viernes, 15 de mayo de 2020

El 99% de los infectados de coronavirus genera anticuerpos

Varios estudios apuntan a que las personas desarrollan inmunidad duradera contra el virus y que no son posibles las reinfecciones

Médicos y científicos de todo el mundo están buscando super héroes disfrazados de gente normal. Son personas que se han infectado de coronavirus y que han desarrollado anticuerpos de gran eficacia para neutralizar al virus. Su plasma sanguíneo es uno de los posibles tratamientos para salvar la vida de otros pacientes. Pero encontrar los mejores anticuerpos es una tarea de dimensiones cosmológicas. Cada persona tiene más de 1.000 millones de células inmunes B, cada una capaz de fabricar un tipo de anticuerpo específico, único. Si se multiplica por los más de cuatro millones de infectados que hay en todo el mundo salen unos 4.000 billones de posibilidades, dos mil veces más que estrellas hay en todo el universo.

Hace unos días se publicaron los datos de la mayor encuesta de este tipo que se ha realizado hasta el momento. Es un análisis de 1.343 personas de Nueva York y alrededores con infecciones confirmadas o sospechadas. La inmensa mayoría eran casos leves. Los resultados del trabajo arrojan un dato tranquilizador: el 99% de los 624 casos confirmados desarrolló anticuerpos contra el virus SARS-Cov-2.

Aunque depende de cada caso y aún no está demostrado, es de esperar que esos anticuerpos confieran cierta inmunidad. La posibilidad de que alguien pueda infectarse dos veces pierde fuerza. De hecho, los principales defensores de esta teoría, las autoridades sanitarias de Corea del Sur, han reconocido que los 260 posibles reinfectados que habían detectado eran falsos positivos.

El estudio de EE UU es aún preliminar y no ha sido revisado por expertos independientes, pero sus autores, de la Escuela de Medicina del Hospital Monte Sinai de Nueva York, forman uno de los equipos más prestigiosos en su campo y participan en el ensayo clínico para tratar a enfermos de covid con plasma hiperinmune.

Lo más prometedor del trabajo es que la cantidad de anticuerpos generados es independiente de la edad, el sexo y la gravedad de la enfermedad: todos parecen producir estas proteínas protectoras. Los pacientes más graves generan incluso más anticuerpos, según ha demostrado un estudio preliminar en China con 175 pacientes, con lo que en teoría estarían igual o mejor protegidos, razonan los autores del trabajo.

Otra derivada importante: las personas alcanzan su pico de producción de anticuerpos unos 15 días después de que hayan desaparecido los síntomas, por lo que se recomienda esperar unas dos semanas tras la recuperación para hacer un test fiable o de lo contrario habrá falsos negativos. Tal vez por esto estudios anteriores muestran que algunas personas superan la enfermedad sin haber generado anticuerpos, señalan los autores.

 “Esto demuestra por fin algo que creíamos evidente, pero que no se había podido confirmar por la escasa fiabilidad de los test”

La cantidad de anticuerpos en un paciente está correlacionada con la capacidad de su plasma para neutralizar al virus, según explicaba el mismo equipo en un estudio previo para demostrar la validez de su test publicado en Nature Medicine. Los anticuerpos se unen a la proteína S que el virus usa para penetrar en las células humanas y evitan así que cause nuevas infecciones. No obstante, el trabajo recuerda que aún no se sabe qué cantidad de anticuerpos es necesaria para tener inmunidad ni qué capacidad neutralizante tienen, algo que habrá que demostrar a partir de ahora.

“Esto demuestra por fin algo que creíamos evidente, pero que no se había podido confirmar por la escasa fiabilidad de los test”, explica Carmen Cámara, inmunóloga del Hospital La Paz (Madrid) y secretaria de la Sociedad Española de Inmunología. “La de Nueva York es la cohorte de personas más amplia que conocemos hasta el momento y se ha hecho con un test absolutamente validado que tiene una efectividad del 92%. Es algo que hasta ahora con los test comerciales era imposible, pues incluso los que dicen tener una eficiencia del 80% en realidad tienen un 40%”, explica.

