domingo, 10 de mayo de 2020

El coronavirus entra en la Casa Blanca: el doctor Fauci y otros dos asesores, en cuarentena tras dos positivos

Ni siquiera la Casa Blanca, uno de los edificios más seguros del mundo, está a salvo de lo que a Donald Trump le gusta definir como “el enemigo invisible”. Tres miembros del equipo de trabajo para el coronavirus del presidente, incluido el epidemiólogo Anthony Fauci, cara visible de la divulgación científica sobre el virus para los estadounidenses, han decidido ponerse en cuarentena, después de haber tenido contacto con al menos una persona que dio positivo en una prueba de la covid-19, la enfermedad provocada por el patógeno.

Además de Fauci, de 79 años, que define su contacto como de “bajo riesgo”, se pondrán en cuarentena los doctores Robert Redfield, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), y Stephen Hahn, comisionado de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA). A los tres, como a parte del personal de la Casa Blanca, se les realizan pruebas de diagnóstico del coronavirus con regularidad, la última el viernes pasado, y siempre han dado negativo. Pero, como medida de precaución, teletrabajarán desde casa durante las próximas dos semanas. El equipo de Fauci ha asegurado que el doctor acudirá a la Casa Blanca si se le requiere, tomando todas las precauciones. Los tres tenían previsto testificar el martes ante un comité del Senado, cuyo presidente ha confirmado que al menos Redfield y Hahn lo harán por videoconferencia (aún no se había anunciado el aislamiento de Fauci cuando se emitió el comunicado).

La cuarentena de los tres doctores se produce después de que dos trabajadores del entorno del presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence, coordinador de la emergencia del coronavirus, dieran positivo esta semana en pruebas diagnósticas de covid-19. Se trata de la portavoz de Pence, Katie Miller, y un asistente militar del presidente no identificado. La respuesta ante los dos positivos ha vuelto a arrojar dudas sobre la eficacia con la que la Casa Blanca actúa para mantener un entorno de trabajo seguro para el presidente.
Redfield y Hahn se aislarán en casa durante dos semanas, Fauci ha optado por una cuarenta menos rigurosa. Mientras tanto, los ayudantes que viajan con Trump y Pence no permanecerán 14 días aislados, como se recomienda tras exponerse al virus, y buena parte del personal de la Casa Blanca, según informa The Washington Post, ha recibido órdenes de sus superiores de acudir al puesto de trabajo con relativa normalidad.

El equipo del presidente rastrea los últimos movimientos de los dos positivos, especialmente los de Miller, que asistía a diario al Despacho Oval, sobre todo mientras se celebraban las comparecencias diarias del equipo de trabajo del coronavirus, hasta hace dos semanas. También estuvo Miller en la sala de emergencias de la Casa Blanca, uno de los lugares más protegidos del país, el pasado jueves.

El presidente Trump, por su parte, insiste en no utilizar mascarilla protectora, como su propia Administración recomienda a los ciudadanos. No la llevó el sábado en una reunión con altos mandos militares, al menos durante el tiempo en que lo pudieron ver los periodistas. Incluso se dejó ver a cara descubierta, el pasado martes, durante una visita en Arizona precisamente a una fábrica de mascarillas. Hace ya un mes, el pasado 3 de abril, cuando él mismo anunció las directrices de los CDC, que recomendaban utilizar mascarillas para evitar la propagación del virus, señaló que él mismo no las respetaría. “Lo pueden hacer. No lo tienen que hacer. Yo elijo no hacerlo”, dijo Trump.

