lunes, 11 de mayo de 2020

Coronavirus: qué es la "contención inteligente" y cuál es la pieza clave que falta en el rompecabezas para combatir la pandemia


Tan importante como la decisión de imponer una cuarentena para mitigar la velocidad del contagio, es la decisión de cuándo y cómo levantarla.

En países de Europa y algunas partes de Estados Unidos se han comenzado a levantar parcialmente algunas de las medidas de confinamiento con el objetivo de retomar la actividad económica.

América Latina también está evaluando cómo manejar las restricciones de circulación, aunque su posición es mucho más vulnerable: el número de contagios aumentará en las próximas semanas, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La gente necesita salir a trabajar para alimentar a sus familias y las empresas tienen que vender para no irse a la quiebra, pero el riesgo de abrir las puertas es que el número de víctimas se dispare.

¿Cuál es la mejor manera de proteger vidas y empleos?, ¿cómo calcular el costo humano y económico de la pandemia para definir una estrategia?

Justamente en eso han estado trabajando epidemiólogos y economistas que desarrollan complejos modelos matemáticos para iluminar el camino de quienes finalmente tendrán que tomar una decisión política.

Sergio Rebelo es uno de ellos.

Profesor de Finanzas Internacionales de la Universidad Northwestern, Estados Unidos, es una de las mentes detrás de este tipo de análisis.

Miembro de la Sociedad de Econometría, de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés) y del Centro de Investigación de Política Económica, Rebelo y su equipo desarrollaron un modelo para determinar el costo-efectividad de los confinamientos, medidos en dólares y vidas humanas.

Su propuesta es hacer "confinamientos inteligentes" para enfrentar la pandemia, pero advierte que en Estados Unidos los expertos aún están a ciegas porque no tienen toda la información necesaria. Este es un resumen de la entrevista de BBC Mundo con Rebelo, editada por razones de claridad y concisión.

¿Qué nos dice el modelo híbrido en el que ha estado trabajando, donde integra elementos epidemiológicos y macroeconómicos?

Si asumimos que no está disponible un tratamiento o una vacuna, el modelo dice que hay que aumentar gradualmente los confinamientos y luego disminuirlos a medida que decrecen las infecciones.

En este punto hay una cosa importante de entender. El confinamiento no provoca la recesión, la profundiza. La recesión la vas a tener de todos modos.

Si las restricciones de circulación profundizan la recesión económica, pero al mismo tiempo evitan un alza repentina de contagios y muertes, ¿cuál es la mejor manera de enfrentar el problema?

Una manera de enfrentar la situación es la imposición directa de confinamientos o cuarentenas.

Pero una mejor manera de abordar el asunto es aplicar alguna forma de contención inteligente que requiere una gran capacidad para realizar pruebas. El desafío es que no tenemos aún la capacidad para hacer las pruebas suficientes.

Una contención inteligente implica definir cuánta gente ha desarrollado inmunidad frente al virus. Esa es una pieza clave del rompecabezas.

Necesitamos saber qué tan cerca estamos de desarrollar inmunidad de grupo para poder abrir la economía de una manera segura.

Entonces aumentando la capacidad de hacer pruebas puedes hacer una contención inteligente.

¿Qué le parece la manera en que la crisis se ha manejado en Estados Unidos?

No tenemos muchas maneras de poner en práctica el confinamiento inteligente. En muchos casos estamos volando a ciegas porque no sabemos realmente cuánta gente está infectada, cuántos se han recuperado, cuántos han desarrollado inmunidad, ni por cuánto tiempo durará esa inmunidad.

Para responder esas preguntas necesitamos un tamaño considerable de pruebas aleatorias y no hemos logrado esa capacidad.


Varias ciudades han comenzado a levantar gradualmente las medidas de confinamiento. ¿Es una estrategia adecuada?

Uno de los temas importantes es que no sabemos cuál es la tasa de mortalidad del virus.

El gran problema es que mucha gente muere por el virus, pero no queda registrada.

Por otro lado, el número de infectados se ha medido muy mal. Y esto ocurre porque mucha gente es asintomática.

¿Y cómo pueden las autoridades tomar una decisión sobre imponer o levantar una cuarentena si hay muy poca información confiable disponible?

