miércoles, 12 de septiembre de 2012

¿QUÉ PROVOCA EL CALENTAMIENTO GLOBAL?

El rápido calentamiento de las zonas árticas y otros desastres climáticos han llevado a los científicos a determinar que estamos por encima del límite seguro con 387 ppm (partes por millón). Si no somos capaces de retornar rápidamente a las 350 ppm en este siglo, existe el riesgo de que ocurran desastres irreversibles como el derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia y la liberación de grandes cantidades de gas metano proveniente del derretimiento de la capa de hielo subterránea.


Durante toda la historia de la humanidad hasta hace 200 años, la atmósfera ha contenido 275 partes de dióxido de carbono por millón. Las partes por millón se refieren a la proporción del número de moléculas de dióxido de carbono en relación con otras moléculas en la atmósfera. Esa cantidad de CO2 es útil, ya que sin CO2 y sin otro tipo de gases de efecto invernadero que concentran el calor en la atmósfera, la Tierra sería un lugar muy frío, inhabitable para la especie humana.


A principios del siglo XVIII, comenzamos a consumir carbón, gas y petróleo para producir energía y bienes. De este modo, la cantidad de carbono en la atmósfera comenzó a aumentar, primero lentamente y ahora mucho más rápido. Muchas de las actividades diarias que llevamos a cabo, tales como encender la luz, cocinar, utilizar la calefacción o el aire acondicionado en nuestras casas dependen de fuentes de energía, como el carbón y el petróleo, que emiten dióxido de carbono y otros gases que atrapan el calor en la atmósfera. Estamos sacando el carbón de miles de años, almacenado bajo la superficie terrestre en forma de combustibles fósiles, y soltándolo a la atmósfera.


Actualmente los científicos afirman que es demasiado, que este número es el más alto que se ha registrado en la historia de nuestro planeta, y ya estamos comenzando a ver el terrible impacto sobre las personas y lugares en todo el mundo. Los glaciares de todo el mundo se están derritiendo rápidamente y suponen una fuente de agua potable para cientos de millones de personas.



Los mosquitos, que son partidarios de un mundo más cálido, se están propagando por muchos nuevos lugares portando la malaria y el dengue. La sequía se está generalizando, haciendo que los cultivos tengan dificultades para crecer en muchos lugares. El nivel del mar está comenzando a crecer y los científicos advierten que podría aumentar hasta varios metros este siglo. Si esto ocurre, muchas de las ciudades en todo el mundo, islas y campos quedarían inundados. Los océanos son cada vez más ácidos debido al CO2 que absorben y esto genera la desaparición de grandes cantidades de barreras de corales en el mundo. Estas consecuencias están contribuyendo a agravar los conflictos y problemas de seguridad en regiones que ya sufren escasez de recursos.


Probablemente el mensaje más claro de que el cambio climático se está produciendo mucho más rápido de lo que los científicos pensaron nos está llegando desde el Ártico. En el verano de 2007, el hielo marino estaba un 39% por debajo de la media de los veranos del periodo 1979 a 2000, lo que supone una pérdida de superficie equivalente a cinco veces el Reino Unido.

Debido a que la situación empeora más rápido de lo esperado, un grupo de científicos importantes de todo el mundo han modificado el límite máximo seguro de CO2 y en la actualidad es de 350 partes por millón. Este es el último y más importante número que tienen que saber. James Hansen, de la Administración Nacional Aeronáutica y Espacial Estadounidense, el primer científico que advirtió sobre el cambio climático hace más de veinte años, escribió recientemente: “Si la humanidad desea preservar un planeta similar a aquel en el que las civilizaciones se desarrollaron y al que la vida en la Tierra está adaptada, las pruebas paleo climáticas y el cambio climático que está teniendo lugar sugieren que el CO2 debe reducirse desde las 385 partes por millón actuales hasta un máximo de 350 partes por millón”.


