viernes, 24 de abril de 2020

Eliminar la curva y no aplanarla: así es la exitosa estrategia de Nueva Zelanda, "la más estricta del mundo" contra la pandemia de COVID-19

La acumulación de contagios del nuevo coronavirus no ha sido muy diferente en Nueva Zelanda, donde desde finales de marzo han sufrido un aumento pronunciado. Lo que ha resultado sorprendente es la ralentización en la aparición de nuevos pacientes con la enfermedad (covid-19) y sobre todo el número de fallecimientos desde que inició la pandemia: solo uno.

Una explicación puede estar en que el gobierno liderado por la primera ministra Jacinda Ardern ha tomado decisiones más agresivas que otros países desarrollados, como el confinamiento para toda su población durante un mes y el cierre total de fronteras.

Pero como los expertos señalan, las medidas se tomaron desde una etapa temprana, siguiendo la estrategia de "eliminación" de la enfermedad, en lugar de la "mitigación" que se aplica en muchos otros países.

Lo que viene a ser destruir la curva y no solo aplanarla.
"Si tiene éxito, ofrece una ruta de salida clara, con un cuidadoso retorno a las actividades regulares con los beneficios sociales y económicos resultantes para Nueva Zelanda", dice un artículo científico que describe el plan, publicado por grupo de especialistas en salud liderados por el epidemiólogo Michael Baker.
Sin embargo, los expertos de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) son cautelosos en cantar victoria, "si tiene éxito", enfatizan, pues falta tiempo para que se consoliden los resultados.

Los "más estrictos del mundo"
Los primeros días de abril hacen pensar que van por el camino correcto.
Hasta este jueves, en Nueva Zelanda había 992 casos confirmados de covid-19. Fue el 28 de febrero cuando se detectó al primero.
El único fallecimiento -el de una anciana que contrajo el virus en el extranjero- ocurrió el pasado 29 de marzo. La acumulación de casos, por el contrario, ha visto un aumento notable en las últimas dos semanas, al pasar de 189 casos el 25 de marzo a casi 1.000 pacientes el 9 de abril, según la Organización Mundial de la Salud.

El covid-19 en Nueva Zelanda
Aumento de casos confirmados desde el primero Además de la recuperación de casi 300 pacientes y solo un fallecimiento, lo que genera esperanzas de que la estrategia de "eliminación" esté funcionando es la disminución en la aparición de nuevos casos.

De 76 nuevos contagios registrados el 2 de abril ha disminuido constantemente hasta los 23 este jueves. Además, en las 24 horas anteriores se reportó que 65 personas se recuperaron de la enfermedad.

El descenso de nuevos casos de covid-19
Del 2 al 9 de abril se ha visto un notable descenso de nuevos casos confirmados de la enfermedad en Nueva Zelanda.
"No me disculpo. Este es un momento sin precedentes", dijo la primera ministra Ardern al anunciar las órdenes a seguir, las cuales describió como "las más estrictas del mundo".

¿Qué es la "eliminación"?
Con la estrategia de mitigación, que se aplicado en países como Estados Unidos, las medidas de apoyo y restricciones aumentan a medida que avanza la epidemia para "aplanar la curva", explican los especialistas liderados por Baker.
Por el contrario, la estrategia de "eliminación" de la curva "invierte en parte el orden al introducir medidas fuertes al comienzo" de la emergencia para evitar la introducción del virus.

"Este enfoque tiene fuerte atención en el control fronterizo (…) y enfatiza el aislamiento de casos y la cuarentena de contactos para 'eliminar' las cadenas de transmisión", señalan.

Aunque sí se ha seguido en otros países, los expertos señalan cinco claves que no deben fallar para que tenga buenos resultados:
Controles fronterizoscon aislamiento de viajeros efectivo;detección rápidaa través de pruebas generalizadas,aislamientos y rastreo de contactos;promoción intensa de la higiene y cumplimiento estricto del distanciamiento social;y una estrategia efectiva de comunicación para la población.

