Las Fuerzas Armadas del Perú y la Policía Nacional nuevamente se ponen al lado de la población, laborando las veinticuatro horas sin importarles el frío, calor y hambre, haciendo cumplir las disposiciones de distanciamiento social que decretó el Gobierno, sin importarles que ellos también podrían ser contagiados, es por ello que la Red Ambiental Amazónica Andina les rinde su reconocimiento: "Gracias Señor Soldado".
Somos una Organización No Gubernamental fundada el 09 de enero del 2004, dedicada a apoyar el Desarrollo Sostenible, Acción Climática, Protección del Ambiente, Amazonía, Ande, Derechos Humanos, Defensa de la Diversidad Cultural - Étnica, Ordenamiento territorial.
miércoles, 18 de marzo de 2020
sábado, 14 de marzo de 2020
MEDIDAS COMBATIR LA DESINFORMACIÓN DEL CORONAVIRUS
Así como avanza el coronavirus, se propaga también la información falsa o engañosa en las redes sociales y plataformas como WhatsApp en relación a esta pandemia. Los gigantes tecnológicos empezaron a reforzar algunas medidas para combatir la desinformación pero en algunos casos eso no basta.
En los últimos días comenzó a circular por WhatsApp unos consejos que se atribuyen a la La doctora González Ayala, que es profesora titular de la Cátedra de Infectología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata.
La información que circula tiene varios supuestos falsos y además no fueron dichos por la médica. La especialista explicó, en un comunicado difundido en la página de la universidad, que “la circulación de esta información errónea constituye una afrenta a la salud pública”. Hay otras cadenas que replican ese mismo contenido pero atribuyendo la información a otra fuentes.
En el texto se menciona que, como el virus no resiste el calor se sugiere consumir bebidas calientes como medida de protección. Pero esto fue desmentido por especialistas. “No existe ninguna información científica que compruebe que tomar bebidas calientes tenga algún tipo de efecto sobre el coronavirus. No hay ningún estudio que indique que las medidas calientes previenen o tienen algún efecto sobre el COVID-19″.
viernes, 13 de marzo de 2020
Una comparación entre dengue y el coronavirus, las dos amenazas virales que afectan este verano al Perú
En lo que va del año, solo en Perú hay 14.358 personas infectadas por el dengue y 25 han fallecido a causa de este virus. Por el coronavirus, felizmente, todavía no hay casos mortales, pero existen hasta hoy 38 personas infectadas que se encuentran en aislamiento.
Fue en 1991 que se dio la primera alerta sobre el dengue en el Perú, en Piura, donde apareció un paciente infectado. Desde ese momento, la enfermedad brota periódicamente en zonas con mayor temperatura y humedad como Tumbes, Piura, Amazonas, Madre de Dios e Iquitos.
Desde el 2018, las cifras de las víctimas del dengue han ido en aumento. Ese año se registraron 18 fallecidos y 4.698 infectados. En el 2019 fueron 39 las víctimas mortales y 15.650 infectados. Y, a tan solo dos meses de haber comenzado el 2020, existen ya 25 muertos y 14.358 infectados, y los casos van en aumento.
Por otro lado, el covid-19 es un virus que surgió el año pasado en China, pero recién ha llegado al Perú y hace una semana. La primera persona infectada se conoció el viernes 6 de marzo. Si bien la tasa de mortalidad del coronavirus es de 3,4% según la Organización Mundial de la Salud, y la del dengue es menos de 1% gracias a las vacunas, veamos cómo están afectando ambas enfermedades a los peruanos.
Dengue:
- Fallecidos: 25 (en el 2020)
- Infectados: 14.358
- Vacuna: Sí.
- Cepas: DEN-1, DEN-2, DEN-3, DEN-4.
- Transmisión: Picadura de mosquito Aedes Aegypti.
- Periodo de incubación: Entre 4 - 5 días, o 12 días como máximo.
- Síntomas: fiebre alta, dolor de cabeza, ojos y musculares. Cuando la enfermedad es grave puede haber moretones y sangrado.
- Protección: lavar, cepillar y tapar los recipientes donde se guarda el agua, cambiar el agua de los floreros cada tres días, cambiar el agua del bebedero de los animales diariamente y eliminar los objetos inservibles donde se pueda acumular agua.