Esto no será tarea fácil, pero tampoco imposible. Tenemos que dejar de extraer carbono de la tierra y emitirlo al aire. Por encima de todo, esto significa que tenemos que dejar de quemar tanto carbón y comenzar a utilizar la energía solar, eólica y otras fuentes de energía renovables a la vez que nos aseguramos de proporcionar a los países del sur posibilidades de desarrollo. Si así lo hacemos, la Tierra irá dejando parte del carbono fuera de la atmósfera cíclicamente y terminaremos volviendo al límite seguro. Al disminuir el uso de otros combustibles fósiles y mejorar las prácticas agrícolas y forestales en todo el mundo, podríamos volver a 350 para mediados de siglo. Sin embargo, cuanto más tiempo estemos en la zona de peligro (por encima de 350), más posibilidades tendremos de sufrir terribles consecuencias climáticas.

martes, 4 de septiembre de 2012

¿QUE SON LOS PUEBLOS INDÍGENAS?

Son pueblos que en todos los continentes conservan aún los principios éticos de los albores de la humanidad, que en lo fundamental no han sido deformados por la civilización, ya que desgraciadamente ésta ha influido negativamente en uno u otro grado. Tienen un mismo pensamiento los quechuas del Cusco, los Chancas de Apurímac, los Boras de Loreto, los shipibos de Ucayali, los mapuches de Chile, los nasa de Colombia, los mayas de México, los navajos de EEUU, los cree de Canadá, los dongria kondh de la India, los bosquimanos de África, los sami de Escandinavia, los anangu de Australia.


Los pueblos indígenas consideran que la naturaleza es su Madre, la respetan y la cuidan. Un indígena comento: “Mis antepasados adoraban a la naturaleza, luego vinieron los europeos trayendo el cristianismo que dice que dios es un espíritu que está por encima de la naturaleza, que creó al hombre (a la mujer sólo de su costilla) y creó a la naturaleza al servicio del hombre. Por eso la sociedad cristiana ataca a la naturaleza. Yo prefiero volver a la religión de mis antepasados”.

La gente civilizada se horroriza del panteísmo de los indígenas que considera que dios y naturaleza son lo mismo. Precisamente por ese amor a la naturaleza y su ardiente defensa de ella, ahora el mundo ve cuán fuertemente dicha naturaleza sufre el ataque del sistema, es creciente el respeto a las poblaciones indígenas. La revista de los “Verdes” de Francia llama “Pachamama” (Madre Tierra o Madre Naturaleza en idioma quechua).

Mientras que el sistema impone el criterio de que la felicidad se consigue teniendo mucho dinero, los indígenas consideran que felicidad es vivir satisfactoriamente, aquí algunos ejemplos:

 
Un hacendado le dijo a un indígena amazónico que talara una determinada extensión de selva y le pagaría un machete. El indígena lo hizo muy bien y velozmente. El hacendado le dio el machete y le dijo: “Te ofrezco un negocio redondo: Tala la cuarta parte de lo que hiciste y te doy otro machete”. El indígena le miró extrañado y contestó: “Tengo sólo una mano derecha ¿Para qué necesito dos machetes?” y se fue. No quería progresar, sólo quería vivir.

 
Un indígena amazónico sale con su arco y sus flechas, no sabe si es domingo o lunes, ni la hora, le da igual. Si hay algo digno de cazar o fruto que recoger, lo hace. Pasa por su cultivo que no es de yuca o de maíz, están mezcladas calabazas, plátanos, maíz, yuca. Si hay un arreglo que hacer, lo hace, si hay algo que recoger, lo toma, sigue caminando (si caza un animal grande no lo salará para conservarlo, lo compartirá con los vecinos), regresa a su vivienda. No sabemos si ha estado paseando o trabajando; ha estado viviendo.

Cada población indígena tiene una manera diferente de vestirse, viendo el vestido uno sabe de qué pueblo es. En el Perú, en la sierra fría las mujeres usan vestido abrigado, en la selva andan con muy pocas prendas. Pero se adornan, lo que se ponen no es para verse “bonitas” sino tiene un significado ritual. En el mundo “civilizado” en general, hay un uniforme universal para los varones. Las mujeres, aún en los veranos ardientes están obligadas a tener los senos cubiertos.