Lo primero es prepararse para conseguir esa información. Pero si no es posible, hay que moverse gradualmente. Si la tasa oficial de contagiados y víctimas fatales no es tan grande, puedes comenzar a abrir de a poco.

Pero esto es solo una manera de ganar tiempo hasta tener una vacuna o un tratamiento efectivo. El problema es que, si abres muy rápido, puedes enfrentar un resurgimiento de la infección.

¿Entonces vamos a ver en el futuro ciclos repetitivos de apertura y cierre de los confinamientos?

Espero que avancemos hacia la contención inteligente.

¿Dónde se ha puesto en práctica la estrategia de contención inteligente que usted menciona?

En Asia principalmente. En 2003 tuvieron el SARS y después el MERS. Gracias a esas experiencias estaban mejor preparados.

Una de las principales dificultades que vamos a tener en Occidente para controlar el virus es que no hemos actuado a tiempo.

En Estados Unidos, por ejemplo, en los primeros meses hubo mucha indecisión, no nos preparamos como podríamos haberlo hecho.

¿Y qué países lo hicieron bien?

Lo hicieron bien Corea del Sur, Taiwán, Singapur. Ellos reaccionaron muy temprano haciendo cosas simples como tomarles la temperatura a las personas y luego poner a los contagiados en cuarentena.

Se puede prevenir el alza de infecciones, pero hay que hacerlo al inicio. Tienes que actuar rápido y tener un sistema nacional para implementar esta estrategia de contención inteligente.

¿Qué piensa de la estrategia que aplicó Suecia, donde se implementaron mínimas medidas de distancia social en comparación a otros países y los confinamientos han sido muy selectivos?

Suecia es un caso interesante. Una de las cosas que es realmente importante en relación a la tasa de mortalidad es la distribución de la edad de la población.

Si tienes una gran cantidad de gente joven, la tasa de mortalidad es menor. Esa ha sido la gran diferencia entre Italia y Corea del Sur. En Italia hay mucha gente mayor y por eso la tasa de mortalidad fue devastadora.

El otro tema es la cantidad de interacciones entre las personas. En Suecia hay menos contacto entre las personas, en comparación a las casas donde viven varias generaciones, como en Italia o América Latina.

Que vivan abuelos, padres e hijos en el mismo lugar es algo mucho menos común en Suecia.

Eso es clave y puede haberlos ayudado. Ellos implementaron medidas de distancia social al inicio y su experiencia ha sido interesante.

Pero ellos no cerraron la economía como en otros países...

Eso muestra nuestro modelo. En Suecia no cerraron la economía, pero de todos modos tendrán una recesión.

De todos modos, la gente va menos a restaurantes, compra menos, viaja menos. Eso pasa por el efecto de las precauciones que toma la gente, y eso se puede ver en la economía sueca.

Ellos no necesitaron implementar medidas draconianas que otros países han tenido que implementar porque llegaron tarde al juego.

¿Qué pueden hacer ahora los países que llegaron tarde al juego?

Cuando llegas tarde, tienes que desarrollar una enorme capacidad para realizar pruebas y rastrear a las personas que estuvieron en contacto con los contagiados.

No puedes cerrar la economía por un año o un año y medio hasta que en teoría la epidemia se acabe, porque el sufrimiento económico sería enorme.

¿Y si no puedes desarrollar esa capacidad para hacer pruebas porque no tienes los recursos?

En ese caso la única manera de salir del problema es logrando la inmunidad de grupo, la inmunidad de un número importante de personas en una población.

¿Cuál es el riesgo de no hacer nada a nivel de políticas públicas?

Es la lucha entre la economía y la tasa de muerte. Todavía no sabemos la tasa de mortalidad de este virus, pero si no se hace nada habrá un número considerable de muertes.

Es razonable pensar que esas muertes ocurrirán en un período muy corto de tiempo, eso es lo que este modelo predice.

Los hospitales se ven saturados y no solo aumentan las muertes relacionadas con el virus sino también las muertes relacionadas con otras enfermedades que no pudieron ser tratadas. Hay que mirar ese daño colateral.


¿Se podría aplicar en América Latina este modelo que ustedes han desarrollado en Estados Unidos?

Habría que adaptar el modelo. La buena noticia en Latinoamérica es que la población es bastante joven.