Un trabajo realizado en China con 14 pacientes recuperados aporta otro dato positivo: la mayoría no solo genera anticuerpos neutralizantes (IgG) sino también linfoctitos T capaces de destruir las células infectadas. “En una infección es vital destruir la fábrica de armamento, las células infectadas, y no solo el armamento, las partículas virales”, explica la inmunóloga del CSIC Margarita del Val. Este estudio “es una buena noticia”, resalta y añade: “Por suerte el nuevo coronavirus no se escapa de que se active todo el armamento inmune”.

Ahora la gran incógnita es cuánto dura la inmunidad, ¿meses, años? La cruda realidad es que solo se sabrá con el paso del tiempo. Hasta entonces solo se pueden hacer suposiciones basadas en lo que se sabe sobre otros virus. Los coronavirus humanos genéticamente más parecidos al nuevo SARS-CoV-2 son el SARS y el MERS. En ambos casos se han detectado anticuerpos neutralizantes en pacientes hasta tres años después de la infección. En el caso del SARS sigue habiendo anticuerpos neutralizantes pasados 13 años. La duda que queda es si siguen funcionando; algo difícil de responder.

Un paciente generó más de 200 anticuerpos diferentes contra el virus, entre ellos dos capaces de neutralizarlo al 99%

La mejor forma de probar que un anticuerpo funciona es ponerlo a luchar contra el virus sobre un cultivo de células humanas sanas. Esto solo se puede hacer en laboratorios de alta seguridad —nivel P-3—. “En la rutina hospitalaria este tipo de experimento es impensable, no tenemos P-3 y sería imposible analizar los anticuerpos de cada paciente en un estudio de este tipo”, explica Cámara.

Otra opción es emplear animales humanizados que producen la proteína ACE2 que el coronavirus usa para invadir nuestras células. Esto es lo que ha hecho esta semana un grupo de científicos chinos en un estudio publicado en Science. Han demostrado que dos anticuerpos aislados de un paciente fueron capaces de reducir el nivel de virus en los pulmones de los ratones y uno de ellos evitó lesiones en estos órganos. Otro trabajo, este preliminar, muestra datos de un paciente que generó más de 200 anticuerpos diferentes contra el virus, entre ellos dos capaces de neutralizarlo al 99%. Esto apunta a que la respuesta inmune es potente y específica al nuevo virus, pues esos mismos anticuerpos no se unen al SARS o al MERS, cuya proteína S es ligeramente diferente en la región que se une a las células humanas, conocida como dominio de unión al ligando (RBD).

En España, la búsqueda de suero hiperinmune está arrancando ahora. Por el momento no se sabe quiénes pueden ser los mejores donantes. En un principio se pensó que serían jóvenes con enfermedad leve, pero después se ha comprobado que las personas más mayores y graves desarrollan más anticuerpos y tienen más potencial, explica Cristina Avendaño, farmacóloga del Hospital Puerta de Hierro que coordina un ensayo clínico con plasma hiperinmune en 30 hospitales españoles. “Por ahora tenemos algo más de 100 donantes y 61 pacientes, pero aún debemos determinar la efectividad de los diferentes anticuerpos”, explica. Para ello, el investigador del Centro Nacional de Microbiología José Alcamí ha ideado una forma de evitar tener que usar un laboratorio de máxima seguridad. Se trata de usar versiones del virus del sida desactivadas, incapaces de generar enfermedad, a las que se le añade la proteína S del coronavirus en su envuelta exterior. Como si se tratase de un videojuego, este “pseudovirus” y los anticuerpos del plasma de cada paciente combaten en una especie de dojo tapizado con células humanas sanas. Cuantas menos células infectadas haya al final del combate, más efectivo será el suero. Es así como en España se busca a los superhéroes del coronavirus cuya sangre podría salvar vidas. Alcamí espera tener resultados a final de mes.