 
Respecto a las diferencias, los pueblos indígenas respetan las diferencias culturales, por ejemplo los pueblos selváticos del Perú tienen culturas diferentes, pero se respetan y se unen en la lucha.


Los pueblos indígenas ven al ser humano como una unidad y lo atienden como tal, con productos de la naturaleza, productos vegetales, animales, minerales y ayuda de los espíritus. La medicina moderna ha fragmentado al mínimo al ser humano y cura o erradica partes del cuerpo olvidando al ser humano como tal. Además es un negocio que cura un órgano y enferma otro.

viernes, 17 de agosto de 2012

QUE ESPERA A NUESTROS AGRICULTORES?

Apurimac - Perú
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), unas 860 millones de personas, es decir el 13 % de toda la población mundial, padece hambre crónica que lleva diariamente a la muerte a más de 24,000 personas bajo la mirada indiferente de los gobernantes y la sociedad civil.

Parece que los avances tecnológicos de los que diariamente nos enteramos nos sorprendemos o asustamos, están orientados más al futuro, a la conquista de otros planetas o simplemente al enriquecimiento sin límites de las transnacionales a través de la guerra o el dominio de los recursos naturales de las naciones de África, Asia y América Latina, mientras que la sobrevivencia de los seres humanos dejó de ser la tarea colectiva, sino individual en el actual mundo globalizado. Llegamos a tal extremo que hasta las semillas, que son el pasado, el presente y el futuro de la humanidad se convirtieron en un objeto de especulación en la bolsa internacional de valores.

Precisamente este proceso también está en la mira de los globalizadores quienes durante el gobierno de Ronald Reagan comenzaron la transformación de la Agricultura en la Agroindustria que implicaba también el control sobre las semillas. Por supuesto, la Agroindustria estaba en completa armonía y colaboración con las corporaciones petroleras que la abastecían de fertilizantes químicos y pesticidas. Los “iluminados” de los años ochenta proclamaban a los cuatro vientos que podían controlar el mundo a través del hambre. Los que obedecen recibirán la alimentación y los rebeldes se quedarán con nada. La estrategia de la “Revolución Verde” de la Fundación Rockefeller fue transformada en aquellos años en la “Revolución Genética” introduciendo el uso de las semillas genéticamente modificadas y patentadas (OGM) que fueron presentadas a los países en desarrollo como “Semillas de la Esperanza”.

El control de las semillas OGM se ha concentrado en las cuatro multinacionales: Monsanto, DuPont, Syngenta, Bayer Crop Science y Dow Chemical que ya están manejando el 35 por ciento de la venta de semillas que a su vez son producto base del 50 por ciento de alimentos en el mundo. Actualmente estas semillas modificadas se cultivan en más de 123 millones de hectáreas esparcidas en 23 países del mundo, entre ellos Argentina, Brasil, Chile, Honduras, México, Paraguay y el Perú. El 85 por ciento de los cultivos modificados se cosechan en los EE.UU., Argentina y Canadá, mientras que el 85 por ciento de las semillas OGM son propiedad de la Monsanto. Todo este proceso del dominio de las masas a través del control de semillas fue descrito por el economista y periodista F.William Endhal en su libro “Seeds of Destruction. The Hidden Agenda of GMO”. Argentina fue el primer país en América Latina que se convirtió primero, en el laboratorio de las semillas de soja modificadas y finalmente en un productor monocultivo, deshaciéndose de la tradicional práctica de rotación de cultivos. Según los cálculos de algunos especialistas argentinos, la práctica de monocultivo destruirá la tierra en 50 años.