Aunque, por otro lado, la calidad de los sistemas de salud no es la misma que existe en Estados Unidos. Y hay gente cuya salud está más comprometida porque vive en condiciones de pobreza y entonces es más probable que se infecte. Eso también debe ser considerado.

Lo primero que debes adaptar es la tasa de mortalidad en relación a la estructura de edad de la población. Y luego revisar los supuestos que vas a utilizar.





domingo, 10 de mayo de 2020

El Ministerio de Salud informa al día 10 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 10 de mayo se cumple el quincuagésimo sexto día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
Muestras totales: 504,930
- Casos positivos: 67,307 (21,310 PCR (+), 45,997 Rápida (+))
Internados en hospitales: 6,601
- Hospitalizados en UCI: 774
Pacientes con Alta Médica: 2,746
- Fallecidos: 1,889
- Letalidad: 2.81 %

El coronavirus entra en la Casa Blanca: el doctor Fauci y otros dos asesores, en cuarentena tras dos positivos

Ni siquiera la Casa Blanca, uno de los edificios más seguros del mundo, está a salvo de lo que a Donald Trump le gusta definir como “el enemigo invisible”. Tres miembros del equipo de trabajo para el coronavirus del presidente, incluido el epidemiólogo Anthony Fauci, cara visible de la divulgación científica sobre el virus para los estadounidenses, han decidido ponerse en cuarentena, después de haber tenido contacto con al menos una persona que dio positivo en una prueba de la covid-19, la enfermedad provocada por el patógeno.

Además de Fauci, de 79 años, que define su contacto como de “bajo riesgo”, se pondrán en cuarentena los doctores Robert Redfield, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), y Stephen Hahn, comisionado de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA). A los tres, como a parte del personal de la Casa Blanca, se les realizan pruebas de diagnóstico del coronavirus con regularidad, la última el viernes pasado, y siempre han dado negativo. Pero, como medida de precaución, teletrabajarán desde casa durante las próximas dos semanas. El equipo de Fauci ha asegurado que el doctor acudirá a la Casa Blanca si se le requiere, tomando todas las precauciones. Los tres tenían previsto testificar el martes ante un comité del Senado, cuyo presidente ha confirmado que al menos Redfield y Hahn lo harán por videoconferencia (aún no se había anunciado el aislamiento de Fauci cuando se emitió el comunicado).

La cuarentena de los tres doctores se produce después de que dos trabajadores del entorno del presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence, coordinador de la emergencia del coronavirus, dieran positivo esta semana en pruebas diagnósticas de covid-19. Se trata de la portavoz de Pence, Katie Miller, y un asistente militar del presidente no identificado. La respuesta ante los dos positivos ha vuelto a arrojar dudas sobre la eficacia con la que la Casa Blanca actúa para mantener un entorno de trabajo seguro para el presidente.
Redfield y Hahn se aislarán en casa durante dos semanas, Fauci ha optado por una cuarenta menos rigurosa. Mientras tanto, los ayudantes que viajan con Trump y Pence no permanecerán 14 días aislados, como se recomienda tras exponerse al virus, y buena parte del personal de la Casa Blanca, según informa The Washington Post, ha recibido órdenes de sus superiores de acudir al puesto de trabajo con relativa normalidad.

El equipo del presidente rastrea los últimos movimientos de los dos positivos, especialmente los de Miller, que asistía a diario al Despacho Oval, sobre todo mientras se celebraban las comparecencias diarias del equipo de trabajo del coronavirus, hasta hace dos semanas. También estuvo Miller en la sala de emergencias de la Casa Blanca, uno de los lugares más protegidos del país, el pasado jueves.

El presidente Trump, por su parte, insiste en no utilizar mascarilla protectora, como su propia Administración recomienda a los ciudadanos. No la llevó el sábado en una reunión con altos mandos militares, al menos durante el tiempo en que lo pudieron ver los periodistas. Incluso se dejó ver a cara descubierta, el pasado martes, durante una visita en Arizona precisamente a una fábrica de mascarillas. Hace ya un mes, el pasado 3 de abril, cuando él mismo anunció las directrices de los CDC, que recomendaban utilizar mascarillas para evitar la propagación del virus, señaló que él mismo no las respetaría. “Lo pueden hacer. No lo tienen que hacer. Yo elijo no hacerlo”, dijo Trump.