La Casa Blanca asegura que, además de respetarse la distancia física para evitar contagios y desinfectar a fondo todos los lugares de trabajo, se toma la temperatura y se realizan pruebas de diagnóstico a diario a todos los miembros del equipo que están próximos al presidente y al vicepresidente. El viernes, después de los dos positivos, se distribuyeron entre todo el personal unas instrucciones que animan a maximizar el teletrabajo y obligan a ponerse en cuarentena en caso de viajar fuera de Washington. Pero no animan a la utilización de mascarillas, como recomiendan los CDC al resto de ciudadanos.


sábado, 9 de mayo de 2020

El Gobierno Español contempla vigilar las alcantarillas de todo el país para alertar de nuevos brotes del virus

El Gobierno se plantea establecer un sistema nacional de vigilancia de las aguas residuales para alertar de nuevos brotes de coronavirus. El primer proyecto piloto se va a realizar en la ciudad de Valencia, donde científicos y la empresa responsable de la gestión de las aguas fecales llevan ya tres años perfeccionando un método para detectar fragmentos genéticos de diferentes virus y estimar su concentración.

“Esta herramienta permitirá detectar de forma temprana la presencia de coronavirus en las aguas residuales”, ha explicado hoy Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana. Se trata de un “proyecto estratégico” de cara a la nueva fase de desescalada. En teoría, este sistema de vigilancia puede indicar dónde hay presencia del virus a un nivel de detalle de barrios e incluso de bloques, lo que permitiría vigilar hospitales, residencias y hoteles, por ejemplo.

El presidente valenciano ha firmado esta mañana un convenio con el ministerio de Ciencia, del que depende el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y la empresa Global Omnium, para comenzar a monitorizar de forma “inmediata” las aguas fecales de la ciudad de Valencia y, en unas semanas, también de toda la Generalitat. Esto permitirá seguir la evolución “diaria” de la pandemia y será un método de vigilancia epidemiológica complementario al resto de los ya aprobados, como los tests y el seguimiento de todos los contactos de los infectados.

“Esta herramienta permitirá detectar de forma temprana la presencia de coronavirus en las aguas residuales”

En dos estudios en Murcia y Valencia, este sistema demostró que el ARN del virus puede estar presente en las aguas fecales hasta 16 días antes de que se identifique el primer contagio, con lo que podría ser una buena manera de lanzar una alerta temprana ante nuevos brotes. En Valencia la concentración de ARN del SARS-CoV llegó a su punto máximo más de 15 días antes de que la ciudad alcanzase su pico de contagios diarios.

“Este método tiene el potencial de hacer más robusta la toma de decisiones durante la fase de recuperación de la actividad”, ha explicado Pedro Duque, ministro de Ciencia, durante la rueda de prensa virtual posterior a la firma del convenio. Si se confirma que estos datos pueden ayudar a vigilar el estado de la epidemia y detectar de forma prematura un nuevo brote se intentaría exportar este sistema al resto del país creando una red nacional de vigilancia, según explican fuentes del departamento de Duque.

En la presentación de hoy se ha explicado cómo puede funcionar este sistema con un caso real. La empresa Global Ominum lleva 10 días monitorizando en detalle la carga de virus que tienen las aguas residuales de diferentes zonas de la ciudad. Algunas, ha explicado a este diario Eugenio Calabuig, presidente de Global Omnium Medio Ambiente, tienen una carga viral nula, mientras otras siguen mostrando valores altos. La que más registra es la que recibe aguas fecales de uno de los principales hospitales de la ciudad. Este sistema permitiría hacer un seguimiento diario de en qué zonas de la urbe sigue habiendo personas contagiadas o que se han recuperado, pero aún secretan ARN del virus y a su vez asesorar a los políticos para ir levantando las medidas de control. “Podemos analizar 20 puntos del alcantarillado cada dos días y nuestro objetivo ahora es hacer unos 2.000 muestreos desde este momento hasta diciembre”, ha explicado a este diario Calabuig. La empresa ha ofrecido estos servicios a la Generalitat de forma gratuita, asegura Calabuig.

“El sistema está puesto a punto para ponerlo en marcha ya y obtener más datos”, explica Gloria Sánchez, viróloga del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) y una de las responsables científicas del sistema de análisis. Su equipo analiza la presencia de virus digestivos y de la hepatitis A en las aguas fecales y también en las que salen de las centrales de tratamiento una vez depuradas. Su trabajo científico ha demostrado que el proceso de depuración elimina el ARN viral de las aguas.