Pero este problema no le interesa a la Monsanto ni a ninguna de sus otras tres hermanas transnacionales. Será problema argentino, como lo mismo fue el problema de los países asiáticos que permitieron experimentar con el arroz OGM que llevó a la destrucción la diversidad biológica de 140,000 variedades de gran resistencia. Las ambiciones de las cuatro hermanas agroindustriales ya están proyectándose más allá del uso de la tecnología “Terminator” en las semillas modificadas que una vez cosechadas producen nuevas semillas completamente estériles y obligando a los productores a comprar las semillas todos los años. Lo que quieren ahora es tomar bajo su control todas las semillas y plantas existentes. Actualmente en el mundo existen más de 1,400 Bancos de Semillas y Plantas y es lógico que cada país deba crear condiciones adecuadas pensando en las futuras generaciones para preservar sus tesoros naturales – plantas y semillas tradicionales.

Los grandes y poderosos que están tratando de implantar su Orden Mundial tienen otra mentalidad que los gobiernos que están enfocados en cómo producir el dinero y como ser aceptados y legalizados por los amos del mundo. Presentada con bombos y platillos la Bóveda Global de Semillas de Svalbard situada cerca de Longyearbyen en el archipiélago noruego Svalbard en el Océano Ártico, podría ser también parte del proyecto global del control de semillas. Llamada popularmente “Bóveda del Fin del Mundo”, tiene la capacidad para dos mil millones de semillas conservadas a 18 grados bajo cero. Su propósito es preservar la herencia genética de plantas en caso de destrucción de los cultivos mundiales a causa de catástrofes naturales, o humanas, plagas, el cambio climático o guerra nuclear.

En términos generales esta idea de preservar es lógica y necesaria. El problema reside en quién está financiando la “Bóveda del Fin del Mundo”. He aquí donde nos encontramos con las sorpresas. El financiamiento proviene inicialmente de la Fundación Rockefeller, la misma que lanzó la “Revolución Verde”, tristemente conocida también en América Latina, y posteriormente autora de la “Revolución Genética”. La siguen la Monsanto, la Syngenta, la Pioneer, La DuPont, es decir todos los interesados y creadores de las semillas genéticamente modificadas.

miércoles, 1 de agosto de 2012

BOSQUES Y OCÉANOS ABSORBEN EL DOBLE DE DIÓXIDO DE CARBONO QUE HACE 50 AÑOS

Ancash - Perú

La cantidad de dióxido de carbono (CO2) absorbida por bosques y océanos se ha duplicado en los últimos cincuenta años, lo que indica que aún cumplen su función como sumideros de este gas, la cantidad de dióxido de carbono absorbida por la Tierra crece cada año y los océanos en particular son los principales responsables de absorber CO2, gracias a la labor del plancton, los corales y los peces, la Tierra está absorbiendo una cantidad significativamente mayor de CO2 cada año y que el total se ha duplicado en el último medio siglo.


El volumen de dióxido de carbono absorbido por la Tierra aumentó de 2.400 millones de toneladas al año en 1960 a 5.000 millones de toneladas anuales en 2010. Pese a ello, el CO2 presente en la atmósfera no ha dejado de crecer en los últimos años.


Esta paradoja había sustentado varias investigaciones previas, según las cuales la capacidad de estos sumideros para absorber el carbono de la atmósfera y, por consiguiente, reducir la cantidad de CO2 del aire, está en declive y podría detenerse en algún momento del próximo siglo, sin embargo, que no es culpa de la capacidad de la Tierra para absorber el dióxido de carbono, sino de que las emisiones procedentes de los combustibles fósiles se han cuadruplicado desde 1960.


Para su estudio, se recopiló observaciones del CO2 atmosférico y estimaciones de las próximas emisiones fruto de los combustibles fósiles, según resultados sugieren que, probablemente, el calentamiento global sería mucho mayor si la Tierra no hubiese continuado absorbiendo alrededor de la mitad del CO2 que se emite a la atmósfera

martes, 31 de julio de 2012

¿LA NATURALEZA PROPIEDAD PRIVADA?

