jueves, 30 de octubre de 2008

TRES NECESIDADES VITALES EN PELIGRO(AGUA, ALIMENTO Y COMBUSTIBLE)

Las balas cubiertas de azúcar del “libre mercado” están matando a nuestros hijos. El acto de asesinar es impremeditado. Es instrumentado de un modo indiferente mediante negocios programados por computadoras en las bolsas mercantiles de Nueva York y Chicago, donde se deciden los precios globales de arroz, trigo y maíz.

La pobreza no es sólo el resultado de fracasos de políticas en el ámbito nacional. La gente en diferentes países está siendo empobrecida simultáneamente como resultado de un mecanismo de mercado global. Un pequeño número de instituciones financieras y corporaciones globales tiene la capacidad de determinar, mediante la manipulación del mercado, el nivel de vida de millones de personas en todo el mundo.

Nos encontramos en la encrucijada de la crisis económica y social más seria de la historia moderna. El proceso de empobrecimiento global desatado al comienzo de la crisis de la deuda de los años ochenta ha llegado a un importante punto decisivo, llevando a la erupción simultánea de hambrunas en todas las principales regiones del mundo en desarrollo.

Hay muchas características complejas que subyacen a la crisis económica global, que tienen que ver con mercados financieros, la disminución de la producción, el colapso de instituciones estatales y el rápido desarrollo de una economía de guerra motivada por beneficios. Lo que es mencionado pocas veces en este análisis, es como esta reestructuración económica global afecta forzosamente a tres necesidades fundamentales de la vida: el alimento, el agua, y el combustible.

El suministro de alimento, agua y combustible es un prerrequisito para la sociedad civilizada: son factores necesarios para la supervivencia de la especie humana. En los últimos años, los precios de esas tres variables han aumentado dramáticamente en el ámbito global, con devastadoras consecuencias económicas y sociales.
Esos tres bienes o artículos de consumo esenciales, que en sentido real determinan la reproducción de la vida económica y social en el planeta Tierra, están bajo el control de un pequeño número de corporaciones e instituciones financieras globales.

Tanto el Estado como la gama de organizaciones internacionales – a las que se refieren a menudo como la ‘comunidad internacional’ – sirven los intereses libres de trabas del capitalismo global. Los principales organismos intergubernamentales, incluyendo a Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods y la Organización Mundial de Comercio (OMC) han avalado el Nuevo Orden Mundial por cuenta de sus patrocinadores corporativos. Gobiernos en países desarrollados y en desarrollo han abandonado su papel histórico de reguladores de las variables económicas cruciales, así como de asegurar un sustento mínimo para sus pueblos.

Movimientos de protesta dirigidos contra los aumentos de los precios de alimentos y gasolina han hecho erupción simultáneamente en diferentes regiones del mundo. Las condiciones son particularmente críticas en Haití, Nicaragua, Guatemala, India, Bangladesh. La escalada de los precios de alimentos y combustible en Somalia ha precipitado a todo el país a una situación de hambruna masiva, combinada con una grave falta de agua. Una situación similar e igualmente seria prevalece en Etiopia.

Otros países afectados por el aumento fuera de control de los precios de alimentos incluyen a Indonesia, las Filipinas, Liberia, Egipto, Sudán, Mozambique, Zimbabue, Kenia, Eritrea, una larga lista de países empobrecidos..., para no hablar de los que están bajo ocupación militar extranjera, incluyendo a Irak, Afganistán y Palestina.

El suministro de alimento, agua y combustible ya no es objeto de regulación o intervención gubernamentales o intergubernamentales a fin de aliviar la pobreza o evitar el estallido de hambrunas.
La suerte de millones de seres humanos es dirigida tras puertas cerradas en las salas de consejo de las corporaciones como parte de una agenda motivada por los beneficios.

Y como estos poderosos actores económicos operan a través de un mecanismo de mercado aparentemente neutral e “invisible,” los devastadores impactos sociales de aumentos amañados en los precios de alimentos, combustible y agua son descartados a la ligera como resultado de consideraciones de oferta y demanda.

SEMILLAS GENÉTICAMENTE MODIFICADAS
Coincidiendo con el establecimiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 1995, ha ocurrido otro importante cambio histórico en la estructura de la agricultura global.

Bajo los artículos de acuerdo de la Organización Mundial de Comercio (OMC), se ha garantizado a los gigantes alimentarios una libertad irrestricta para penetrar a los mercados de semillas de los países en desarrollo.
La adquisición de “derechos de propiedad intelectual” exclusiva sobre variedades de plantas por intereses agroindustriales internacionales, también favorece la destrucción de la biodiversidad.

Actuando por cuenta de un puñado de conglomerados de biotecnología, las semillas OMG han sido impuestas a los agricultores, a menudo en el contexto de “programas de ayuda alimentaria”. En Etiopia, por ejemplo, kits de semillas OMG fueron distribuidos a agricultores empobrecidos para rehabilitar la producción agrícola después de una sequía importante.

Las semillas OMG fueron plantadas, produciendo una cosecha. Pero luego el agricultor llegó a darse cuenta de que las semillas OMG no podían ser vueltas a plantar sin pagar derechos a Monsanto, Arch Daniel Midland, y otros.