Aún quedan muchas preguntas científicas por responder sobre este sistema. No está claro desde qué día los infectados comienzan a secretar virus, ni tampoco en qué volumen. También es necesario analizar estadísticamente los datos, pues cada central depuradora recibe los efluentes de grupos de población diferentes. El estudio sobre Valencia se centró en de 22 localidades de la zona metropolitana de Valencia que engloban a 1,2 millones de habitantes. Por ahora es imposible saber cuánta gente hay infectada en función de la concentración de virus en las aguas, pero sí detectar la circulación del virus en determinadas áreas. “Sí sabemos es que antes de que haya contagios, y esto lo hemos demostrado nosotros en España y también otros equipos de otros países”, explica Sánchez.

“Cuando analizas las aguas fecales está testando a miles de personas al mismo tiempo, eso hace que sea una técnica rentable y no invasiva”, explica Ana María Roda Husman, jefa en el Centro de Control de Enfermedades de Holanda. En este país un análisis similar pudo detectar ARN viral en una localidad de más de 300.000 habitantes —Amersfoort— días antes de que se confirmase el primer contagio. Aunque el nivel de detalle al que llega esta técnica es limita por el momento, esta investigadora ha publicado estudios con el virus de la polio que demuestran que puede funcionar para alertar de forma temprana de que el patógeno ha vuelto a circular entre la población.


El Ministerio de Salud informa al día 09 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 09 de mayo se cumple el quincuagésimo quinto día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
Muestras totales: 494,250
- Casos positivos: 65,015 (20,834 PCR (+), 44,181 Rápida (+))
Internados en hospitales: 6,220
- Hospitalizados en UCI: 748
Pacientes con Alta Médica: 2,738
- Fallecidos: 1,814
- Letalidad: 2.79 %



viernes, 8 de mayo de 2020

Coronavirus en la Amazonía: el peligro de que el río Amazonas se convierta en la gran ruta de contagio del covid-19 en Sudamérica


El río Amazonas es un gigante de más de 6.500 kilómetros de extensión que atraviesa tres países sudamericanos: Perú (donde nace el curso de agua), Colombia y Brasil.

Y es en dos de sus principales localidades ribereñas donde se han presentado algunos de los cuadros más dramáticos de la pandemia del covid-19 en América Latina.

Iquitos, en Perú, y Manaos, en Brasil.
El alcalde de Manaos, Arthur Virgilio Neto, denunció que están viviendo “una película de terror”, con más 4.000 contagios y 620 muertos por el nuevo coronavirus, lo que ha causado el colapso del sistema de salud de la principal ciudad amazónica brasileña. "No queremos milagros. Lo que necesitamos es un avión lleno de escáneres, ventiladores, medicamentos y equipos de protección", le dijo el alcalde a la BBC. La crisis ha llevado a las autoridades de la ciudad a construir una enorme fosa común para sus muertos.

En Iquitos, médicos le contaron a BBC Mundo que no cuentan con camas suficientes para atender la emergencia sanitaria: “La gente se va a morir en sus casas, porque no tenemos cómo atenderla”. Pero la crisis no se circunscribe a estas dos ciudades: el río es el principal medio de comunicación para las poblaciones que habitan la cuenca del Amazonas y, por tanto, el canal por el que ha llegado la enfermedad a otras comunidades en la región. Y que amenaza, sobre todo, a las más de 400 comunidades indígenas que la habitan. “El río es el eje del Amazonas que conecta a la gente de Perú, Brasil y Colombia. Y aunque en el mapa se ve como algo muy disperso, todo se conecta a través de su cauce y sus afluentes”, le dijo a BBC Mundo el médico colombiano Pablo Martínez, quien ha trabajado en la región durante más de 20 años.

"No hay estrategia conjunta"
Martínez, a través de las redes sociales, fue de los primeros en alertar sobre la difícil situación que la pandemia podía crear para las poblaciones ribereñas del Amazonas, principalmente en Leticia, la principal ciudad colombiana en la zona, en la frontera con Brasil.