Abancay - Perú
LAS PATENTES DE LA NATURALEZA
Ahora resulta que las empresas trasnacionales están patentando los recursos de la naturaleza. Las medicinas tradicionales y el conocimiento indígena y local han adquirido además de su valor intrínseco, un alto valor comercial. Aproximadamente tres cuartas partes de los medicamentos de receta derivados de plantas en el mundo fueron utilizados primero por los indígenas.

Según estadísticas la industria farmacéutica global tiene ganancias de más de 32,000 millones de dólares anuales gracias al uso de remedios tradicionales que incorporó a medicamentos de receta. Se estima que el valor económico total anual de los medicamentos derivados de plantas es más de 68,000 millones de dólares anuales, solamente en EEUU.

Las empresas transnacionales patentan desde bastante tiempo ciertos tipos de semillas que se consideran fundamentales para la alimentación mundial, como trigo, maíz, frijol, papas, etc. A partir de 1980 también empezaron a patentar las semillas transgénicas. O sea, que sin permiso de las transnacionales no podemos sembrar las semillas patentadas?

Veamos el ejemplo de un agricultor en Canadá, Percy Schmeiser es un agricultor que cultiva colza natural. La colza es una variedad de canola de cuyas hojas se extrae aceite. Este agricultor fue demandado por la empresa trasnacional Monsanto por cultivar colza transgénica sin el permiso de la empresa. Es decir, lo acusan de violar las leyes de patente. Cerca del terreno de Schmeiser otro agricultor siembra colza transgénica. Es muy probable que por medio del viento, la colza transgénica contamino el cultivo del mencionado agricultor.

Y esto fue lo que argumentó ante los jueces durante el juicio que le entablo la mencionada transnacional, sin embargo el juez le dijo que no importa cómo es que llegó la colza transgénica a su campo, el hecho es que en su terreno existían algunas plantas de colza transgénica y por lo tanto ha violado el derecho de patente de la empresa Monsanto. El señor Schmeiser fue declarado culpable de robo de semilla transgénica, el pobre agricultor tenía que pagar a Monsanto una fuerte cantidad de dinero.
 
¿Cómo pueden patentar lo que no han creado? Hay que recordar que l@s biólog@s no crean vida, solamente manipulan genes en sus laboratorios. Una vez patentados los genes, ¿tendremos que pagar los derechos de patentes por el uso de plantas y organismos que crecen en nuestro territorio?, esa es una gran incógnita que nuestros políticos deben de tener presente y buscar soluciones pero ya…...




viernes, 27 de julio de 2012

¿GANA LA BUROCRACIA O EL MEDIO AMBIENTE?

Tala indiscriminada en la Región Loreto

A muchos esto puede parecerles un detalle, o quizás un hecho de poca importancia, pero ¿alguien se ha preguntado recientemente cual es el costo ambiental de tanta burocracia que tenemos hoy en día en nuestro País?
Es decir, el hecho de que nuestra sociedad requiera tantos certificados, certificaciones y certificantes; sellos, comprobantes, etc. tiene una serie de costos.
O para decirlo de otro modo ¿cuanto papel se consume en estas cosas? ¿Cuál es el impacto ambiental futuro de todo esto?

Si cada persona que realiza trámites en el País necesita de un papel cualquiera para realizar un trámite en las diferentes instituciones, aproximadamente, Ud calcula y ¿cuánto se necesitaría?, para que se cumpla con todo lo que dispone la ley.
Si cada trámite que debemos hacer implica un gasto, aunque sea, de una hoja de papel que, tomado en el contexto de toda nuestra nación obligada a hacer un trámite determinado, causa un impacto ambiental, pues la cantidad de árboles que se necesita talar para producir semejante cantidad de papel es significativa."

¿Cuántos trámites más realizamos?

Si Ud desea desengañarse, realice los cálculos por su cuenta.

Mucha gente reserva una mañana cada semana para realizar su papeleo personal, ir a los bancos, Ministerios, Hospitales, Municipalidades, etc.

Es decir, muchos realizan al menos un trámite por semana, lo que implica que cuando mínimo, y solamente en el País, se gastan unas 30 millones de hojas de papel en trámites burocráticos que no son productivos en sí, sino que simplemente sirven para llevar la formalidad legal de algo."

