y en la FDA [siglas en inglés de Administración Alimentaria y Farmacéutica de EEUU] para elaborar las normas relativas a las semillas GMO y que, hasta el momento, el gobierno no ha realizado prueba alguna sobre la seguridad de dichas semillas. Todas las pruebas que se le han proporcionado al gobierno estadounidense sobre la seguridad de los GMO han sido llevadas a cabo por las mismas compañías, como en el caso de Monsanto. No es de extrañar que los GMO parezcan algo positivo y que Monsanto y otros puedan falsamente afirmar que los GMO son la “solución al hambre en el mundo”.

En EEUU, un grupo de veinticuatro importantes científicos universitarios especializados en los insectos del maíz han escrito a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) del gobierno estadounidense exigiendo que un cambio en las prácticas de censura de las compañías. Es como si Chevrolet o Tata Motors o Fiat trataran de censurar pruebas comparativas sobre los accidentes que se producen con sus coches en Consumer Reports, o en cualquier publicación comparativa dedicada al consumidor, porque no les gustan los resultados de las pruebas. Sólo sucede esto con la cadena alimentaria humana y animal. Los científicos defienden con toda razón ante la EPA que la protección ambiental y la seguridad alimentaría “dependen de que los cultivos estén a disposición del escrutinio científico regular”. Deberíamos pensárnoslo dos veces antes de comernos la próxima caja de cereales estadounidenses para el desayuno si el maíz que se ha utilizado es GMO.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

EN SOLO 40 AÑOS INTERNET HA MODIFICADO NUESTRO MUNDO

Es importante hacer mención sobre la importancia de internet ya que desde su aparición ha transformado la sociedad y el conocimiento, es por ello que nos aunamos a este singular acontecimiento mundial.

¿Cuánto tiempo le tomaría ubicar y leer las noticias de la portada de alguno de los diarios más importantes de España, enviarle un correo a un familiar en Estados Unidos, ver el video de aquella canción que tantos recuerdos le trae y avisarle a un grupo de sus amigos que esta noche hay reunión en su casa? Quizás no más de diez minutos. ¿Y recuerda cuánto le tomaba hacer lo mismo hace 15 años? El concepto de mundo interconectado que estamos viviendo ahora se lo debemos a un invento que se empezó a cristalizar hace cuatro décadas: Internet.

Todo se gestó como parte de la Red de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (Arpanet) creada por el Departamento de Defensa de EE.UU., pensada para comunicar a los diferentes organismos del país. Sus principios básicos eran: ser una red descentralizada con múltiples caminos entre dos puntos, y que los mensajes estarían divididos en fragmentos enviados por caminos distintos. ¿Le suena conocido?
La presencia de diferentes universidades e institutos en el desarrollo del proyecto hizo que se fueran encontrando más posibilidades de intercambiar información. Se crearon los correos electrónicos, los servicios de mensajería instantánea y las páginas web.

Pero no es hasta mediados de la década de los noventa —luego de que ya había dejado de ser un proyecto militar— que se da la verdadera explosión de Internet.
En este nuevo siglo hemos vivido desde un fallido “boom” de las empresas “puntocom” hasta la evolución de la web, con herramientas que verdaderamente han democratizado el intercambio de información y convierten a cualquier persona en un consumidor y productor de contenido.

PRESENCIA INTEGRAL

Es por esa evolución tan acelerada de los últimos años que nos parece una historia reciente. ¿Pero realmente las cosas en el mundo han cambiado debido a Internet?
El desarrollo de Internet ha significado que la información ahora esté en muchos lugares. “Antes la información estaba concentrada, la daban los padres, los maestros, los libros. La escuela, por ejemplo, era un ámbito que concentraba el conocimiento. Hoy en día se han roto esas barreras”. Sin embargo, aclara que el principal problema es la calidad de esa información.

“Se ha agilizado el contacto entre personas, que son las que realizan negocios”, señala el economista Daniel Córdova. El especialista dice que gracias a esta interconexión se pueden cerrar negocios en distintas ciudades sin necesidad de moverse de la ciudad, así como la posibilidad de realizar transacciones con solo un clic. “Eso potencia la capacidad para generar riqueza en el mundo”, recalca.