Luego los agricultores descubrieron que las semillas sólo podían ser cosechadas si utilizaban los insumos agrícolas que incluían el fertilizante, el insecticida y el herbicida, producidos y distribuidos por las compañías biotecnológicas del agronegocio. Economías campesinas completas fueron recluidas bajo la sujeción a los conglomerados del agronegocio.

Los principales gigantes de la biotecnología en OMG incluyen a Monsanto, Syngenta, Aventis, DuPont, Dow Chemical, Cargill y Arch Daniel Midland.

ROMPIENDO EL CICLO AGRÍCOLA
Con la adopción generalizada de semillas OMG, ha ocurrido una importante transición en la estructura y la historia de la agricultura establecida desde sus comienzos hace 10.000 años.

La reproducción de semillas en semilleros locales en el ámbito de la aldea ha sido desorganizada por el uso de semillas genéticamente modificadas. Se rompió el ciclo agrícola, que posibilita que los agricultores almacenen sus semillas orgánicas y vuelvan a plantarlas para obtener la próxima cosecha. Este modelo destructivo – que invariablemente resulta en hambrunas – es reproducido en un país tras el otro llevando a la desaparición a escala mundial de la economía campesina.

LA PRIVATIZACIÓN DEL AGUA
Según fuentes de la ONU, que subestiman enormemente la seriedad de la crisis del agua, mil millones de personas en todo el mundo (un 15% de la población mundial) no tienen acceso a agua limpia “y 6.000 niños mueren cada día debido a infecciones ligadas a agua sucia” (BBC News, 24 de marzo de 2004)

Un puñado de corporaciones globales incluyendo a Suez, Veolia, Bechtel-United Utilities, Thames Water y RWE-AG de Alemania, están obteniendo el control y la propiedad de servicios públicos de agua y de disposición de residuos. Suez y Veolia tienen aproximadamente un 70% de los sistemas acuíferos privatizados en todo el mundo.

La privatización del agua bajo los auspicios del Banco Mundial se alimenta del colapso del sistema de distribución pública de agua potable segura: “El Banco Mundial sirve los intereses de compañías suministradoras de agua a través de sus programa regulares de préstamos a gobiernos, que a menudo vienen con condiciones que requieren explícitamente la privatización del suministro de agua...” (Maude Barlow y Tony Clarke, “Water Privatization: The World Bank's Latest Market Fantasy,” Polaris Institute, Ottawa, 2004))

“El modus operandi [en India] es obvio – desatender el desarrollo de recursos acuíferos [bajo medidas de austeridad presupuestaria del Banco Mundial], afirmar una “crisis de recursos” y permitir que los sistemas existentes se deterioren.” (Ann Ninan, Private Water, Public Misery, India Resource Center 16 de abril de 2003)

Mientras tanto, los mercados para agua embotellada han sido absorbidos por un puñado de corporaciones, incluyendo a Coca-Cola, Danone, Nestlé y PepsiCo. Estas compañías no sólo trabajan en estrecha colaboración con las compañías de suministro de agua, están vinculadas con las compañías de agronegocios-biotecnología involucradas en la industria alimentaria. El agua del grifo es comprada por Coca-Cola de una instalación municipal de agua y luego revendida al por menor. Se estima que en EE.UU., un 40% del agua embotellada es agua del grifo. (Vea: Jared Blumenfeld, Susan Leal The real cost of bottled water, San Francisco Chronicle, 18 de febrero de 2007)

En India, Coca-Cola ha contribuido al agotamiento de las napas subterráneas en detrimento de comunidades locales:
“Comunidades en toda India que viven cerca de plantas embotelladoras de Coca-Cola están viviendo una severa falta de agua, directamente como resultado de la masiva extracción de agua por Coca-Cola de los recursos comunes de agua subterránea. Los pozos se han secado y las bombas manuales de agua ya no funcionan. Estudios, incluyendo uno del Consejo Central de Agua Subterránea en India, han confirmado el importante agotamiento del nivel freático.

Cuando el agua es extraída del recurso común de napas subterráneas cavando más profundo, el agua huele y gusta de modo extraño. Coca-Cola ha estado descargando indiscriminadamente sus aguas servidas en los campos alrededor de sus plantas y a veces dentro de ríos, incluyendo el Ganges, en el área. El resultado ha sido que el agua subterránea también ha sido contaminada, así como los suelos. Autoridades de la salud pública han colocado letreros alrededor de los pozos y de las bombas manuales informando a la comunidad que el agua no es adecuada para el consumo humano...

Ensayos realizados por una serie de agencias, incluyendo el gobierno de India, confirmaron que los productos de Coca-Cola contienen altos niveles de pesticidas, y como resultado, el Parlamento de India ha prohibido la venta de Coca-Cola en su cafetería. Sin embargo, Coca-Cola no sólo sigue vendiendo bebidas con una dosis de venenos en India (que nunca podrían ser vendidas en EE.UU. y en la UE), también introduce nuevos productos al mercado indio. Y como si no bastara que vende bebidas con DDT y otros pesticidas a indios, una de las últimas instalaciones embotelladoras de Coca-Cola en India, en Ballia, está ubicada en un área con una severa contaminación de arsénico en su agua subterránea. (India Resource Center, Coca-Cola Crisis in India, sin fecha).