"Desde hace décadas mucha gente se queja de que las industrias y las actividades industriales, los vehículos, etc. contaminan el medio ambiente o, en definitiva, lo dañan o destruyen?

Esto es muy cierto, pero en el caso de la contaminación industrial al menos podemos decir que se está produciendo algo. Sin embargo, en le caso de esta "contaminación de papel" en realidad lo único que se produce son rumas de papeles para que los roedores y cucarachas lo empleen como sus aposentos.

A nadie le debe caber duda alguna de que nadie, absolutamente nadie en ningún lugar del planeta puede obtener algo relevante de una ruma de millones de hojas de papel por semana, y sobre todo, cuando hoy en día existen medios informatizados para hacer muchas cosas, y que bien se podría evitar todo esto.

La sociedad requiere de reglas de juego para manejarse, para subsistir y para progresar, así que una cantidad de trámites es inevitable, pero ello debería asumirse como un mal necesario que debe ser evitado en cuanta ocasión sea posible, y no como una simple cuestión.

La burocracia no es algo inocente, pues además de consumir el tiempo de la gente de manera improductiva, causa un descalabro ecológico sutil pero real y de gran magnitud.

Esto puede parecer a algunas personas una exageración, pero estamos hablando de millones y millones de hojas de papel consumidas inútilmente cada veinticuatro horas, lo que significa que hay que talar miles de árboles cada día, los cuales necesitan de varios años para crecer.

¿Todo esto es necesario para el medioambiente, ello significa que a fin de satisfacer la demanda de tantas hojas de papel habrá que plantar más árboles de rápido crecimiento fuera de las zonas naturales para ello, o en condiciones que no son las mejores para el medio ambiente pues, al fin y la cabo, la naturaleza hace que los bosques crezcan en determinados lugares y de determinada manera que, ciertamente, no coincide con semejante demanda de papeles.

El hecho es que hay algo que funciona mal en cualquier sociedad en la que una persona aislada del entorno natural puede tomar decisiones a la ligera que aparentemente pueden implicar la aparición de un papel o trámite más, pero que en la realidad afecta al medio ambiente a largo plazo y de manera bastante pronunciada.

Una de las razones para vivir en sociedad, y que esta tenga leyes y normas, es evitar los abusos de unos contra otros, pero parece ser que la propia estructura de la sociedad moderna está apañando precisamente ese tipo de conductas.

"Todo esto no es más que un despilfarro, y los despilfarros se pagan, tarde o temprano."

domingo, 22 de julio de 2012

RESIDUOS ELÉCTRICOS Y ELECTRÓNICOS UN PROBLEMA AMBIENTAL

La creciente industria eléctrica y electrónica está generando un problema ambiental y de salud muy preocupante de dimensiones globales. Las compañías fabricantes de computadoras y teléfonos celulares elaboran sus productos con sustancias y materiales tóxicos que afectan la salud de trabajadores, recicladores y el medio ambiente, además de que cada día se incorporan a la venta productos de menor vida útil.

Computadoras, celulares y otros aparatos que consumimos de manera masiva están elaborados con complejas mezclas de cientos de materiales, muchos de ellos peligrosos, como metales pesados - plomo, mercurio, cadmio y berilio, retardantes de flama bromados, y plástico PVC, entre otros. Un celular por ejemplo, contiene entre 500 y 1000 componentes, un monitor viejo contiene de 2 a 3 kilos de plomo y uno nuevo, un kilo. Además, estos productos electrónicos son diseñados de tal manera que se vuelven obsoletos en muy poco tiempo. Esto significa que estos productos serán basura electrónica (e-waste).