El Ministerio de Salud informa al día 15 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 15 de mayo se cumple el sexagésimo
 primer 
día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
- Muestras totales: 605,383
- Casos positivos: 84,495 (25,211 PCR (+), 59,211 Rápida (+))
Internados en hospitales: 7,085
- Hospitalizados en UCI: 851
Pacientes con Alta Médica: 3,142
Fallecidos2,392
- Letalidad: 2.83 %

jueves, 14 de mayo de 2020

Un estudio genético ofrece una explicación a la baja estatura de los peruanos

Con una media de 165,3 centímetros para los hombres y 152,9 para las mujeres, los peruanos se encuentran entre los humanos con menor estatura del mundo. En su entorno, los argentinos llegan a 174 y 159, los colombianos a 169 y 156 y los ecuatorianos a 167 y 154. La estatura está determinada principalmente por la herencia genética, pero hay una gran cantidad de condicionantes medioambientales, como la alimentación o el acceso a la sanidad, asociadas estrechamente a factores socioeconómicos, o incluso los microbios que viven en nuestro intestino, que pueden afectar a la altura final. De hecho, la estatura media de los peruanos, como la de casi todos los países de Iberoamérica, se ha incrementado en más de diez centímetros de media en el último siglo sin haberse producido variaciones genéticas importantes.

Con el fin de comprender las interacciones entre el genoma, el entorno y los rasgos fisiológicos que resultan de ese intercambio, un equipo de varias instituciones estadounidenses y una peruana midieron la estatura y obtuvieron ADN de 3.134 individuos en 1.947 hogares de Lima, la capital de Perú. Según explican hoy en la revista Nature, en su análisis encontraron la variante genética con la mayor influencia conocida en la estatura de las personas.

Una versión del gen FBN1 denominada E1297G, importante en el desarrollo embrionario, suponía por cada copia una reducción de 2,2 centímetros. Los individuos que habían heredado la variante tanto del padre como de la madre y tenían dos copias eran, de media, 4,4 centímetros más bajos. En otros estudios, las variantes genéticas relacionadas con la estatura más influyentes solo suponían un cambio de alrededor de un milímetro. La variante se encontró exclusivamente en las personas de ascendencia indígena, algo que coincide con la observación habitual de una relación, una vez controlados otros factores como la pobreza, entre menor estatura media cuanto mayor sea la presencia de genes de nativos americanos entre los habitantes del continente. En Perú, esa cifra alcanza el 80%.

“Una de las enseñanzas importantes de este estudio es que variantes genéticas en el mismo gen pueden tener efectos diferentes”

Además, en un análisis más profundo de los resultados los autores observaron que la variante era más frecuente entre las poblaciones de la costa que en los que viven en los Andes o en la región del Amazonas. En particular, en las poblaciones en torno al valle de Moche, junto al Pacífico, en el norte del país, estos genes de la baja estatura eran aún más abundantes. Eso se refleja en una estatura media de 158 centímetros para los hombres procedentes de esa zona y 147 centímetros para las mujeres, varios centímetros por debajo de la media peruana. Los autores del artículo especulan con la posibilidad de que la variante genética ofrezca alguna ventaja a quienes vivían junto a la costa.

“Una de las enseñanzas importantes de este estudio es que variantes genéticas en el mismo gen pueden tener efectos diferentes”, señala Samira Asgari, investigadora de la Escuela de Medicina de Harvard (EE UU) y primera autora del estudio. “Hasta ahora, si le preguntabas a un genetista qué haría una variante de este gen, probablemente te dirían que causar una enfermedad. Pero eso no es lo que hemos encontrado”, afirma Asgari. Las mutaciones en el gen FBN1 están asociadas a dolencias como el síndrome de Marfán, que produce un crecimiento descontrolado o problemas cardíacos.

“Han tenido suerte al encontrar una variante con un efecto tan grande. En los análisis para mirar variantes asociadas a estatura en europeos se ha estudiado a cientos de miles de personas y solo se han encontrado variantes que cambian la altura en milímetros”, apunta Óscar Lao, líder del grupo de Genómica de Poblaciones en el Centro Nacional de Análisis Genómico del Centro de Regulación Genómica de Barcelona. “Después de encontrar esa selección, lo interesante es explicar por qué ha sucedido, qué presiones ambientales pueden hacer incrementar o reducir la estatura”, explica. “Ahora, [haciendo estudios con modelos animales] tienen que averiguar si esa proteína que han identificado realmente modifica la altura o eso es un efecto secundario de otro cambio que ofrece una ventaja. Por ejemplo, puede ser el grosor de la piel, que en un determinado ambiente te puede dar más probabilidades de sobrevivir”, añade.