“La mayoría de los gobiernos, durante siglos, solo han visto a la Amazonía como un lugar del que se pueden sacar recursos, pero nunca donde invertir en temas como salud o educación”, reclamó Martínez. “Por eso han elegido enfrentar este problema desde cada país, de forma individual y con distintas estrategias, y no se han dado cuenta de que el río conecta a esta región como un todo y necesita una atención integral”, señaló Martínez.

El ministro de Salud de Colombia, Fernando Ruiz Gómez, le dijo a BBC Mundo que el gobierno colombiano es consciente no solo de la grave situación en Leticia, sino de su condición geográfica como ciudad limítrofe. "En términos prácticos, Tabatinga -Brasil- y Leticia son una misma ciudad, y por eso la estrategia debe ser unificada. Este viernes 8 de mayo estaremos reunidos los cancilleres y los ministros de salud de Colombia y Brasil", señaló Ruiz Gómez. "Y también hemos tomado medidas integrales como la movilidad entre los municipios, que fue prohibida, salvo que se trate de transporte de pacientes, alimentos, insumos médicos o elementos vitales. El reto con esas restricciones es lentificar la velocidad de propagación del virus para que tengamos siempre disponibilidad en los hospitales", agregó.

Tal vez una de las mayores evidencias de cómo el río Amazonas se convirtió en un vehículo para la expansión del covid-19 se halla en Leticia, la mayor ciudad colombiana sobre este río más caudaloso del mundo. Aunque no es tan grande como Manaos o Iquitos, Leticia tiene cerca de 45.000 habitantes y, sobre todo, una ubicación estratégica en el punto conocido como la triple frontera.

“Por el río Amazonas circulan personas desde Manaos, ciudad con más de 5.500 casos reportados, y de otras poblaciones que tienen entre 27 y 630 casos", le dijo a BBC Mundo Carlos Trillos, médico epidemiólogo y docente principal de la Universidad del Rosario. "También está cerca Iquitos, Perú, con más de 1.000 casos para la misma fecha. Lo anterior no solo refleja la influencia del río, sino la importancia de incrementar su control”, señaló el académico.

Una calle más allá
Los movimientos, y con ellos la dispersión del virus, están marcados por la falta de controles fronterizos e incluso de divisiones reales sobre el terreno. "Es importante considerar que Leticia está separada de Tabatinga, en Brasil, por una calle. Esta población brasileña tenía más de 260 casos confirmados, con un control de circulación por el río regulado por las autoridades de Brasil, con problemas según informa la población”, explicó Trillos.

De hecho, el investigador señala que 10 de los casos confirmados de covid-19 en Leticia procedían de Brasil y uno, de Perú. Actualmente, el departamento del Amazonas es la provincia con mayor tasa de contagio por habitante en todo Colombia. Hasta este miércoles, Leticia registraba 291 casos y había reportado 14 personas fallecidas por causa del virus. Y eso ha puesto en evidencia la vulnerabilidad del sistema sanitario, no solo de Leticia sino también de Iquitos y Manaos.

El río Amazonas es el más caudaloso del planeta. Atraviesa Perú, Colombia y Venezuela y la mayor parte de la vida y la economía dependen del tránsito por agua. Hace dos semanas, a medida que la gravedad de la pandemia se acrecentaba, 30 miembros del personal médico que trabajan en el hospital de Leticia decidieron firmar un documento en el que anunciaban una "renuncia masiva a la prestación de servicios de salud" que no fueran "urgencias vitales no covid-19", dado que no contaban con equipos de protección personal básicos. “Es un problema que se extiende por la Amazonía: los hospitales no tienen los recursos para atender una emergencia de este nivel. Y eso se sabía incluso antes de que se confirmaran los primeros casos”, señaló Martínez.