"Los intentos de enfoque de eliminación reemplazan cada vez más la mitigación a medida que la pandemia abrume los sistemas de salud", pronostican los especialistas.

¿Qué hizo Nueva Zelanda?
Nueva Zelanda comenzó con la puesta en cuarentena de todos los viajeros que llegaban del extranjero el 15 de marzo. Tan solo cuatro días después, la política aumentó al cierre de fronteras.

Para el 23 de marzo, la primera ministra anunció "la restricción más estricta a los movimientos en Nueva Zelanda en la historia moderna" al avanzar al nivel 4 de su plan de contingencia, que dura cuatro semanas.
Nadie puede salir de casa, excepto a comprar víveres o medicinas, o hacer ejercicio en los alrededores del hogar. Solo se permite el contacto en la "burbuja" del hogar y las autoridades constantemente informan cómo salir de forma segura.

Los empleados de servicios esenciales son los únicos que pueden estar en las calles. "Ir fuerte y a tiempo le dio al gobierno y al sector de la salud tiempo para prepararse para lo peor, incluida la instalación de estaciones de prueba y tratamiento hospitalario", le dice a BBC Mundo la profesora Ella Henry, de la Universidad Tecnológica de Auckland (Nueva Zelanda).

"En general, los neozelandeses han cumplido y los casos aislados de malos comportamientos, reuniones ilegales, rompimiento del encierro y absoluta idiotez han sido señalados y avergonzados públicamente", explica Henry, quien ha estado aislada tres semanas.

"Sigue las reglas y QUÉDATE EN CASA. Actúa como si tú tuvieras covid-19. Esto salvará vidas", decía un mensaje del gobierno enviado el 25 de marzo a toda la población. Una línea telefónica de la policía ha recibido cientos de denuncias de vecinos que señalan a quienes están incumpliendo las normas.
El propio ministro de Salud, David Clark, fue degradado de cargo tras haberse descubierto que estuvo con su familia en una playa unos días después de que el confinamiento ya había sido ordenado.

"En condiciones normales, hubiera despedido al ministro de Salud. Lo que hizo está mal y no tiene excusas. Pero ahora mi prioridad es nuestra lucha colectiva contra el covid-19", dijo la primera ministra en un comunicado.
"No me disculpo. Este es un momento sin precedentes", dijo la primera ministra Ardern al anunciar las órdenes a seguir, las cuales describió como "las más estrictas del mundo".

¿Qué es la "eliminación"?
Con la estrategia de mitigación, que se aplicado en países como Estados Unidos, las medidas de apoyo y restricciones aumentan a medida que avanza la epidemia para "aplanar la curva", explican los especialistas liderados por Baker.
Por el contrario, la estrategia de "eliminación" de la curva "invierte en parte el orden al introducir medidas fuertes al comienzo" de la emergencia para evitar la introducción del virus.

"Este enfoque tiene fuerte atención en el control fronterizo (…) y enfatiza el aislamiento de casos y la cuarentena de contactos para 'eliminar' las cadenas de transmisión", señalan.

Aunque sí se ha seguido en otros países, los expertos señalan cinco claves que no deben fallar para que tenga buenos resultados:
Controles fronterizoscon aislamiento de viajeros efectivo;detección rápidaa través de pruebas generalizadas,aislamientos y rastreo de contactos;promoción intensa de la higiene y cumplimiento estricto del distanciamiento social;y una estrategia efectiva de comunicación para la población.

"Los intentos de enfoque de eliminación reemplazan cada vez más la mitigación a medida que la pandemia abrume los sistemas de salud", pronostican los especialistas.