Lentamente se va tomando conciencia de la necesidad de separar en casa los distintos tipos de basura. Pero además de papel, envases, vidrio y restos orgánicos, la “basura electrónica” ocupa un mayor volumen entre los desechos del siglo XXI. La relativa corta vida de las computadoras, que empiezan a quedar desfasados al cabo de un año y que a los cuatro ya están prácticamente obsoletos, genera gran cantidad de chatarra de la que el consumidor no sabe cómo desprenderse. Computadoras, periféricos, televisores, teléfonos móviles y otros equipos electrónicos estropeados o desfasados resultan un incordio que terminan en algún tacho de basura, cajón o arrojados a cualquier lugar poco apropiado.

En el caso de las computadoras hay que valorar si no es más rentable actualizar sus componentes o darle algún otro uso antes de deshacerse de ellos. Es verdad que la sofisticación de los nuevos programas que salen al mercado (sobre todo juegos) exige cada vez un mayor rendimiento de la computadora, hasta que éste no sea capaz de alcanzarlo, con la consiguiente frustración del usuario que enseguida quiere un modelo nuevo. Pero la computadora vieja puede servir para realizar tareas menores (navegar, procesador de textos, juegos poco exigentes, etc.) o se puede desmontar para aprovechar algún componente (un segundo disco duro, por ejemplo).
 
Una buena parte de los materiales utilizados en equipos eléctricos y electrónicos es reciclable: la mitad es hierro y acero, más del 20% plástico, el 13% otros metales (incluidos metales preciosos) y el 5% es vidrio. Por ejemplo si se procesa el 70% de 200.000 toneladas de basura electrónica, se podrían recuperar más de 90.000 toneladas de metales, 30.000 toneladas de plásticos y 13.000 toneladas de vidrio.

Hasta ahora los países industrializados trasladan el creciente problema de la e-waste (como se conoce en inglés a la basura electrónica) más que afrontarlo.

Es cierto que ya se empieza a reciclar desde el hogar, aunque poco y mal, por ejemplo desde algunos países de Europa y sobre todo desde Estados Unidos se exporta la basura electrónica a países del Tercer Mundo de forma ilegal, según advierten las agencias ambientales . Entre el 50% y el 80% de los residuos tecnológicos recogidos para reciclar en EEUU viajan en barco con destino a algún país asiático, donde en muchos casos son destrozados sin ninguna precaución para vender los componentes que puedan tener algún valor, mientras que los materiales contaminantes se esparcen por ríos y campos, como denuncia el informe Exporting Harm: The High-Tech Trashing of Asia.

Al contrario que en otras industrias, donde se contamina sobre todo en el proceso de fabricación (y el fabricante es obligado a tomar medidas y reparar daños), en la electrónica el principal agente contaminante es el producto final en desuso, en manos del consumidor. Éste debe pues asumir la responsabilidad de deshacerse de manera apropiada de la chatarra tecnológica, mientras que la administración facilite el proceso y a la vez garantice que los residuos reciban un final adecuado. A este tipo de basura se le debe aplicar el tratamiento de las tres erres: Reducir (al máximo la producción de residuos), Reutilizar (darles otro uso o encontrar quien pueda dárselo) y Reciclar (depositarlos en un punto limpio).

Se conoce tres tipos o líneas de residuos tecnológicos…

• Línea Blanca: Refrigeradoras, lavavajillas, lavadoras, hornos y cocinas.

• Línea Marrón: Televisores, vídeos, equipos de música, etc.

• Línea Gris: Computadoras, periféricos y celulares.

La Línea Gris va rápidamente camino de suponer la mayor parte de los vertidos tecnológicos, gracias a la adopción masiva en los hogares de computadoras y sobre todo celulares y su prematura obsolescencia.

En nuestras viviendas muchos de nosotros acumulamos miles de teléfonos celulares que no funcionan o han sido marginados por los equipos de nueva generación. La esperanza de vida de un celular no alcanza los dos años, momento en que terminales (carcasas, pantallas LCD, componentes eléctricos, etc.), baterías y accesorios (cargadores, antenas, manos libres...) se convierten en detritos, altamente contaminantes en algunos casos (el cadmio que contiene una sola batería basta para contaminar más de 600.000 litros de agua) pero reutilizables en un 90%