- Tratamiento: No hay un tratamiento específico. Los síntomas se tratan con analgésicos y antipiréticos (paracetamol). Es importante también que el paciente esté en reposo e ingiera líquidos.
Coronavirus:
- Fallecidos: 0
- Infectados: 38
- Vacuna: No
- Cepas: SARS, MERS, COVID
- Transmisión: fluidos (tos o estornudo) procedentes de la persona infectada.
- Periodo de incubación: entre 1 y 14 días. Mayormente a los 5 días se presentan los síntomas.
- Síntomas: fiebre, tos seca, cansancio y dificultad para respirar.
- Protección: Lavarse las manos frecuentemente, al toser o estornudar debe cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo. Mantenga una distancia mínima de 1 metro entre usted y cualquier persona que tosa o estornude. Evite tocarse ojos, nariz y boca.
- Tratamiento: No hay tratamiento. Alrededor del 80% de personas afectadas se recupera sin necesidad de algún cuidado especial. Una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Los antibióticos no son eficaces contra los virus, solo contra las infecciones bacterianas. La COVID-19 está causada por un virus, de modo que los antibióticos no sirven frente a ella.
miércoles, 11 de marzo de 2020
LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA Y LA TRANSFORMACIÓN DE LA VIDA EN LA TIERRA
La vida sobre nuestro planeta es el resultado de más de 3.500 millones de años de evolución. La misma que ha sido configurado por fuerzas tales como el cambio de la corteza terrestre, las edades glaciales, el fuego y la interacción entre las especies.
En la actualidad nuestro planeta está siendo alterado por nosotros (los humanos). Desde el comienzo de la agricultura, hace unos 10,000 años, y hasta la revolución industrial de los últimos tres siglos, hemos modificado nuestros paisajes en una escala cada vez más grande e irreversible. De talar árboles con herramientas de piedra hemos llegado literalmente a mover montañas para extraer los recursos de la Tierra. Los antiguos métodos de recolección están siendo sustituidos por tecnologías transformadoras, a menudo sin ningún tipo de control que evite la sobre recolección. Por ejemplo, los recursos pesqueros que durante siglos vienen alimentando a nuestros pueblos estarán quedando agotados en unos pocos años por obra de flota de embarcaciones enormes, estas disponen una instrumentación que están orientados por radares las mismas que utilizan redes capaces de "engullir" una docena de aviones supersónicos en un momento. Al consumir una proporción cada vez mayor de los recursos naturales, estamos obteniendo una alimentación más abundante y mejores condiciones de vivienda, saneamiento y atención de salud, pero todo estos logros muchas veces están acompañados por una creciente degradación del medio ambiente, que puede traducirse luego en la degradación de las economías y la sociedad a la que sustenta.
Hasta el año 2000, la población del mundo llegó a los 6,000 millones de habitantes. Los expertos de las Naciones Unidas pronostican que el mundo deberá encontrar recursos para una población de 9,000 millones dentro de 50 años.
Nuestra demanda sobre los recursos naturales del planeta crece con una rapidez incluso mayor que las cifras indicadas; desde 1950, la población se ha duplicado, pero la economía global se ha quintuplicado. Además, los beneficios no se distribuyen equitativamente; en gran parte el crecimiento económico se ha limitado solo a algunos pocos países industrializados.
Al mismo tiempo, nuestros patrones de asentamiento están cambiando nuestras relaciones con el medio ambiente. Casi la mitad de la población mundial vive en pueblos y ciudades (migración acelerada del campo a la ciudad). Muchas personas perciben la naturaleza como algo que se encuentra distante a su vida cotidiana. Cada vez más las personas asocian los alimentos a los que se expenden en los super market, y se olvida a aquellos alimentos de origen natural.