Cerrar el río
Desde el principio, una de las preocupaciones de las autoridades ha sido que la pandemia del covid-19 alcance a las comunidades indígenas, que no estarían protegidos ante una enfermedad tan contagiosa. Una de las medidas adoptadas por el gobierno brasileño fue intentar reducir la circulación fluvial.
Pero los expertos consultados por BBC Mundo no solo califican la propuesta como contraproducente, sino como imposible de hacer cumplir. “El río y sus afluentes representan el 85% de la vía de transporte en esta zona del país (Brasil) y en general para la Amazonía. Si lo cierran, como lo ordenó el gobierno brasileño, van a causar serios efectos”, le dijo a BBC Mundo Alessandra Martins Pontes, especialista en temas de transporte fluvial de la Universidad Federal de la Amazonía.

El poderoso cauce de agua sudamericano no solo se extiende por más de 6.500 kilómetros, sino que además tiene cerca de 1.000 afluentes que lo alimentan hasta que desemboca en el Atlántico. “Sin transporte, hay escasez de alimentos, medicinas y suministros. Todo lo que se pueda imaginar. En el Amazonas todo viaja por ríos”, añadió.

La medida también podría lograr el efecto contrario al que se propone y aumentar los riesgos para los enfermos de covid-19, al dejarlos aislados. "Está comprometido hasta el transporte de pacientes. El sistema aéreo es limitado", apuntó Martins Pontes. Y aunque los analistas coinciden en que el río es la vía por la que pueden llegar a contagiarse no solo las poblaciones ribereñas, sino las comunidades indígenas más remotas, también señalan que es imposible de "clausurar".

Pero que no se pueda cerrar no significa que no se pueda vigilar. Voceros de la Organización de los Pueblos Indígenas del Oriente del Perú (Orpio) señalaron que se deben tomar acciones para evitar que la pandemia se expanda siguiendo el río. “Actualmente no hay control militar o policial en [este tramo del] Amazonas, por lo que los barcos privados continúan navegando con absoluta normalidad e incluso ingresan a territorios de las comunidades indígenas con personas extranjeras”, le dijo a la agencia EFE Francisco Cayetano, vocero de la entidad.

Por esa razón, la recomendación es buscar alternativas logísticas para el control de la pandemia en la región. “El control en puertos y fronteras debe ser absoluto, con pasos restringidos solo a casos previstos por la ley por razones sanitarias y humanitarias. Igualmente, el control de ingreso y contacto con las comunidades indígenas debe ser máximo, todo coordinado con los gobernadores y representantes indígenas”, recomendó Trillos.

Comunidades indígenas
Desde la declaración de la pandemia, los pueblos indígenas en la Amazonía han estado en alerta ante los riesgos que la enfermedad puede traer a sus comunidades. "Sin lugar a dudas, nosotros, los pueblos indígenas somos uno de los segmentos más vulnerables ante la actual pandemia de coronavirus", declaró en un comunicado la Confederación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB). "A lo largo de la historia hemos sido víctimas de sucesivos invasores (…) por las enfermedades que portaban, como la gripe, la viruela y el sarampión", continúa el documento. Aunque no existe una cifra definitiva, se estima en que en la Amazonía habitan cerca de un millón de indígenas distribuidos en unas 400 comunidades.
“Debido a la fácil transmisión del virus, las deficientes condiciones sociales, nutricionales y de salud de la población indígena, deben ser considerados una población vulnerable, con alto riesgo de complicaciones y mortalidad por covid-19”, señaló el docente Trillos. Y están en riesgo de no solo perder vidas humanas, sino también su acervo cultural.

“Los indígenas en la región no cuentan con una asistencia sanitaria adecuada, pero no porque ellos no lo quieran, como muchos señalan, sino porque al Estado no le ha importado hacerlo”, reclamó el médico Pablo Martínez. “Y como hemos visto, la enfermedad ataca a los adultos mayores. Y en las culturas indígenas, los más adultos son los que transmiten el conocimiento a los más jóvenes. La pérdida de este conocimiento sería irreparable”, agregó.