¿Qué hizo Nueva Zelanda?
Nueva Zelanda comenzó con la puesta en cuarentena de todos los viajeros que llegaban del extranjero el 15 de marzo. Tan solo cuatro días después, la política aumentó al cierre de fronteras. Para el 23 de marzo, la primera ministra anunció "la restricción más estricta a los movimientos en Nueva Zelanda en la historia moderna" al avanzar al nivel 4 de su plan de contingencia, que dura cuatro semanas.
Nadie puede salir de casa, excepto a comprar víveres o medicinas, o hacer ejercicio en los alrededores del hogar. Solo se permite el contacto en la "burbuja" del hogar y las autoridades constantemente informan cómo salir de forma segura.

Los empleados de servicios esenciales son los únicos que pueden estar en las calles. "Ir fuerte y a tiempo le dio al gobierno y al sector de la salud tiempo para prepararse para lo peor, incluida la instalación de estaciones de prueba y tratamiento hospitalario", le dice a BBC Mundo la profesora Ella Henry, de la Universidad Tecnológica de Auckland (Nueva Zelanda).

"En general, los neozelandeses han cumplido y los casos aislados de malos comportamientos, reuniones ilegales, rompimiento del encierro y absoluta idiotez han sido señalados y avergonzados públicamente", explica Henry, quien ha estado aislada tres semanas.

"Sigue las reglas y QUÉDATE EN CASA. Actúa como si tú tuvieras covid-19. Esto salvará vidas", decía un mensaje del gobierno enviado el 25 de marzo a toda la población.

Una línea telefónica de la policía ha recibido cientos de denuncias de vecinos que señalan a quienes están incumpliendo las normas.
El propio ministro de Salud, David Clark, fue degradado de cargo tras haberse descubierto que estuvo con su familia en una playa unos días después de que el confinamiento ya había sido ordenado.

"En condiciones normales, hubiera despedido al ministro de Salud. Lo que hizo está mal y no tiene excusas. Pero ahora mi prioridad es nuestra lucha colectiva contra el covid-19", dijo la primera ministra en un comunicado.

El Ministerio de Salud informa que, a la fecha hay 21,648 infectados por el COVID - 19

De acuerdo al informe del Ministerio de Salud, hoy 24 de abril se cumple el cuadragésimo  día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; los casos de COVID -19, desde que se anunciara el primer infectado a la fecha la estadística es la siguiente:
 Muestras procesadas: 198,349
- Casos positivos: 21,648  (11,413 PCR(+), 10,216 Rápida)
Internados en hospitales: 3,194
- Hospitalizados en UCI: 505
- Fallecidos: 634
- Letalidad: 2.93%



Coronavirus: 5 de los países que corren más riesgo de sufrir una "hambruna bíblica" a causa del covid-19 (y uno está en Latinoamérica)


El mundo está al borde de una posible "pandemia de hambre".
Así lo advirtió el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas, mientras múltiples gobiernos de todo el mundo batallan contra la pandemia del covid-19.

A finales de 2019, 135 millones de personas vivían con niveles de hambre "extremos", pero a causa de las cuarentenas por el covid-19, es probable que ese número aumente a 265 millones, dijo el martes el director ejecutivo del WFP, David Beasley.

"Antes de que el coronavirus se convirtiera en un problema, decía que 2020 enfrentaría la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial por varias razones", apuntó Beasley. "Ahora, con el covid-19, quiero enfatizar que no solo estamos enfrentando una pandemia, sino también una catástrofe humanitaria global".

En una videoconferencia con el Consejo de Seguridad de la ONU, Beasley advirtió que "podríamos enfrentar múltiples hambrunas de proporciones bíblicas en unos pocos meses".

Beasley advirtió que el mundo debe "actuar sabiamente y rápido".
El WFP recibió US$8.300 millones en 2019 y ahora necesita entre US$10.000 y 12.000 millones para mantener sus operaciones durante este año.
¿Qué países están en mayor riesgo de la hambruna de la que advierte Beasley?

Yemen
Incluso antes de que comenzara la guerra en Yemen, el país era el más pobre del mundo árabe.
Pero desde que una coalición liderada por Arabia Saudita intervino en el conflicto contra los rebeldes hutíes de Yemen en 2015, la situación humanitaria del país se ha deteriorado aún más.