La Casa Blanca asegura que, además de respetarse la distancia física para evitar contagios y desinfectar a fondo todos los lugares de trabajo, se toma la temperatura y se realizan pruebas de diagnóstico a diario a todos los miembros del equipo que están próximos al presidente y al vicepresidente. El viernes, después de los dos positivos, se distribuyeron entre todo el personal unas instrucciones que animan a maximizar el teletrabajo y obligan a ponerse en cuarentena en caso de viajar fuera de Washington. Pero no animan a la utilización de mascarillas, como recomiendan los CDC al resto de ciudadanos.


sábado, 9 de mayo de 2020

El Gobierno Español contempla vigilar las alcantarillas de todo el país para alertar de nuevos brotes del virus

El Gobierno se plantea establecer un sistema nacional de vigilancia de las aguas residuales para alertar de nuevos brotes de coronavirus. El primer proyecto piloto se va a realizar en la ciudad de Valencia, donde científicos y la empresa responsable de la gestión de las aguas fecales llevan ya tres años perfeccionando un método para detectar fragmentos genéticos de diferentes virus y estimar su concentración.

“Esta herramienta permitirá detectar de forma temprana la presencia de coronavirus en las aguas residuales”, ha explicado hoy Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana. Se trata de un “proyecto estratégico” de cara a la nueva fase de desescalada. En teoría, este sistema de vigilancia puede indicar dónde hay presencia del virus a un nivel de detalle de barrios e incluso de bloques, lo que permitiría vigilar hospitales, residencias y hoteles, por ejemplo.

El presidente valenciano ha firmado esta mañana un convenio con el ministerio de Ciencia, del que depende el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y la empresa Global Omnium, para comenzar a monitorizar de forma “inmediata” las aguas fecales de la ciudad de Valencia y, en unas semanas, también de toda la Generalitat. Esto permitirá seguir la evolución “diaria” de la pandemia y será un método de vigilancia epidemiológica complementario al resto de los ya aprobados, como los tests y el seguimiento de todos los contactos de los infectados.

“Esta herramienta permitirá detectar de forma temprana la presencia de coronavirus en las aguas residuales”

En dos estudios en Murcia y Valencia, este sistema demostró que el ARN del virus puede estar presente en las aguas fecales hasta 16 días antes de que se identifique el primer contagio, con lo que podría ser una buena manera de lanzar una alerta temprana ante nuevos brotes. En Valencia la concentración de ARN del SARS-CoV llegó a su punto máximo más de 15 días antes de que la ciudad alcanzase su pico de contagios diarios.

“Este método tiene el potencial de hacer más robusta la toma de decisiones durante la fase de recuperación de la actividad”, ha explicado Pedro Duque, ministro de Ciencia, durante la rueda de prensa virtual posterior a la firma del convenio. Si se confirma que estos datos pueden ayudar a vigilar el estado de la epidemia y detectar de forma prematura un nuevo brote se intentaría exportar este sistema al resto del país creando una red nacional de vigilancia, según explican fuentes del departamento de Duque.

En la presentación de hoy se ha explicado cómo puede funcionar este sistema con un caso real. La empresa Global Ominum lleva 10 días monitorizando en detalle la carga de virus que tienen las aguas residuales de diferentes zonas de la ciudad. Algunas, ha explicado a este diario Eugenio Calabuig, presidente de Global Omnium Medio Ambiente, tienen una carga viral nula, mientras otras siguen mostrando valores altos. La que más registra es la que recibe aguas fecales de uno de los principales hospitales de la ciudad. Este sistema permitiría hacer un seguimiento diario de en qué zonas de la urbe sigue habiendo personas contagiadas o que se han recuperado, pero aún secretan ARN del virus y a su vez asesorar a los políticos para ir levantando las medidas de control. “Podemos analizar 20 puntos del alcantarillado cada dos días y nuestro objetivo ahora es hacer unos 2.000 muestreos desde este momento hasta diciembre”, ha explicado a este diario Calabuig. La empresa ha ofrecido estos servicios a la Generalitat de forma gratuita, asegura Calabuig.