En los países en desarrollo, los aumentos en precios de combustibles han aumentado los costes del embotellamiento de agua de grifo por los grupos familiares, lo que por su parte favorece la privatización de recursos acuíferos.
En la fase más avanzada de la privatización del agua, se contempla la propiedad real de lagos y ríos por corporaciones privadas. Mesopotamia no fue sólo invadida por sus amplios recursos de petróleo, el Valle de los dos ríos (Tigris y Éufrates) tiene amplias reservas de agua.

COMENTARIOS FINALES
Estamos encarando una constelación compleja y centralizada de poder económico en la que los instrumentos de la manipulación del mercado tienen una influencia directa en las vidas de millones de personas.
Los precios de los alimentos, del agua y del combustible son determinados a nivel global, fuera del alcance de la política gubernamental nacional. Los aumentos de precios de esas tres materias primas esenciales constituyen un instrumento de “guerra económica,” realizada a través del “libre mercado” en las bolsas de futuros y opciones.

Estos aumentos en los precios de los alimentos, del agua y del combustible contribuyen en un sentido muy real a “eliminar a los pobres” mediante “muertes por hambre.” Las balas edulcoradas del “libre mercado” matan a nuestros hijos. El acto de matar es instrumentado de un modo indiferente mediante el comercio programado por computadora en las bolsas de materias primas, donde se deciden los precios globales del arroz, el trigo y el maíz.

“LA COMISIÓN SOBRE CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN Y EL FUTURO DE EE.UU.”
Pero no encaramos sólo conceptos de mercado. El estallido de hambrunas en diferentes partes del mundo, resultantes de que los precios de los alimentos y del combustible se ha puesto por las nubes, tienen amplias implicaciones estratégicas y geopolíticas.

Al comenzar su mandato en 1969, el presidente Richard Nixon afirmó “su creencia en que la sobrepoblación amenaza gravemente la paz y la estabilidad del mundo.” Henry Kissinger, en aquel entonces consejero Nacional de Seguridad de Nixon, instruyó a diversas agencias del gobierno para que emprendieran conjuntamente “un estudio sobre el impacto del crecimiento de la población del mundo en la seguridad y los intereses de EE.UU. en el exterior.”

En marzo de 1970, el Congreso de EE.UU. estableció una (Comisión sobre el Crecimiento Demográfico y el Futuro de EE.UU. (Vea Center for Research on Population and Security). La Comisión no era una Fuerza de Tareas corriente. Integraba a representantes de USAID, el Departamento de Estado y el Departamento de Agricultura con responsables de la CIA y del Pentágono. Su objetivo no era ayudar a los países en desarrollo sino más bien limitar la población del mundo a fin de servir los intereses estratégicos y de seguridad nacional de EE.UU. La Comisión también veía el control de la población como un medio para asegurar un entorno estable y seguro para los inversionistas de EE.UU. así como para obtener el control sobre los recursos minerales y de petróleo de los países en desarrollo.

Esta Comisión completó su trabajo en diciembre de 1974 y circuló un documento confidencial intitulado “Memorando Estudio 200 de Seguridad Nacional: Implicaciones del Crecimiento Mundial de la Población para los Intereses de Seguridad y Exteriores de EE.UU.” dirigido a “determinados secretarios y jefes de Agencia para su estudio y comentarios.” En noviembre de 1975, el informe y sus recomendaciones fueron refrendados por el presidente Gerald Ford.

Kissinger había ciertamente dado a entender en el contexto del Memorando Estudio 200 de Seguridad Nacional (NSSM 200) que la recurrencia de hambrunas, enfermedades y guerra podrían constituir un instrumento de facto para el control de la población.

Aunque el informe NSSM 200 no asignó, por razones obvias, un rol político explícito a la generación de hambrunas, sin embargo dio a entender que la ocurrencia de hambrunas podría, bajo ciertas circunstancias, suministrar una solución de facto a la sobrepoblación.

“Consecuentemente, aquellos países donde hambre y desnutrición ya están presentes en gran escala enfrentan la triste perspectiva de poca, si alguna, mejora en el consumo de alimentos en los años por venir, a menos que haya un importante programa financiero de ayuda alimentaria, una expansión más rápida de la producción interna de alimentos, una reducción del crecimiento de la población o alguna combinación de los tres factores. Peor aún, una serie de desastrosas cosechas podría transformar algunos de ellos en típicos casos maltusianos con hambrunas que involucrarían a millones de personas.

Aunque la ayuda externa probablemente seguirá estando disponible para encarar situaciones de emergencia a corto plazo, como ser la amenaza de muerte masiva por hambre, es más cuestionable si los países donantes de ayuda estarán dispuestos a suministrar el tipo de ayuda alimentaria masiva requerida por las proyecciones de importación sobre una base continua a largo plazo.

Artículo de : Michel Chossudovsky

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