"En 2016, estábamos ayudando quizá a unas tres o cuatro millones de personas en Yemen. Hoy ese número asciende a los 12 millones", dijo a la BBC el economista jefe del WFP y director de la División de Investigación, Evaluación y Monitoreo, Arif Husain.

Para empeorar la situación, el WFP dijo a principios de mes que reduciría a la mitad la ayuda a las áreas controladas por los hutíes, entre las preocupaciones manifestadas por algunos países sobre la obstrucción de entregas de ayuda por los rebeldes.

República Democrática del Congo (RDC)
Después de más de un cuarto de siglo de conflicto armado en varias partes del país, en la RDC se encuentra la segunda crisis de hambruna más grande del mundo, según el WFP. Más del 15% de la población del país sufre de "inseguridad alimentaria grave", lo que significa que se encuentran entre los 30 millones de personas en zonas de guerra alrededor del mundo que dependen casi por completo de la ayuda que reciben.

Se necesitan casi US$2.000 millones para asegurar el suministro de alimentos para estas poblaciones para tan solo los próximos tres meses, alertó Husain.
"Esas personas fueron las más afectadas y ahora están aun en mayores problemas".

Venezuela
Según un informe publicado a fines de febrero por el WFP, casi un tercio de la población venezolana (un 32,3%) padece inseguridad alimentaria y necesita ayuda. De acuerdo con el estudio, 2,3 millones de venezolanos (7,9% de la población) se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria severa.

Es decir, sufren "carencias extremas en el consumo de alimentos, o la pérdida extrema de medios de vida que podría conducir a carencias en el consumo de alimentos o algo peor".
El país ha perdido más de un 50% de su PIB desde que Nicolás Maduro llegó a la presidencia, una contracción de la economía que ha tenido consecuencias sobre la alimentación de los venezolanos.

La crisis se ha visto acompañada de la hiperinflación, una subida constante y acelerada de los precios, lo que ha llevado a que un 59% de los hogares no cuenten con ingresos suficientes para comprar comida.
Las dificultades se ven agravadas en medio de la pandemia por un éxodo masivo de trabajadores de la salud, según el organismo de la ONU.
Y los problemas no terminan ahí: alrededor de 4,8 millones de personas (o el 15% de la población) han abandonado Venezuela en los últimos años, y cientos de miles de estos migrantes enfrentan inseguridad alimentaria en los países vecinos.

Sudán del Sur
El país más joven del mundo se independizó de su vecino del norte, Sudán, en 2011. La medida estaba destinada a marcar el final de una larga guerra civil, pero el país cayó en un conflicto violento tan solo dos años después.

El WFP advierte que el hambre y la desnutrición en Sudán del Sur se encuentran en los niveles más extremos desde 2011. Casi el 60% de la población lucha por conseguir alimentos a diario.

Para empeorar la situación, la plaga de langostas que destruyeron cultivos en África Oriental llegaron a Sudán del Sur a principios de 2020.
Y como uno de los países más dependientes del petróleo del mundo, es probable que el país se vea muy afectado por la caída de los precios del crudo registrada durante la pandemia.
 
Afganistán
Afganistán, otro país devastado por los conflictos, había sufrido casi dos décadas de guerra cuando Estados Unidos lo invadió en 2001.
Casi 20 años después, más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.

jueves, 23 de abril de 2020

El Presidente de la República informa que, se extiende la emergencia sanitaria hasta el 10 de mayo, a la fecha hay 20,914 infectados.

De acuerdo al informe del Presidente de la República, hoy 23 de abril se cumple el trigésimo noveno  día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; los casos de COVID -19, desde que se anunciara el primer infectado a la fecha la estadística es la siguientes
 Muestras procesadas: 185,238
- Casos positivos: 20,914  (10,808 PCR(+), 10,106 Rápida)
Internados en hospitales: 2,786
- Fallecidos: 572
- Letalidad: 2.74%
- Hospitalizados: 2,786

Se extiende el estado de emergencia por dos semanas hasta el domingo 10 de mayo, sacrificio para vencer esta enfermedad.

