Ángela Ríos Cardozo*
Si supiéramos que el turismo rural ayuda a mejorar los ingresos de los agricultores; que crea empleo y hace que las familias permanezcan en sus chacras; que incorpora el trabajo de mujeres y jóvenes; que revaloriza el patrimonio gastronómico, antropológico, ambiental, cultural; que permite dar valor agregado y mejorar la comercialización de los productos agrícolas y forestales; que fomenta el asociativismo; que mejora la calidad de las producciones alimentarias regionales; que incorpora diversos establecimientos en los proyectos de desarrollo y, finalmente, que amplia la oferta turística, ¿no se atreverían los gobiernos a diseñar políticas específicas para atender a los productores involucrados? Que lo hagan y tendrán los votos a su favor, porque todas estas ventajas ofrece el turismo rural..
El turismo rural es el uso o aprovechamiento del entorno no urbano donde la población local es la proveedora de alimentos sanos y alojamiento cómodo con baños modernos a todos aquellos que buscan el contacto respetuoso con el entorno natural. Y en Loreto esta actividad podría asumir tantas modalidades como los agricultores puedan imaginar. He aquí algunos ejemplos:
Ecoturismo. El visitante se interna en el medio natural para educarse sobre las particularidades de cada ambiente al tiempo que disfruta de actividades en sitios no contaminados y puros. Miles de lugares en Loreto para hacer ecoturismo, desde los más cercanos como Allpahuayo-Mishana, hasta los más lejanos como Güepí.
Agroturismo. Los visitantes participan activamente de las actividades productivas, donde el productor agrario y su familia son los que atienden a los turistas. Cuántos no pagarían por ver la producción de aguardiente de caña o la cosecha y empaquetado de heliconias, sin contar con la recolección de sacha inchi o el camu camu.
Turismo de aventura. Utiliza el entorno para producir sensaciones de descubrimiento, como un río para canotaje, montañas para ciclismo, senderismo, y lo que la capacidad e imaginación de los propietarios puedan ofrecer.
Turismo deportivo. Los establecimientos agropecuarios pueden ser acomodados para la práctica de variados deportes como la pesca.
Turismo técnico científico. Atraer, por ejemplo a científicos interesados en la diversidad biológica de la selva baja.
Turismo educativo. Establecimiento de granjas educativas con la finalidad de recibir e instruir niños y jóvenes que cursan estudios desde los jardines de infancia hasta los colegios secundarios.
Turismo y seminarios, reuniones capacitación. En sitios cercanos a las ciudades se puede ofrecer servicios a las empresas para que organicen sus seminarios y reuniones de trabajo. También casamientos, aniversarios y todo tipo de reuniones sociales.
Turismo salud. Desde terapias psicológicas para eliminar el stress hasta tratamientos para personas con discapacidades motrices, SPA (Salute per Agua), Reiki (terapias que requieren de tranquilidad), etc.
Turismo gastronómico. Ofrece la propia producción convertida en manjares a los visitantes, con los cual se da mayor valor a la producción. Los turistas gastan más en alimentación y frecuentemente deciden su viaje en función de los alimentos de las regiones.
Turismo étnico. El que se realiza en comunidades indígenas, donde Loreto tiene grandes oportunidades al albergar la mayor población de las mismas.
Turismo cultural. Aprovecha la riqueza histórica que atesora el lugar. Se puede construir museos de sitios para hacer tangible los recursos culturales. Por que no un museo de la Cultura Omagua, en San Joaquín de Omaguas, primera ciudad fundada en Loreto.
Turismo en comunidades de recreación y retiro. Son grandes residencias para personas mayores que desean retirarse o para familias jóvenes con hijos que buscan climas templados-cálidos, costo de vida relativamente bajo, bajos impuestos locales, poca congestión, ambientes acuáticos no contaminados, etc.
Sin duda que el turismo rural puede convertirse en una gran herramienta de desarrollo local, pero para ser exitosa, las autoridades tienen que hacer promoción, capacitar y brindar asistencia técnica y financiera, principalmente. Sólo aquellos propietarios, comunidades, gobiernos locales y regionales que trabajen juntos pueden hacer del turismo rural una gran oportunidad y aprovechar ese 54 por ciento de visitantes extranjeros que actualmente llegan al Perú buscando naturaleza.
Tenemos que vencer los factores que actualmente vienen impidiendo el desarrollo de esta actividad como son: escasa conectividad aérea internacional, deficientes puertos e inadecuadas conexiones en los medios de transporte, precios no competitivos, escasa asociatividad, imágenes adversas en los consumidores, escasa capacitación, desconocimiento del valor turístico, y así podremos aprovechar todo el potencial que ofrece el entorno natural, el clima favorable, la cultura, la gastronomía y la hospitalidad de la gente loretana.