En este sentido, el ministro colombiano destacó que se está trabajando con las comunidades indígenas. "Las asociaciones indígenas de Colombia desde hace varias décadas cuentan con autonomía para fomentar proyectos de salud, especialmente en el nivel básico. Específicamente en lo relacionado con covid-19, en marzo expedimos con lineamientos para las comunidades étnicas", dijo. "En esos lineamientos se les recomienda permanecer en sus territorios, implementar acciones para evitar la salida, limitar el ingreso de personas ajenas a las comunidades, y adaptar los lineamientos generales a sus costumbres y sus usos. La pandemia ha llegado al Amazonas. Y el río, que lo conecta todo, puede convertirse en el principal camino para que el virus se propague por las comunidades indígenas.

El Ministerio de Salud informa al día 08 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19.


jueves, 7 de mayo de 2020

La informalidad y la fuga de los más vulnerables hacia el campo desbaratan el confinamiento en Perú


La economía peruana ha crecido en los últimos 20 años una media de 4,5% anual, en gran medida debido a los precios internacionales de los metales. Los Gobiernos han exhibido ese indicador orgullosamente, aunque poniendo bajo la alfombra el alto porcentaje de personas en empleo informal, que ha ido del 80% en 2004 al 66% en 2018. Perú es un país de ingresos medios, en el cual los hospitales no tienen ecógrafos, tomógrafos, insumos en los laboratorios, ni jabón en los servicios. Por ello, desde mediados de marzo el Ejecutivo ordenó una cuarentena y un toque de queda. Pese a las medidas estrictas, en el día 51 de la emergencia de la covid-19, las autoridades sanitarias reportaron el martes el mayor incremento de nuevos contagios diarios, 3.817. Este jueves, se han registrado 54.526 casos y 1.627 fallecidos.

¿Por qué hubo tanta propagación del virus si fue el primer país en América Latina en establecer la inamovilidad obligatoria, la prohibición del transporte interprovincial, el cierre de fronteras y un programa de subsidios a 2,7 millones de hogares pobres? Los expertos apuntan a la informalidad laboral, el débil sistema de salud, el empobrecimiento y el desplazamiento hacia el campo de miles de ciudadanos que han quedado sin medios de vida en las ciudades, y han partido a pie, sin control sanitario de las autoridades.

El presidente, Martín Vizcarra, reconoció el martes que los resultados de las medidas excepcionales que el Gobierno adoptó para contener la propagación del virus “no han sido exactamente” los que esperaban. “Esta no es solamente una crisis sanitaria: estamos viviendo una crisis social y una crisis económica sin precedentes y el efecto real no lo tenemos dimensionado en toda su magnitud porque estamos en pleno proceso de esta crisis”, añadió. De las cinco regiones con la mayor cantidad de infectados y muertes, en Loreto, Lambayeque y Piura, las fuerzas del orden denuncian desde marzo un mayor incumplimiento al toque de queda y a la orden de quedarse en casa. El sacerdote Miguel Fuertes, vicario de Iquitos, capital de Loreto, cuestionó esta semana que las autoridades no supieran hacer llegar el mensaje. “Para la mayor cantidad de personas en Iquitos, la forma de vida es vender algo en la puerta de casa o hacer cachuelitos [pequeños trabajos]”, explicó a una radio de Lima. “¿Cómo le dicen a una familia de 12 personas en una casa de 10 metros cuadrados, bajo un techo de calamina, con el calor, que no salgan para evitar el contagio?”, agregó.