La OMS califica de “tragedia” la muerte de miles de mayores en residencias por el coronavirus

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado este miércoles en Ginebra de “tragedia” la muerte de miles de residentes en centros para mayores ocurrido en países como España. “Lo que hemos visto en Europa y América del Norte ha sido una serie muy intensa de brotes dentro de instalaciones para personas mayores. Ha sido algo devastador", ha lamentado el director de emergencias del organismo, Michael Ryan. La OMS alerta de que "estos eventos pueden volver a suceder en el futuro mientras siga circulando el virus” y ha instado a los países a trabajar para convertir a estos centros en un entorno “humano, confortable, pero también seguro”. Ryan ha admitido que conseguir las tres cosas a la vez puede ser algo “difícil de gestionar”, pero se ha mostrado confiado en que “es posible” encontrar la forma que permita “proteger a los mayores” mientras se pone coto al “enorme riesgo de que el virus entre en las residencias”. 

“Hay muchas personas que viven en estas instalaciones. Han tenido que sufrir mucho porque se han tenido que aislar. Pero son las personas más sabias de nuestra sociedad, las más valiosas, y no las podemos dejar fuera de nuestras comunidades porque eso es lo que nos hace humanos”, ha seguido el director de emergencias de la OMS. La formación adecuada para el personal que trabaja en residencias, más medios de protección y soluciones arquitectónicas que permitan una mejor atención con un menor riesgo serían la base sobre la que los países deberían trabajar en los próximos meses, según la OMS. 

Este posicionamiento del organismo sobre esta cuestión llega cuando en España el Gobierno aún no ha ofrecido datos oficiales de los fallecidos en residencias de mayores y equipamientos sociosanitarios. EL PAÍS publicó el pasado domingo un recuento propio, hecho en base a los datos de comunidades autónomas, que sostiene que ya son más de 13.500 las personas fallecidas en estos centros. Madrid, con 5.700 fallecidos, es la comunidad más golpeada, seguida de Cataluña y Castilla y León, con unas 2.000 muertes cada una. El Ministerio de Sanidad recibió a finales de la semana pasada las cifras solicitadas a las comunidades, aunque el departamento dirigido por Salvador Illa aún no las ha hecho públicas. “Los datos están siendo analizados por los técnicos expertos y se darán a conocer a la menor brevedad posible”, afirmó el ministro el pasado viernes. Un portavoz de Sanidad ha asegurado este miércoles que los números están siendo “actualizados”.

“Nos queda aún un largo camino. El virus nos va a acompañar durante mucho tiempo” Una parte de las dificultades para obtener una cifra fiable se explica porque muchas personas fallecieron sin que les fueran realizadas las pruebas diagnósticas, un problema que algunas comunidades tratan de solventar publicando datos de personas fallecidas con “síntomas compatibles” con el coronavirus. Otra razón es que una parte de los enfermos fueron trasladados a hospitales antes de fallecer, mientras otras no y fallecieron en estos centros.

En todo caso, la mayoría de estos fallecidos no figura en los registros oficiales que diariamente ofrece Sanidad sobre el impacto de la epidemia en España. Sobre la flexibilización de las medidas de confinamiento emprendida por varios países, la directora técnica de la OMS, Maria Van Kerkhove, ha insistido en que “no existe una única solución para todos”. “Lo que tienen que hacer es evaluar la situación en su propio país” para determinar “qué se puede relajar, dónde y cuándo”. Para ello, lo más importante es adoptar las medidas que permitan saber “dónde está el virus, en qué grado se ha transmitido y si está controlado”, ha seguido Van Kerkhove. “Si hay un repunte, y en muchos países estamos viendo que los que consiguieron controlar el virus sí registran repuntes, esto se debe a que una gran parte de la población sigue siendo susceptible al virus”, ha explicado la directora técnica de la OMS sin concretar a qué países se refería. Pese a que los responsables del organismo se han congratulado de que algunos países en Europa Occidental han logrado “estabilizar” el impacto del virus e incluso reducir su incidencia, ha alertado de que la pandemia aún está en una fase inicial y expandiéndose en la mayor parte del mundo, concretamente en Europa Oriental, África y la mayor parte de América. 