“El sistema está puesto a punto para ponerlo en marcha ya y obtener más datos”, explica Gloria Sánchez, viróloga del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) y una de las responsables científicas del sistema de análisis. Su equipo analiza la presencia de virus digestivos y de la hepatitis A en las aguas fecales y también en las que salen de las centrales de tratamiento una vez depuradas. Su trabajo científico ha demostrado que el proceso de depuración elimina el ARN viral de las aguas.

Aún quedan muchas preguntas científicas por responder sobre este sistema. No está claro desde qué día los infectados comienzan a secretar virus, ni tampoco en qué volumen. También es necesario analizar estadísticamente los datos, pues cada central depuradora recibe los efluentes de grupos de población diferentes. El estudio sobre Valencia se centró en de 22 localidades de la zona metropolitana de Valencia que engloban a 1,2 millones de habitantes. Por ahora es imposible saber cuánta gente hay infectada en función de la concentración de virus en las aguas, pero sí detectar la circulación del virus en determinadas áreas. “Sí sabemos es que antes de que haya contagios, y esto lo hemos demostrado nosotros en España y también otros equipos de otros países”, explica Sánchez.

“Cuando analizas las aguas fecales está testando a miles de personas al mismo tiempo, eso hace que sea una técnica rentable y no invasiva”, explica Ana María Roda Husman, jefa en el Centro de Control de Enfermedades de Holanda. En este país un análisis similar pudo detectar ARN viral en una localidad de más de 300.000 habitantes —Amersfoort— días antes de que se confirmase el primer contagio. Aunque el nivel de detalle al que llega esta técnica es limita por el momento, esta investigadora ha publicado estudios con el virus de la polio que demuestran que puede funcionar para alertar de forma temprana de que el patógeno ha vuelto a circular entre la población.


El Ministerio de Salud informa al día 09 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 09 de mayo se cumple el quincuagésimo quinto día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
Muestras totales: 494,250
- Casos positivos: 65,015 (20,834 PCR (+), 44,181 Rápida (+))
Internados en hospitales: 6,220
- Hospitalizados en UCI: 748
Pacientes con Alta Médica: 2,738
- Fallecidos: 1,814
- Letalidad: 2.79 %



viernes, 8 de mayo de 2020

Coronavirus en la Amazonía: el peligro de que el río Amazonas se convierta en la gran ruta de contagio del covid-19 en Sudamérica


El río Amazonas es un gigante de más de 6.500 kilómetros de extensión que atraviesa tres países sudamericanos: Perú (donde nace el curso de agua), Colombia y Brasil.

Y es en dos de sus principales localidades ribereñas donde se han presentado algunos de los cuadros más dramáticos de la pandemia del covid-19 en América Latina.

Iquitos, en Perú, y Manaos, en Brasil.
El alcalde de Manaos, Arthur Virgilio Neto, denunció que están viviendo “una película de terror”, con más 4.000 contagios y 620 muertos por el nuevo coronavirus, lo que ha causado el colapso del sistema de salud de la principal ciudad amazónica brasileña. "No queremos milagros. Lo que necesitamos es un avión lleno de escáneres, ventiladores, medicamentos y equipos de protección", le dijo el alcalde a la BBC. La crisis ha llevado a las autoridades de la ciudad a construir una enorme fosa común para sus muertos.

En Iquitos, médicos le contaron a BBC Mundo que no cuentan con camas suficientes para atender la emergencia sanitaria: “La gente se va a morir en sus casas, porque no tenemos cómo atenderla”. Pero la crisis no se circunscribe a estas dos ciudades: el río es el principal medio de comunicación para las poblaciones que habitan la cuenca del Amazonas y, por tanto, el canal por el que ha llegado la enfermedad a otras comunidades en la región. Y que amenaza, sobre todo, a las más de 400 comunidades indígenas que la habitan. “El río es el eje del Amazonas que conecta a la gente de Perú, Brasil y Colombia. Y aunque en el mapa se ve como algo muy disperso, todo se conecta a través de su cauce y sus afluentes”, le dijo a BBC Mundo el médico colombiano Pablo Martínez, quien ha trabajado en la región durante más de 20 años.

"No hay estrategia conjunta"
Martínez, a través de las redes sociales, fue de los primeros en alertar sobre la difícil situación que la pandemia podía crear para las poblaciones ribereñas del Amazonas, principalmente en Leticia, la principal ciudad colombiana en la zona, en la frontera con Brasil.