“Esta variación genética no explica totalmente la diferencia entre la población peruana y otras poblaciones de la zona, es una pieza más del rompecabezas”, indica Xavier Estivill, investigador de QGenomics Laboratories, también en la provincia de Barcelona. “Este tipo de estudios, con poblaciones que han podido quedar aisladas, como las poblaciones indígenas o poblaciones de islas, son muy interesantes para encontrar estas variantes genéticas”, continúa. “En España, por ejemplo, hemos estado expuestos a muchas más poblaciones y es más difícil encontrar esas variantes genéticas con efectos tan fuertes”, continúa. El estudio que hoy se publica en Nature muestra cómo el ser humano se adapta a distintos ambientes y cómo factores que en un entorno pueden ser una ventaja, por la mejora del rendimiento cardíaco o muscular o de consumo de oxígeno, no lo son tanto en otro; enseña cómo entre la salud y la enfermedad hay aspectos de equilibrio.


El Ministerio de Salud informa al día 14 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 14 de mayo se cumple el sexagésimo
 
día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
- Muestras totales: 587,292
- Casos positivos: 80,604 (24,671 PCR (+), 55,933 Rápida (+))
Internados en hospitales: 6,941
- Hospitalizados en UCI: 842
Pacientes con Alta Médica: 3,067
Fallecidos2,267
- Letalidad: 2.81 %

miércoles, 13 de mayo de 2020

El Ministerio de Salud informa al día 13 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 13 de mayo se cumple el quincuagésimo noveno 
día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
- Muestras totales: 553,302
- Casos positivos: 76,306 (23,812 PCR (+), 52,494 Rápida (+))
Internados en hospitales: 6,979
- Hospitalizados en UCI: 806
Pacientes con Alta Médica: 2,945
Fallecidos2,057
- Letalidad: 2.84 %


martes, 12 de mayo de 2020

El misterio de la baja letalidad del coronavirus en Rusia

En uno de los tres países con más contagios del mundo crecen las voces que dudan de las cifras oficiales de fallecidos. Las autoridades defienden que su gestión evitó muchos casos graves

Los pocos días que estuvo en planta en el Hospital de Infecciosos Número 2 de Moscú, Valentina Zúbareva, siguió impartiendo sus clases de Gestión Financiera por Internet. El 16 de marzo, tres días después de su ingreso, la mujer, de 79 años, fue trasladada a cuidados intensivos. El 19, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, anunció que esta profesora de la Universidad de Petróleo y Gas era la primera persona fallecida por coronavirus de Rusia. Un par de horas después, el operativo de control del virus de la región salió al paso para recalcar que la covid-19 no fue la causa de la muerte de Zúbareva, que tenía diabetes y una cardiopatía, sino un trombo. Y el alcalde se desdijo.

Con 232.243 infectados de coronavirus confirmados, el segundo número más alto de casos en el mundo, justo por delante de España, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, Rusia tiene una de las tasas de letalidad más bajas: 0,91%. En todo el país, con 145 millones de habitantes, han fallecido 2.116 personas. Las autoridades aseguran que el temprano cierre de las fronteras y la cuarentena obligatoria a todo el que llegaba de fuera, ya desde principios de marzo, ha jugado un papel determinante para luchar contra la gravedad del virus. Sin embargo, los casos se siguen incrementando de forma rápida —unos 11.000 nuevos al día, al mismo ritmo que aumentan los expertos y activistas que cuestionan las cifras oficiales de mortalidad.

El caso de Zúbareva puede arrojar algo de luz sobre los datos. El protocolo del Ministerio de Sanidad ruso —que registra los fallecidos que le transmiten las regiones— marca que al formular un diagnóstico patológico se debe diferenciar entre la muerte por la covid-19 “cuando esta sea la enfermedad principal (la causa original de la muerte)” y el fallecimiento por otras enfermedades cuando la covid-19 esté presente (y diagnosticada con métodos analíticos), pero “sin morfología clínica, que podría causar la muerte”. Una línea de actuación que también mantienen otros países. Sanidad eludió aclarar a este diario, sin embargo, cómo se computan las muertes, así como los datos por grupos de edad y género, pese a las constantes peticiones oficiales.