“Nos queda aún un largo camino. El virus nos va a acompañar durante mucho tiempo”, ha alertado el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Para la OMS, sin embargo, la estrategia para hacer frente al virus no ha cambiado: identificar nuevos casos sospechosos, realizarles pruebas, aislarlos si dan positivo y rastrear entre sus contactos para detectar nuevos casos sospechosos, en una especie de bucle que debe repetirse una y otra vez hasta conseguir poner coto al avance de la epidemia. 

martes, 21 de abril de 2020

El Ministerio de Salud informa que, a la fecha hay 17,837 infectados con el Coronavirus

De acuerdo al informe del Ministerio de Salud, hoy 21 de abril se cumple el trigésimo séptimo  día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; los casos de COVID -19, desde que se anunciara el primer infectado, a la fecha  es la siguiente:
- Muestras procesadas: 155.724

- Casos positivos: 17,837 (9,471 PCR(+), 8,366 Rápida)
- Fallecidos: 484
- Letalidad: 2.71%

lunes, 20 de abril de 2020

Caída del precio del petróleo: 3 razones por las que el precio del crudo estadounidense WTI se vendió a precio negativo y cómo afecta a América Latina




No lo quieren ni regalado.
El precio futuro del petróleo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) para entrega en mayo sufrió este lunes una caída tan estrepitosa que pasó de cotizarse a US$18 por barril al inicio del día a un precio negativo de US$ -35,22 al cierre de la jornada.

Por primera vez en la historia este crudo estadounidense de referencia para los mercados se cotizó a un valor negativo, generando gran conmoción en el mercado energético.

El desplome refleja las dificultades que ha estado experimentando el negocio petrolero mundial debido al exceso de producción y al frenazo de la demanda como consecuencia de la pandemia de coronavirus.

La sacudida en Estados Unidos también afectó el precio del crudo Brent, de referencia en Europa y en el resto del mundo, cuyo valor a futuro para entrega en junio disminuyó este lunes un 8,90% hasta los US$25,58.

1. Backwardation
Uno de los elementos que jugó un papel más destacado en lo ocurrido con el WTI este lunes tiene que ver con que este martes culmina en Estados Unidos el plazo para el cierre de los contratos de petróleo para entrega en mayo. Eso quiere decir que, para entonces, quien tenga vigente un contrato de este tipo tendrá que honrarlo y hacerse cargo del crudo que le entregarán el próximo mes. Sin embargo, este lunes los compradores parecían desesperados por deshacerse de esos contratos y entregárselo a alguien que quisiera tomar posesión física de esos barriles.

"Ellos no tienen dónde vender ese petróleo y, ante la caída de los precios, el costo de almacenarlo terminaría siendo más alto que el propio precio del petróleo, por lo que están dispuestos a pagar para que no les entreguen ese crudo", señala el economista petrolero José Toro Hardy, quien fue miembro de la junta directiva de la estatal venezolana PDVSA.



El experto explica que en estos momentos los compradores creen que se vive una situación conocida como "Backwardation", lo que quiere decir que los precios en el futuro inmediato van a ser más bajos que los actuales lo que elimina todo incentivo para comprar ahora.

2. Los depósitos en Cushing

El segundo elemento que incidió en el desplome del WTI tiene que ver con que la capacidad física de almacenamiento de crudo en Estados Unidos está bastante reducida debido a la acumulación de inventarios. Quienes negocian con petróleo en Estados Unidos suelen guardar el crudo que adquieren en depósitos ubicados en la localidad de Cushing (Oklahoma) para sacarlo luego a la venta cuando surgen en los mercados a futuro precios más altos.