El valor de la diversidad biológica
Los recursos biológicos son los pilares que sustentan las civilizaciones. Los productos de la naturaleza sirven de base a todas las industrias sea cual fuese su diversidad como la agricultura, químico, farmacéutica, la industria del papel, la horticultura, la construcción y el tratamiento de desechos. La pérdida de esta diversidad biológica amenaza nuestros suministros alimentarios, nuestras posibilidades de recreación, turismo, fuentes de madera, medicamentos y energía. Así mismo interfiere con las funciones ecológicas esenciales. Nuestra necesidad de aquellos componentes que nos proporciona la naturaleza de los cuales alguna vez hicimos caso omiso con frecuencia es importante e imprevisible. Cuando el peligro nos acecha recién pensamos en lo natural y volteamos nuestra mirada a nuestro gran almacén que es la naturaleza para curar nuestras enfermedades, algunas infusiones de genes resistentes procedentes de plantas silvestres, para salvar nuestros cultivos de las invasiones de plagas. Es más, la amplia gama de interacciones entre los diversos componentes de la diversidad biológica es lo que permite que el planeta pueda estar habitado por todas las especies, incluidos los seres humanos. Nuestra salud individual, y la salud de nuestra economía y de la sociedad humana, dependen del continuo suministro de los diversos servicios que nos brinda la naturaleza, y que serían sumamente costosos o imposibles de reemplazar. Estos servicios naturales son tan variados, y prácticamente infinitos. Por ejemplo, sería casi imposible sustituir, en gran medida, el control de plagas que cumplen diversas criaturas que integran la cadena alimentaria, o la polinización que llevan a cabo los insectos y las aves en su actividad cotidiana.
La bolsa de "bienes y servicios" prestados por los ecosistemas pueden mencionarse:
- El suministro de madera, combustible y fibra
- El suministro de vivienda y materiales de construcción
- La purificación del aire y el agua
- La descomposición de los desechos
- La estabilización y moderación del clima de la Tierra
- La moderación de las inundaciones, sequías, temperaturas extremas y fuerza del viento
- La generación y renovación de la fertilidad del suelo, incluido el ciclo de los nutrientes
- La polinización de las plantas.
- El control de plagas y enfermedades
- El mantenimiento de los recursos genéticos como contribución fundamental para las variedades de cultivos y razas de animales, los medicamentos y otros productos
- Los beneficios culturales y estéticos
- La capacidad de adaptación al cambio.
La diversidad biológica en peligro
Cuando la mayoría de las personas piensan en los peligros que acechan al mundo natural, en general evocan la amenaza a otras criaturas. La disminución en el número de animales tan representativos como el Cóndor de nuestros andes, el cocodrilo de nuestros manglares en tumbes, los pandas, los tigres, los elefantes, las ballenas y diversas especies de aves han atraído la atención mundial hacia el problema de las especies en peligro de extinción. Hay algunas especies que han estado desapareciendo a un ritmo entre 50 y 100 veces superior al ritmo natural, y se prevé que esto se intensifique de forma dramática. Sobre la base de las tendencias actuales, una cantidad estimada en 34,000 plantas y 5,200 especies animales, incluyendo que una de cada ocho especies de aves del mundo, estarían en peligro de extinción.
Durante miles de años hemos logrado una amplia gama de plantas y animales domesticados importantes para la alimentación. Pero esta reserva se está contrayendo a medida que la agricultura comercial moderna se centra en relativamente pocas variedades de cultivos. Además, el 30% de las variedades de las principales especies de animales de granja se encuentran actualmente expuestas a alto riesgo de extinción.
Si bien la pérdida de especies llama nuestra atención, la amenaza más grave a la diversidad biológica es la fragmentación, degradación y la pérdida directa de los bosques, humedales, arrecifes de coral y otros ecosistemas. Los bosques albergan gran parte de la diversidad biológica conocida en la Tierra, pero cerca del 45% de los bosques originales han desaparecido, como resultado de las talas emprendidas principalmente durante el siglo pasado. Pese a que ha habido cierta repoblación, los bosques de todo el mundo se siguen reduciendo rápidamente, especialmente en nuestra amazonia. Los manglares especialmente en el Departamento de Tumbes, un hábitat fundamental de cría de innumerables especies, están también en situación de vulnerabilidad, y la mitad de las especies ya han desaparecido.