Una clave podría ser la edad de la población: en Rusia hay menos población anciana que en países como España o Italia (la esperanza de vida del país euroasiático es 11 años menor que la de esos dos países). El ministro de Sanidad ruso, Mijaíl Murashko, ha defendido que las medidas de confinamiento han ayudado a que la mortalidad sea baja. También ha sugerido que puede tener que ver con la vacuna BCG (Bacillus Calmette-Guérin) contra la tuberculosis, que Rusia y otros países del Este mantienen en sus calendarios vacunales. Aunque Murashko no presentó evidencias ni aclaró si Rusia está estudiando la relación de la BCB, como sí hacen ya grupos de investigadores de España, EE UU, Alemania o Australia. “La OMS cree que no hay evidencia de que la BCG o la vacuna oral contra la poliomielitis protejan a las personas de la infección que causa el virus que provoca la covid-19”, señala por mail la representante de la Organización Mundial de la Salud en Rusia Melita Vujnovic. La experta no analiza a fondo los datos de fallecidos de Rusia, pero señala que las medidas que ha adoptado están “en línea” con las recomendaciones de esta agencia de la ONU.

En cambio, el demógrafo Alexéi Raksha cree que la cifra “real” de fallecidos por covid-19 es al menos cinco veces mayor que la oficial. “El número de muertos ahora está subestimado, y no se están haciendo apenas análisis post-morten”, sostiene el experto, que lleva desde el principio de la pandemia analizando los datos. Raksha apunta que la verdadera imagen —o al menos una más completa— solo se conocerá el año que viene, cuando la agencia de estadísticas rusa (Rostat) publique sus datos de fallecimientos generales y puedan analizarse los picos, igual que podría pasar en países como España, donde podrían aflorar más casos.

Mientras tanto, la información parcial ya publicada está contribuyendo a agrietar aún más la solidez de los datos oficiales. Solo en el mes de abril, Moscú ha registrado 1.700 muertes más que el promedio del mismo mes en los últimos cinco años, según su registro civil. El mes pasado, los muertos recogidos en las estadísticas de coronavirus en Moscú fueron 642. En la segunda mayor ciudad de Rusia, San Petersburgo, se emitieron 5.303 actas de defunción, lo que representa 232 muertes más que el promedio histórico de los cinco años anteriores, pero oficialmente solo 29 personas han fallecido por coronavirus.

Además, la mortalidad de al menos ocho regiones rusas se incrementó un 10% en marzo con respecto al mismo periodo de 2019, pese a que los expertos señalan que el parón de actividad por el confinamiento puede haber reducido también accidentes de tráfico e industriales. En las provincias de Sverdlovsk se han contabilizado 5.111 muertos por todas las causas, en Lípetsk 1.465, en Kemérovo 3.294, en Leningrado 2.065, en Oriol 939, en Janty Mansiysk 911, en Zabaikalie 1.245 y en Ulyánovsk 1.497, lo que supone el número de fallecidos más alto de los últimos cinco años, según las cifras de la agencia estatal de estadísticas (Rosstat). Sin embargo, ninguna de estas regiones supera los 10 fallecidos oficiales por coronavirus, a fecha actual. La propia Sverdlovsk, una de las zonas con más infectados de todo el país, solo registra 10 muertes por el virus. Aunque también hay regiones, como Kaliningrado o Volgogrado, en la que los muertos generales han decrecido entre un 9% y un 7%.

Sanitarios sin indemnización

En marzo, cuando las cifras oficiales ya empezaban a mostrar una gran presión asistencial, la enfermera infantil Yelena Nikonórova fue destinada al hospital central de Belebéi, en la región de Baskortostán, en los Urales. Allí empezó a trabajar en la zona roja de tratamiento del coronavirus. El 3 de abril fue hospitalizada por primera vez por la covid-19. Murió el 27. Tenía 56 años. En su partida de defunción consta que Nikonórova falleció por neumonía y que padecía covid-19. Sin embargo, las autoridades regionales anunciaron que su muerte no tenía que ver con el coronavirus, sino que estaba relacionada con la diabetes que sufría. “La enterraron en un féretro cerrado, sin que sus parientes pudiéramos darle el último adiós”, se lamenta por teléfono su hermana, Nadezhda Fominá.

Un decreto presidencial marca que las familias del personal sanitario fallecido por la covid-19 deben recibir 2,7 millones de rublos (algo menos de 34.000 euros) como indemnización. Pero Nikonórova no está en las estadísticas oficiales de fallecidos por el coronavirus. “Están ocultando la causa de la muerte porque quieren ocultar sus propios errores. No es una cuestión de dinero sino de que haya una investigación justa”, critica su hermana. Tras la polémica local, las autoridades afirman que la partida de defunción es “provisional”, aunque en el documento consta que es “definitiva”.