Sin embargo, la capacidad de almacenamiento allí parece estar llegando a su tope a gran velocidad. Citando un informe de la consultora Genscape, analistas petroleros indicaron que los inventarios en Cushing crecieron 9% en la semana que culminó el pasado 17 de abril.

"La capacidad de almacenamiento está demasiado limitada como para que los especuladores quieran comprar esos contratos y las refinerías están procesando poco porque en la mayor parte de los estados (de Estados Unidos) se mantienen las órdenes de confinamiento", señaló Phil Flynn, analista de Price Futures Group, a la agencia Reuters. Así, mientras más llenos están los tanques y menos perspectivas hay de un aumento de precios, conservar los contratos de futuro para WTI significaba para muchos compradores sumar pérdidas y dolores de cabeza.

3. Un mercado saturado y sin demanda
La acumulación de inventarios y la caída de los precios del crudo son, a su vez, consecuencia de la deriva que en los últimos meses ha tomado el mercado petrolero mundial golpeado por el doble efecto de un exceso de producción y de un frenazo de la demanda.

Desde inicios del año, los precios del petróleo venían descendiendo como consecuencia de un exceso de producción y de la caída de la demanda en China, que tuvo que ralentizar su actividad económica para hacer frente a la crisis del coronavirus.

Esta situación se agravó en marzo, cuando Rusia se negó a acceder a una propuesta de Arabia Saudita en el marco del grupo conocido como OPEP+ (conformado por los países de la OPEP más otros productores no miembros) para reducir la producción en 1,5 millones de barriles al día para intentar apuntalar los precios.

Tras el fracaso de esas negociaciones, Riad inició una guerra de precios contra Moscú y anunció un aumento de su producción, iniciando una guerra de precios.
Luego de una mediación del gobierno de Donald Trump, el 12 de abril los países de OPEP+ acordaron reducir en 10% la producción mundial de crudo a partir del 1 de mayo. Este recorte enorme -estimado en unos 9,6 millones de barriles diarios- corre el riesgo de llegar tarde y de ser insuficiente para la situación actual del mercado, según muchos analistas, pues es claramente menor que la caída de la demanda que se ha producido en torno a 30%.

"En este momento, prácticamente todo el planeta está en cuarentena. No hay consumo de gasolina en los autos, en los aviones, en los buques. La caída de la demanda ha sido tan brusca que se presentan distorsiones muy fuertes", señala Toro Hardy, al apuntar que, tras los confinamientos en China, la epidemia de coronavirus llevó también a la paralización de Europa y Estados Unidos, grandes consumidores de petróleo. El experto considera que progresivamente oferta y demanda de crudo se irán encontrando, pero advierte que no se puede predecir cuándo ocurrirá dependerá de la evolución del coronavirus. Destaca que, por lo pronto, los precios de futuro del WTI -que sirve de referencia para todo el crudo estadounidense- para junio se ubican en terreno positivo (este lunes cerraron en torno a US$20,43), por la esperanza de los mercados en que para entonces ya se haya iniciado la reactivación de la economía. Toro Hardy advierte, sin embargo, que la situación actual golpeará muy duro a los productores y sacará del mercado a aquellos que son más ineficientes o cuyos costos de producción son muy elevados.

¿Cómo afectará a los países de América Latina?
La caída de los precios del petróleo suele ser una noticia bien recibida en los países consumidores y un motivo de preocupación para los productores.
En el caso de América Latina, Toro Hardy señala que el país más golpeado será Venezuela, aunque también impactará en Colombia, México y Brasil.

Destaca que Venezuela se encuentra duramente afectada en los dos elementos que determinan su ingreso petrolero. "Si la producción ha caído como lo ha hecho en los últimos tiempos y el precio también, la situación se hace inmanejable", apunta.