* Colaboración del presente artículo de una amiga la Licenciada en Administración con Maestría en Gestión Empresarial y Diplomada en Alta Dirección en Turismo Rural. Docente Universidad Particular de Iquitos (UPI), quién es una incansable promotora del Turismo vivencial ecológico en esta zona de la Amazonía
El turismo rural es el uso o aprovechamiento del entorno no urbano donde la población local es la proveedora de alimentos sanos y alojamiento cómodo con baños modernos a todos aquellos que buscan el contacto respetuoso con el entorno natural. Y en Loreto esta actividad podría asumir tantas modalidades como los agricultores puedan imaginar. He aquí algunos ejemplos:
Ecoturismo. El visitante se interna en el medio natural para educarse sobre las particularidades de cada ambiente al tiempo que disfruta de actividades en sitios no contaminados y puros. Miles de lugares en Loreto para hacer ecoturismo, desde los más cercanos como Allpahuayo-Mishana, hasta los más lejanos como Güepí.
Agroturismo. Los visitantes participan activamente de las actividades productivas, donde el productor agrario y su familia son los que atienden a los turistas. Cuántos no pagarían por ver la producción de aguardiente de caña o la cosecha y empaquetado de heliconias, sin contar con la recolección de sacha inchi o el camu camu.
Turismo de aventura. Utiliza el entorno para producir sensaciones de descubrimiento, como un río para canotaje, montañas para ciclismo, senderismo, y lo que la capacidad e imaginación de los propietarios puedan ofrecer.
Turismo deportivo. Los establecimientos agropecuarios pueden ser acomodados para la práctica de variados deportes como la pesca.
Turismo técnico científico. Atraer, por ejemplo a científicos interesados en la diversidad biológica de la selva baja.
Turismo educativo. Establecimiento de granjas educativas con la finalidad de recibir e instruir niños y jóvenes que cursan estudios desde los jardines de infancia hasta los colegios secundarios.
Turismo y seminarios, reuniones capacitación. En sitios cercanos a las ciudades se puede ofrecer servicios a las empresas para que organicen sus seminarios y reuniones de trabajo. También casamientos, aniversarios y todo tipo de reuniones sociales.
Turismo salud. Desde terapias psicológicas para eliminar el stress hasta tratamientos para personas con discapacidades motrices, SPA (Salute per Agua), Reiki (terapias que requieren de tranquilidad), etc.
Turismo gastronómico. Ofrece la propia producción convertida en manjares a los visitantes, con los cual se da mayor valor a la producción. Los turistas gastan más en alimentación y frecuentemente deciden su viaje en función de los alimentos de las regiones.
Turismo étnico. El que se realiza en comunidades indígenas, donde Loreto tiene grandes oportunidades al albergar la mayor población de las mismas.
Turismo cultural. Aprovecha la riqueza histórica que atesora el lugar. Se puede construir museos de sitios para hacer tangible los recursos culturales. Por que no un museo de la Cultura Omagua, en San Joaquín de Omaguas, primera ciudad fundada en Loreto.
Turismo en comunidades de recreación y retiro. Son grandes residencias para personas mayores que desean retirarse o para familias jóvenes con hijos que buscan climas templados-cálidos, costo de vida relativamente bajo, bajos impuestos locales, poca congestión, ambientes acuáticos no contaminados, etc.
Sin duda que el turismo rural puede convertirse en una gran herramienta de desarrollo local, pero para ser exitosa, las autoridades tienen que hacer promoción, capacitar y brindar asistencia técnica y financiera, principalmente. Sólo aquellos propietarios, comunidades, gobiernos locales y regionales que trabajen juntos pueden hacer del turismo rural una gran oportunidad y aprovechar ese 54 por ciento de visitantes extranjeros que actualmente llegan al Perú buscando naturaleza.
Tenemos que vencer los factores que actualmente vienen impidiendo el desarrollo de esta actividad como son: escasa conectividad aérea internacional, deficientes puertos e inadecuadas conexiones en los medios de transporte, precios no competitivos, escasa asociatividad, imágenes adversas en los consumidores, escasa capacitación, desconocimiento del valor turístico, y así podremos aprovechar todo el potencial que ofrece el entorno natural, el clima favorable, la cultura, la gastronomía y la hospitalidad de la gente loretana.
* Colaboración del presente artículo de una amiga la Licenciada en Administración con Maestría en Gestión Empresarial y Diplomada en Alta Dirección en Turismo Rural. Docente Universidad Particular de Iquitos (UPI), quién es una incansable promotora del Turismo vivencial ecológico en esta zona de la Amazonía