“La mayoría de los gobiernos, durante siglos, solo han visto a la Amazonía como un lugar del que se pueden sacar recursos, pero nunca donde invertir en temas como salud o educación”, reclamó Martínez. “Por eso han elegido enfrentar este problema desde cada país, de forma individual y con distintas estrategias, y no se han dado cuenta de que el río conecta a esta región como un todo y necesita una atención integral”, señaló Martínez.

El ministro de Salud de Colombia, Fernando Ruiz Gómez, le dijo a BBC Mundo que el gobierno colombiano es consciente no solo de la grave situación en Leticia, sino de su condición geográfica como ciudad limítrofe. "En términos prácticos, Tabatinga -Brasil- y Leticia son una misma ciudad, y por eso la estrategia debe ser unificada. Este viernes 8 de mayo estaremos reunidos los cancilleres y los ministros de salud de Colombia y Brasil", señaló Ruiz Gómez. "Y también hemos tomado medidas integrales como la movilidad entre los municipios, que fue prohibida, salvo que se trate de transporte de pacientes, alimentos, insumos médicos o elementos vitales. El reto con esas restricciones es lentificar la velocidad de propagación del virus para que tengamos siempre disponibilidad en los hospitales", agregó.

Tal vez una de las mayores evidencias de cómo el río Amazonas se convirtió en un vehículo para la expansión del covid-19 se halla en Leticia, la mayor ciudad colombiana sobre este río más caudaloso del mundo. Aunque no es tan grande como Manaos o Iquitos, Leticia tiene cerca de 45.000 habitantes y, sobre todo, una ubicación estratégica en el punto conocido como la triple frontera.

“Por el río Amazonas circulan personas desde Manaos, ciudad con más de 5.500 casos reportados, y de otras poblaciones que tienen entre 27 y 630 casos", le dijo a BBC Mundo Carlos Trillos, médico epidemiólogo y docente principal de la Universidad del Rosario. "También está cerca Iquitos, Perú, con más de 1.000 casos para la misma fecha. Lo anterior no solo refleja la influencia del río, sino la importancia de incrementar su control”, señaló el académico.

Una calle más allá
Los movimientos, y con ellos la dispersión del virus, están marcados por la falta de controles fronterizos e incluso de divisiones reales sobre el terreno. "Es importante considerar que Leticia está separada de Tabatinga, en Brasil, por una calle. Esta población brasileña tenía más de 260 casos confirmados, con un control de circulación por el río regulado por las autoridades de Brasil, con problemas según informa la población”, explicó Trillos.

De hecho, el investigador señala que 10 de los casos confirmados de covid-19 en Leticia procedían de Brasil y uno, de Perú. Actualmente, el departamento del Amazonas es la provincia con mayor tasa de contagio por habitante en todo Colombia. Hasta este miércoles, Leticia registraba 291 casos y había reportado 14 personas fallecidas por causa del virus. Y eso ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del sistema sanitario, no solo de Leticia sino también de Iquitos y Manaos.

El río Amazonas es el más caudaloso del planeta. Atraviesa Perú, Colombia y Venezuela y la mayor parte de la vida y la economía dependen del tránsito por agua. Hace dos semanas, a medida que la gravedad de la pandemia se acrecentaba, 30 miembros del personal médico que trabajan en el hospital de Leticia decidieron firmar un documento en el que anunciaban una "renuncia masiva a la prestación de servicios de salud" que no fueran "urgencias vitales no covid-19", dado que no contaban con equipos de protección personal básicos. “Es un problema que se extiende por la Amazonía: los hospitales no tienen los recursos para atender una emergencia de este nivel. Y eso se sabía incluso antes de que se confirmaran los primeros casos”, señaló Martínez.

Cerrar el río
Desde el principio, una de las preocupaciones de las autoridades ha sido que la pandemia del covid-19 alcance a las comunidades indígenas, que no estarían protegidos ante una enfermedad tan contagiosa. Una de las medidas adoptadas por el gobierno brasileño fue intentar reducir la circulación fluvial.
Pero los expertos consultados por BBC Mundo no solo califican la propuesta como contraproducente, sino como imposible de hacer cumplir. “El río y sus afluentes representan el 85% de la vía de transporte en esta zona del país (Brasil) y en general para la Amazonía. Si lo cierran, como lo ordenó el gobierno brasileño, van a causar serios efectos”, le dijo a BBC Mundo Alessandra Martins Pontes, especialista en temas de transporte fluvial de la Universidad Federal de la Amazonía.