Guillermo Olmo, corresponsal de BBC Mundo en Venezuela, subraya que a estos factores se suma el efecto de las sanciones de Estados Unidos sobre la actividad petrolera venezolana.

"Para convencer a potenciales compradores temerosos de ser sancionados, la petrolera estatal venezolana, PDVSA se está viendo obligada a ofrecer enormes descuentos y fuentes del sector aseguran que su barril de crudo pesado se vende ya a no más de US$6. Puede que ni siquiera esos descuentos sean incentivo suficiente en el contexto actual, con un mercado saturado de crudo barato", afirma.

En el caso de México, el desplome del precio del crudo en Estados Unidos no solamente puede significar algo más que una disminución de ingresos. "La noticia supone un duro varapalo para el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dejó claro desde el inicio de su mandato que rescatar la estatal Petróleos Mexicanos de su peor crisis de producción en décadas era una de sus grandes prioridades", señalan Marcos González Díaz y Alberto Nájar, desde la corresponsalía de BBC Mundo en Ciudad de México.

Destacan que AMLO fue duramente criticado por no haber accedido oportunamente a la primera propuesta de recorte de producción en el marco del grupo OPEP+ y que incluso en su plan de reactivación económica en el marco de la pandemia de covid-19, el mandatario volvió a dejar claro que uno de sus proyectos estrella seguía adelante: la construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco, su estado natal. "A la espera de conocer la reacción de AMLO a lo ocurrido este lunes, la caída en el precio del crudo mexicano puede impactar no solo en las finanzas del país sino también suponerle un costo político al presidente, quien ya vio notablemente reducido su nivel de popularidad por su gestión ante el coronavirus", aseguran.

En cuanto a Colombia, este país destinó grandes esfuerzos durante la última a aumentar su producción petrolera hasta convertirse en un importante exportador en la región. "Ahora esto le empieza a pesar al país, porque la mitad de sus ingresos en divisas provienen del petróleo. Durante el último mes el peso colombiano ha perdido 15% de su valor, lo que se puede traducir en inflación, déficit comercial y fiscal y, como ya anticiparon órganos especializados, una recesión", afirma Daniel Pardo, corresponsal de BBC Mundo en Bogotá.

Explica que históricamente la economía colombiana ha sido una de las más estables de la región. Pero la crisis del coronavirus puede acabar con esa tradición.

Indica que inicialmente, los productores de petróleo colombianos habían reducido las exportaciones y estaban acumulando inventario para cuando los precios aumentaran, pero, al parecer, no hay suficiente espacio para almacenar el crudo por lo que la producción tendrá que bajar aún más y pozos y campos petroleros pueden cerrar.

"Para un país con un 25% de pobreza y un 50% del empleo informal, que además viene de recibir a 2 millones de migrantes venezolanos, esta caída del petróleo significa un duro golpe", apunta.

Brasil, por su parte, que justo en 2019 rompió su récord de producción al extraer más de 1.000 millones de barriles durante ese lapso, ya había anunciado a inicios de abril un recorte de producción de 200.000 barriles diarios para hacer frente a la caída de la demanda.

Sin embargo, no todo son malas noticias. Ecuador, otro de los productores de crudo de la región, informó que valora la posibilidad de aprovechar la caída de los precios para eliminar los subsidios al combustible que le cuestan al gobierno mucho dinero cada año.

El gobierno del presidente Lenín Moreno intentó eliminar el año pasado estos subsidios, lo que desató una fuerte ola de protestas que le obligó a retroceder en su decisión.

Sin embargo, este lunes el ministro de Energía, René Ortiz, destacó que la caída de los precios del crudo planteaba una buena oportunidad para abandonar esos subsidios pues el precio de mercado del combustible es tan económico como el precio subsidiado.

Indicó que, en el caso de adoptar esa decisión, se tomaría la previsión de establecer un mecanismo para compensar a los más pobres en la eventualidad de que el precio internacional del combustible vuelva a subir.