La médico e investigadora Carol Zavaleta dijo a EL PAÍS que además de la precariedad del sistema de salud, hay otro factor que explica que las medidas adoptadas en marzo no hayan logrado aplanar la curva de la infección. “En Perú, el 25% de la población se reconoce como indígena, pero ese ser indígena es invisible para las instituciones públicas y privadas. Muchos como yo, ya no somos indígenas, pero nos hemos criado en un sistema de salud que usaba prácticas médicas indígenas, de nuestros abuelos, y luego hemos emigrado hacia las grandes urbes”, refiere la académica de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. “Loreto es una región con fuertes raíces y componentes indígenas, en el caso de las otras dos regiones, tienen migrantes de los Andes y aún tienen comunidades campesinas. Las sociedades indígenas tienen un sistema de conocimiento, de valores, de dieta, y de medicina diferente al que actualmente rige el desarrollo de la sociedad occidental peruana", continúa Zavaleta. “Estas prácticas se asocian al manejo de los elementos de la naturaleza para proveer alimento, bebida, ropa, casa y diversión. El no reconocerlo no permite celebrarlo, ni entenderlo, ni tampoco sumar la evidencia científica a las prácticas indígenas, en otras palabras; exclusión, marginación y olvido de todo lo que representa la salud y el bienestar indígena, un país que crece económicamente de espaldas a su identidad”. El médico e investigador Daniel Rojas comentó en un conversatorio de expertos que Loreto, Lambayeque y Piura tienen en común la más baja densidad de médicos en el país: menos de siete por cada 10.000 habitantes, de acuerdo a cifras oficiales de 2018.

Factores no previstos
Otros dos aspectos escaparon de los cálculos hechos por el Gobierno. El Ejecutivo no incluyó entre las actividades esenciales, al inicio de la cuarentena, a la minería, pero la añadió un par de días después, confiado en que las empresas cumplirían las medidas sanitarias en los campamentos. Esta semana, suman 258 los trabajadores de siete compañías mineras, dos de ellas las principales extractoras de cobre: Antamina y Cerro Verde.

El secretario general de la Federación de Trabajadores Metalúrgicos de Perú, Jorge Juárez, sostiene que cuando el Gobierno tomó esa decisión no salvaguardó a los trabajadores. El dirigente explica que Antamina, la empresa que tiene 210 empleados contagiados, evacuó a cientos de mineros pero no todos conocían sus resultados de las pruebas de diagnóstico, y tardaron en conocerlos. De acuerdo a una norma publicada el domingo, en mayo todos los rubros de la minería podrán volver a operar. Juárez teme que la supervisión del cumplimiento de los protocolos autorizados por las autoridades sanitarias, no sea inviable. “La norma señala que en la empresa debe haber una instancia a la cual reportar un incumplimiento, pero si no es un tercero el que supervise, los trabajadores no se van a exponer a un despido o a un cese de contrato. La entidad de fiscalización laboral debería ser quien fiscalice”, refirió a EL PAÍS.

Además, están los más de 160.000 peruanos que se quedaron sin trabajo ni casa en las ciudades y que hace tres semanas decidieron volver a pie, al campo o a comunidades amazónicas. El Ejecutivo, hasta este miércoles, ha logrado organizar el retorno de 14.000 de ellos, previas pruebas rápidas del virus; pero una gran cantidad no pudo esperar las coordinaciones con las Administraciones regionales ni los diagnósticos y se echó a caminar, algunos de ellos con sus bebés a cuestas. El Gobierno no tiene un cálculo de la propagación del virus a raíz de este desplazamiento. El primer ministro, Vicente Zeballos, dijo a este diario que están considerando “albergues transitorios cercanos a las principales salidas de la capital para organizar su retorno”. Sin embargo, los caminantes, como ellos se autodenominan, se están encontrando con duras condiciones al llegar a sus destinos. Las autoridades locales también se sienten sobrepasadas en sus capacidades. Al alcalde de la provincia de Condorcanqui, en Amazonas, Orlando Requejo, le pidieron organizar un albergue para la cuarentena de 70 desplazados. Consiguió una escuela, pero llegaron 200 personas. El lunes, Requejo padecía para encontrar alimentos y colchonetas para los desplazados.

El Ministerio de Salud informa al día 07 de Mayo la situación debido al efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 07 de mayo se cumple el Quincuagésimo segundo día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
Muestras totales: 448,020
- Casos positivos: 58,526 (19,508 PCR (+), 39,018 Rápida (+))
Internados en hospitales: 5,980
- Hospitalizados en UCI: 722
Pacientes con Alta Médica: 2,566
- Fallecidos: 1,627
- Letalidad: 2.78 %