Los cambios atmosféricos mundiales, por ejemplo, el agotamiento de la capa de ozono y el cambio climático, sólo agregan nuevas fuentes de presión. El debilitamiento de la capa de ozono permite que un mayor volumen de radiaciones ultravioletas B alcance la superficie de la Tierra, donde daña el tejido vivo. El calentamiento mundial ya está cambiando los hábitats y la distribución de las especies. Los científicos advierten que incluso un aumento de un grado en la temperatura mundial media, si se produce abruptamente, puede ser de serias consecuencias para muchas especies. Nuestros sistemas de producción alimentaria también podrían verse gravemente perturbados.
La pérdida de la diversidad biológica con frecuencia reduce la productividad de los ecosistemas y de esta manera disminuye la "bolsa" de bienes y servicios que nos ofrece la naturaleza, y de la cual sacamos provecho constantemente. Ello desestabiliza los ecosistemas y debilita su capacidad para hacer frente a los desastres naturales como inundaciones, sequías y huracanes y las presiones causadas por el hombre, por ejemplo, la contaminación y el cambio climático. Ya estamos gastando sumas enormes para intervenir en casos de daños de inundaciones y tormentas, exacerbados por la deforestación (La tala y quema del bosque amazónico es propiciado mayormente por la práctica de la agricultura migratoria, los cultivos ilícitos y otras actividades productivas. A 1990, de los 75 millones de Ha de bosque, se habían deforestado 7 millones; a una tasa de deforestación de 260 000 Ha/año), se prevé que estos daños han de aumentar debido al calentamiento global.
La reducción de la diversidad biológica también nos afecta de otras maneras. Nuestra identidad cultural está profundamente arraigada en nuestro entorno biológico. Las plantas y los animales son los símbolos de nuestro mundo, y están preservados en nuestra bandera, esculturas y otras imágenes que nos definen a nosotros y a nuestra sociedad. Extraemos nuestra inspiración simplemente mirando a nuestro alrededor la belleza y el poder de la naturaleza.
Si bien la pérdida de especies siempre ha ocurrido como un fenómeno natural, el ritmo de la extinción se ha acelerado de forma espectacular como resultado de la actividad humana. Los ecosistemas se están fragmentando o desapareciendo y numerosas especies están en disminución o ya extintas. Estamos forjando la mayor crisis de extinción desde el desastre natural que hizo desaparecer a los dinosaurios hace 65 millones de años. Esta extinción de especies es irreversible y, habida cuenta de nuestra dependencia en los cultivos alimentarios, los medicamentos y otros recursos biológicos, representa una amenaza para nuestro bienestar. Resulta temerario, sino directamente peligroso, atentar continuamente contra el sistema que sustenta nuestra vida. Además, es poco ético causar la extinción de otras formas de vida y, de esta manera, privar a las generaciones presentes y futuras de opciones para su supervivencia y desarrollo.
Los Glaciares y el Cambio Climático
De toda la región comprendida entre los trópicos en el mundo, la mayor superficie glaciar se encuentra en las montañas peruanas.
• Los cambios climáticos sus impactos y la gestión del recurso agua son las prioridades científicas del siglo XXI.
• Por su gran sensibilidad al cambio climático, los glaciares tropicales son excelentes indicadores de la evolución del clima.
• Tres capitales de América latina (Lima, La Paz y Quito) dependen en parte del agua de la fusión de los glaciares, y también los sectores agrícola, industrial, energético, etc.
• Según estudios científicos se ha determinado una reducción del área de la Cordillera Blanca durante 27 años (1962-1998) de 111,89 km2 (15.46%).
Nos preguntamos; ¿Podemos salvar los ecosistemas y con ellos las especies que apreciamos y otros millones de especies que, en algunos casos, pueden producir los alimentos y los medicamentos del mañana? La respuesta radicará en nuestra capacidad para armonizar nuestras demandas con la capacidad de la naturaleza para producir lo que necesitamos y absorber de forma inocua lo que desechamos.
sábado, 7 de marzo de 2020
ORGANISMOS MODIFICADOS GENÉTICAMENTE
Los alimentos transgénicos ya están en nuestra mesa. Son parte de la globalización económica: diseñados por grandes multinacionales ávidas de beneficios, llegan a buena parte del globo para ser consumidos por gente como tú. ¿Conoces sus riesgos?