El caso de la enfermera de Baskortostán es uno de los recogidos en un listado no oficial de sanitarios fallecidos por la covid-19 que un grupo de médicos y profesores está elaborando ante el silencio de la Administración. Las autoridades rusas no recogen de manera oficial y sistemática las cifras de profesionales de la salud contagiados o fallecidos por el coronavirus. En el triste listado hay otros 154 nombres, explica el cardiólogo Alexéi Erlij, uno de los precursores de la iniciativa, que recibe información de todos los puntos de Rusia. Son el 7,35% de los fallecidos.

“No quiero hacer analogías con los tiempos de guerra, pero cuando un país afronta un conflicto hay que saber cuántos militares y cuántos civiles han muerto. En este caso, los sanitarios están en primera línea, como los militares, hay que saber cuántos cayeron y cuántos hay en la reserva”, señala Erlij, que desconfía profundamente de las estadísticas oficiales de fallecidos por la covid-19. “Voluntaria o involuntariamente muchas muertes por coronavirus no pasan a engrosar las cifras oficiales. Se puede no diagnosticar el virus pese a que todos los síntomas están presentes. Así es la lógica de ciertos dirigentes que puede influir en los datos. O simplemente están acostumbrados a mentir”, señala. En Rusia, cuatro gobernadores han caído durante la epidemia de coronavirus, después de que sus regiones saltasen a los titulares por grandes brotes de infectados. Nadie quiere estar bajo el foco y con una gestión tan descentralizada y opaca eso puede estar afectando —incluso involuntariamente— a las cifras.

Seis millones de test

Otros expertos, como Viktor Maléyev, vinculado a Rospotrebnadzor, la agencia estatal que vigila los derechos del consumidor y el bienestar y responsable de contabilizar los infectados de todo el país, cree que la tasa de mortalidad de Rusia es más baja porque se han detectado muchos más casos. Según las autoridades, casi seis millones de rusos se han hecho test de coronavirus. “Debido a las pruebas masivas de la población y la identificación de infectados principalmente asintomáticos, el numero relativo de fallecidos es menor que en otros países”, señala por correo electrónico Maléyev.

También la viceprimera ministra Tatiana Gólikova resalta la gestión rusa de la crisis sanitaria y afirma que las cifra de fallecidos es “7,6 veces menor que en el resto del mundo”. “Nunca manipulamos datos estadísticos oficiales”, ha dicho este martes en una conferencia, tras las informaciones que cuestionan los números rusos. El Kremlin aprobó una ley que criminaliza las informaciones falsas sobre coronavirus. Una medida que, según denuncian los activistas, se está también empleando para silenciar el debate en los medios independientes sobre la transparencia en la crisis sanitaria.

Mientras tanto, los sanitarios se quejan de la falta de material de protección para tratar a los pacientes de la covid-19 y de medios adecuados para tratar a los pacientes, como ocurrió en países como España. Rusia tiene una de las cifras más altas de respiradores por habitante, pero muchos de ellos están inutilizables y se han quedado anticuados, asegura Anastasía Vasilieva, líder de la Alianza de los médicos, una organización vinculada al opositor Alexéi Navalni.

Como en otros lugares, la presión de los sanitarios que trabajan con el coronavirus es enorme, remarca. En las últimas semanas, tres médicos de distintos centros rusos han fallecido tras precipitarse por la ventana de sus hospitales. Dos de ellos habían hablado abiertamente de las malas condiciones de sus lugares de trabajo. Los casos están bajo investigación, aunque muchas voces dentro de la profesión creen que la desesperación le llevó a acabar con su vida en una situación límite.


El Ministerio de Salud informa al día 12 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 12 de mayo se cumple el quincuagésimo séptimo 
día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
Muestras totales: 532,169
- Casos positivos: 72,059 (22,735 PCR (+), 49,324 Rápida (+))
Internados en hospitales: 6,862
- Hospitalizados en UCI: 797
Pacientes con Alta Médica: 2,906
- Fallecidos: 2,057
- Letalidad: 2.85 %