El poderoso cauce de agua sudamericano no solo se extiende por más de 6.500 kilómetros, sino que además tiene cerca de 1.000 afluentes que lo alimentan hasta que desemboca en el Atlántico. “Sin transporte, hay escasez de alimentos, medicinas y suministros. Todo lo que se pueda imaginar. En el Amazonas todo viaja por ríos”, añadió.

La medida también podría lograr el efecto contrario al que se propone y aumentar los riesgos para los enfermos de covid-19, al dejarlos aislados. "Está comprometido hasta el transporte de pacientes. El sistema aéreo es limitado", apuntó Martins Pontes. Y aunque los analistas coinciden en que el río es la vía por la que pueden llegar a contagiarse no solo las poblaciones ribereñas, sino las comunidades indígenas más remotas, también señalan que es imposible de "clausurar".

Pero que no se pueda cerrar no significa que no se pueda vigilar. Voceros de la Organización de los Pueblos Indígenas del Oriente del Perú (Orpio) señalaron que se deben tomar acciones para evitar que la pandemia se expanda siguiendo el río. “Actualmente no hay control militar o policial en [este tramo del] Amazonas, por lo que los barcos privados continúan navegando con absoluta normalidad e incluso ingresan a territorios de las comunidades indígenas con personas extranjeras”, le dijo a la agencia EFE Francisco Cayetano, vocero de la entidad.

Por esa razón, la recomendación es buscar alternativas logísticas para el control de la pandemia en la región. “El control en puertos y fronteras debe ser absoluto, con pasos restringidos solo a casos previstos por la ley por razones sanitarias y humanitarias. Igualmente, el control de ingreso y contacto con las comunidades indígenas debe ser máximo, todo coordinado con los gobernadores y representantes indígenas”, recomendó Trillos.

Comunidades indígenas
Desde la declaración de la pandemia, los pueblos indígenas en la Amazonía han estado en alerta ante los riesgos que la enfermedad puede traer a sus comunidades. "Sin lugar a dudas, nosotros, los pueblos indígenas somos uno de los segmentos más vulnerables ante la actual pandemia de coronavirus", declaró en un comunicado la Confederación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB). "A lo largo de la historia hemos sido víctimas de sucesivos invasores (…) por las enfermedades que portaban, como la gripe, la viruela y el sarampión", continúa el documento. Aunque no existe una cifra definitiva, se estima en que en la Amazonía habitan cerca de un millón de indígenas distribuidos en unas 400 comunidades.
“Debido a la fácil transmisión del virus, las deficientes condiciones sociales, nutricionales y de salud de la población indígena, deben ser considerados una población vulnerable, con alto riesgo de complicaciones y mortalidad por covid-19”, señaló el docente Trillos. Y están en riesgo de no solo perder vidas humanas, sino también su acervo cultural.

“Los indígenas en la región no cuentan con una asistencia sanitaria adecuada, pero no porque ellos no lo quieran, como muchos señalan, sino porque al Estado no le ha importado hacerlo”, reclamó el médico Pablo Martínez. “Y como hemos visto, la enfermedad ataca a los adultos mayores. Y en las culturas indígenas, los más adultos son los que transmiten el conocimiento a los más jóvenes. La pérdida de este conocimiento sería irreparable”, agregó.


En este sentido, el ministro colombiano destacó que se está trabajando con las comunidades indígenas. "Las asociaciones indígenas de Colombia desde hace varias décadas cuentan con autonomía para fomentar proyectos de salud, especialmente en el nivel básico. Específicamente en lo relacionado con covid-19, en marzo expedimos con lineamientos para las comunidades étnicas", dijo. "En esos lineamientos se les recomienda permanecer en sus territorios, implementar acciones para evitar la salida, limitar el ingreso de personas ajenas a las comunidades, y adaptar los lineamientos generales a sus costumbres y sus usos. La pandemia ha llegado al Amazonas. Y el río, que lo conecta todo, puede convertirse en el principal camino para que el virus se propague por las comunidades indígenas.

El Ministerio de Salud informa al día 08 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19.