En el año 2005 la Red Ambiental Amazónica Andina expreso en nuestro medio lo que significaba para el País el ingreso de los organismos modificados genéticamente sin que nadie hiciera eco a nuestra denuncia, en la actualidad vemos que algunos políticos, periodistas hacen referencia a este tema, será porque estamos en una carrera electoral y es necesario hacer ver que existe la preocupación sobre este tema? o solo se trata de un pretexto político para sus aspiraciones personales?, solo el tiempo lo dirá, queremos compartir este tema a todos nuestros seguidores espero que les sensibilice y comprendamos ante que estamos:
¿QUÉ SON LOS ORGANISMOS MODIFICADOS GENÉTICAMENTE?
Es un organismo vivo que ha sido creado artificialmente manipulando sus genes. Las técnicas de ingeniería genética consisten en aislar segmentos del ADN (el material genético) de un ser vivo (virus, bacteria, vegetal, animal e incluso humano) para introducirlos en el material hereditario de otro. Por ejemplo, el maíz transgénico que se cultiva en España lleva genes de bacteria que le permiten producir una sustancia insecticida.
La diferencia fundamental con las técnicas tradicionales de mejora genética es que permiten franquear las barreras entre especies para crear seres vivos que no existían en la naturaleza. Se trata de un experimento a gran escala basado en un modelo científico que está en entredicho.
La ingeniería genética aplicada para la creación de los cultivos transgénicos parte del principio de que los genes tienen una función en sí mismos, sin tener en consideración cualquier otro factor interno o externo al organismo. Estas incertidumbres hacen que no se pueda descartar el fenómeno de ”inestabilidad genética” de los OMG.
Todas las células de los seres vivos contienen la información genética en los cromosomas. Los cromosomas están formados por moléculas de ADN las cuales están formadas a su vez por bases o unidades de información genética.
Cada gen está formado por un número variable de estas unidades. Los genes determinan, por medio de un complejo código, las características de cada organismo.
El ser humano tiene un código genético, mientras que la lechuga, por ejemplo, tiene otro. Además, dentro de una misma especie, existen variaciones en el código genético de unos individuos a otros.
Mediante las técnicas de ingeniería genética actuales, se puede introducir un gen de un organismo en otro, incluso aunque sean de diferentes especies. Por ejemplo, es posible transferir a una lechuga un gen proveniente de un escorpión. A esto se le llama manipulación genética.
Con esta técnica pueden modificarse las características fisiológicas del organismo tratado. Sería posible, por ejemplo, que una lechuga a la que se ha añadido determinado gen procedente del escorpión, produzca veneno de escorpión. El organismo creado de esta forma recibe el nombre de Organismo Modificado Genéticamente, o más coloquialmente transgénico.
Sobre la manipulación genética de los alimentos: más vale prevenir que curar
Este texto expone brevemente las razones por las que diferentes sectores de la sociedad (científicos, consumidores, ecologistas, sindicalistas, agricultores...) creemos que los alimentos obtenidos por manipulación genética hoy por hoy están muy lejos de ser seguros.
Alimentos obtenidos por manipulación genética son: • Los organismos que se pueden utilizar como alimento y que han sido sometidos a ingeniería genética (por ejemplo, plantas manipuladas genéticamente que se cosechan),
• Alimentos que contienen un ingrediente o aditivo derivado de un organismo sometido a ingeniería genética.
• Alimentos que se han producido utilizando un producto auxiliar para el procesamiento (por ejemplo, enzimas) creado por medio de la ingeniería genética. Aunque sea menos preciso, resulta habitual referirse a este tipo de sustancias como alimentos transgénicos o alimentos recombinantes.
Para la introducción de genes foráneos en la planta o en el animal comestibles es necesario utilizar como herramienta lo que en ingeniería genética se llama un vector de transformación: "parásitos genéticos" como plásmidos y virus, a menudo inductores de tumores y otras enfermedades como sarcomas, leucemias... Aunque normalmente estos vectores se "mutilan" en el laboratorio para eliminar sus propiedades patógenas, se ha descrito la habilidad de estos vectores mutilados para reactivarse, pudiendo generar nuevos patógenos. Además, estos vectores llevan genes marcadores que confieren resistencia a antibióticos como la kanamicina (gen presente en el tomate transgénico de Calgene) o la ampicilina (gen presente en el maíz transgénico de Novartis), resistencias que se pueden incorporar a las poblaciones bacterianas (de nuestros intestinos, del agua o del suelo). La aparición de más cepas bacterianas patógenas resistentes a antibióticos (un problema sobre el que la OMS no deja de alertar en los últimos años) constituye un peligro para la salud pública imposible de ignorar o minimizar.
VACÍO DE CONOCIMIENTO
Si bien la ingeniería genética es una herramienta potentísima para la manipulación de los genes, actualmente existe un gran vacío de conocimiento sobre el funcionamiento genético de la planta o animal que se va a manipular.
¿Qué genes se activan y se desactivan a lo largo del ciclo vital de una determinada variedad de planta, cómo y porqué lo hacen? ¿Cómo influye el nuevo gen introducido en el funcionamiento del resto del genoma de la planta? ¿Cómo altera el entorno el encendido o el apagado de los genes de la planta cultivada? Actualmente, todas estas preguntas se encuentran, en gran medida, sin respuesta. La introducción de genes nuevos en el genoma de la planta o del animal manipulado provoca alteraciones impredecibles de su funcionamiento genético y de su metabolismo celular, y esto puede acarrear:
i)La producción de proteínas extrañas causantes de procesos alérgicos en los consumidores (estudios sobre la soja transgénica de Pioneer demostraron que provocaba reacciones alérgicas, no encontradas en la soja no manipulada)
ii)La producción de sustancias tóxicas que no están presentes en el alimento no manipulado (en EE.UU, la ingestión del aminoácido triptófano, producido por una bacteria modificada genéticamente, dio como resultado 27 personas muertas y mas de 1500 afectados)
iii)Alteraciones de las propiedades nutritivas (proporción de azúcares, grasas, proteínas, vitaminas).
Hay suficientes peligros reales como para afirmar que estos alimentos no son seguros. Hoy por hoy, la comercialización de alimentos transgénicos es un acto irresponsable que nos convierte a los consumidores en cobayas humanos. Las multinacionales agroquímicas (que desean que para el 2010 haya componentes transgénicos en un 60-70% de los productos comercializados) se prometen grandes beneficios económicos, pero el riesgo lo ponemos nosotros y el medio ambiente. Las tristes experiencias pasadas con biácidas como el DDT -que se difundieron masivamente en su día, promocionándolos con promesas parecidas a las que ahora se emplean en relación con las biotecnologías, y hoy están prohibidos debido a los gravísimos problemas ambientales y sanitarios causados- aconsejan una prudencia extrema, aplicando la sabiduría contenida en el dicho "más vale prevenir que curar".
PELIGROS PARA EL MEDIO AMBIENTE
Además de los riesgos sanitarios, los peligros para el medio ambiente son incluso más preocupantes. La extensión de cultivos transgénicos pone en peligro la biodiversidad del planeta, potencia la erosión y la contaminación genética, y potencia el uso de herbicidas (un importante foco de contaminación de las aguas y de los suelos de cultivo). Según un informe de la OCDE, el 66% de las experimentaciones de campo con cultivos transgénicos que se realizaron en años recientes estuvieron encaminadas a la creación de plantas resistentes a herbicidas. Tal es el caso de la soja transgénica de Monsanto, resistente al herbicida Roundup, que produce la misma multinacional. La Agencia de Medio Ambiente de EE.UU (US EPA) considera que este herbicida de amplio espectro es el responsable de poner al borde de la extinción una gran variedad de especies vegetales de EE.UU.; también se le considera uno de los herbicidas mas tóxicos para microorganismos del suelo como hongos, actinomicetos y levaduras. Otra de las preocupaciones fundadas acerca de los cultivos transgénicos es el posible escape de los genes transferidos hacia poblaciones de plantas silvestres relacionadas con estos cultivos, mediante el flujo de polen: ya ha sido bien documentada la existencia de numerosas hibridaciones entre casi todos los cultivos transgénicos y sus parientes silvestres. La introducción de plantas transgénicas resistentes a plaguicidas y herbicidas en los campos de cultivo conlleva un elevado riesgo de que estos genes de resistencia pasen, por polinización cruzada, a malas hierbas silvestres emparentadas, creándose así "super malas hierbas" capaces de causar graves daños en cultivos y ecosistemas naturales. A su vez, estas plantas transgénicas, con características nuevas, pueden desplazar a especies autóctonas de sus nichos ecológicos. La liberación de organismos modificados genéticamente al medio ambiente tiene consecuencias a menudo imprevisibles e incontrolables pues una vez liberados (el animal o la planta) al medio ambiente, estos se reproducen y se dispersan por su hábitat, sin que podamos hacer ya nada para controlarlos. Por no poner sino un último ejemplo: se ha documentado ya cómo plantas manipuladas genéticamente con genes virales para inducir resistencia a los virus originaban en poco tiempo, por recombinación, nuevas cepas virales más activas.
En Europa el debate está abierto. En diciembre de 1996 llegó a Barcelona el primer cargamento de soja transgénica procedente de EE.UU, entre las protestas de los grupos ecologistas. Encuestas realizadas en numerosos países han revelado un rechazo generalizado al consumo de alimentos transgénicos por parte de la población. Las autoridades de la UE están sufriendo una enorme presión por parte del gobierno de EE.UU y de las multinacionales agroquímicas para conseguir una legislación laxa que no ponga ningún tipo de restricción a los cultivos y a los alimentos transgénicos.
Se intenta que países como Luxemburgo, Italia y Austria, que habían prohibido el maíz transgénico de Novartis, vuelvan atrás sobre su decisión. Los vegetales transgénicos se comercializan mezclados con los normales, y además las compañías se niegan al etiquetado distintivo, con lo que el ciudadano o ciudadana se encuentra totalmente indefenso y sin posibilidad de elección. El interés crematístico y monopolístico de las multinacionales agroquímicas no es el mejor seguro para nuestra seguridad alimentaria, nuestra salud ni la habitabilidad de la biosfera.
Escolares en el Cuzco, plantan 10 mil pinos en zonas afectadas por incendios
Estudiantes del Colegio Emblemático Mateo Pumacahua de Sicuani, Cusco, así como profesores y padres de familia, sembraron 10 000 plantones de pino en áreas donde hubo incendios forestales.
Esta jornada fue llevada a cabo la segunda semana de diciembre del año pasado, en un trabajo conjunto trasladaron los plantones hasta las faldas del cerro de la comunidad de Chumo.
Para realizar esta labor, los escolares recibieron la asistencia técnica de la Agencia Agraria de la Dirección Regional de Agricultura-Cusco y el apoyo de la Municipalidad Distrital de Pitumarca, la Gerencia de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Canchis y de los pobladores de la comunidad en mención.
sábado, 29 de febrero de 2020
La nieve de la Antártida se volvió roja: no es sangre, pero es igual de peligrosa
El cambio climático está afectando severamente a todo el mundo y sus consecuencias ya son visibles, literalmente. En la Antártida, el pasado lunes gran parte de la nieve se volvió “rojo sangre” y dejó intrigados a los científicos.
Los investigadores en la Estación Académico Vernadsky se sorprendieron al ver todo este tinte rojo en los bloques de hielo del lugar.
No es sangre, pero es igual de preocupante
El Ministerio de Educación y Ciencias de Ucrania explicó el fenómeno desde su cuenta de Facebook. Según detallan, las altas temperaturas conseguidas han hecho florecer a un particular tipo de alga:
Estos pequeños organismos han encontrado su nicho en climas extremadamente fríos. Durante los meses de invierno, están inactivos, esperando que el hielo y la nieve se descongelen. Cuando el ambiente se calienta, florecen y se replican en su entorno. Las algas cambian de color de verde a naranja a rojo durante su ciclo de vida, con flores particularmente intensas durante largos períodos de temperaturas justas.
Aunque no fueron miles de pingüinos o focas asesinadas, las algas microscópicas conocidas como Chlamydomonas nivalis que aparecieron durante las altas temperaturas (el caso de la Antártida está en 20,75 Celsius) siguen siendo igual de perjudiciales. El color blanco refleja una mayor cantidad de luz, lo que preserva un mayor tiempo de los bloques de hielo. El color rojo hace todo lo contrario, contribuyendo a su derretimiento.
Este fenómeno también se observa regularmente en el Ártico y los Alpes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)