jueves, 7 de mayo de 2020

La informalidad y la fuga de los más vulnerables hacia el campo desbaratan el confinamiento en Perú


La economía peruana ha crecido en los últimos 20 años una media de 4,5% anual, en gran medida debido a los precios internacionales de los metales. Los Gobiernos han exhibido ese indicador orgullosamente, aunque poniendo bajo la alfombra el alto porcentaje de personas en empleo informal, que ha ido del 80% en 2004 al 66% en 2018. Perú es un país de ingresos medios, en el cual los hospitales no tienen ecógrafos, tomógrafos, insumos en los laboratorios, ni jabón en los servicios. Por ello, desde mediados de marzo el Ejecutivo ordenó una cuarentena y un toque de queda. Pese a las medidas estrictas, en el día 51 de la emergencia de la covid-19, las autoridades sanitarias reportaron el martes el mayor incremento de nuevos contagios diarios, 3.817. Este jueves, se han registrado 54.526 casos y 1.627 fallecidos.

¿Por qué hubo tanta propagación del virus si fue el primer país en América Latina en establecer la inamovilidad obligatoria, la prohibición del transporte interprovincial, el cierre de fronteras y un programa de subsidios a 2,7 millones de hogares pobres? Los expertos apuntan a la informalidad laboral, el débil sistema de salud, el empobrecimiento y el desplazamiento hacia el campo de miles de ciudadanos que han quedado sin medios de vida en las ciudades, y han partido a pie, sin control sanitario de las autoridades.

El presidente, Martín Vizcarra, reconoció el martes que los resultados de las medidas excepcionales que el Gobierno adoptó para contener la propagación del virus “no han sido exactamente” los que esperaban. “Esta no es solamente una crisis sanitaria: estamos viviendo una crisis social y una crisis económica sin precedentes y el efecto real no lo tenemos dimensionado en toda su magnitud porque estamos en pleno proceso de esta crisis”, añadió. De las cinco regiones con la mayor cantidad de infectados y muertes, en Loreto, Lambayeque y Piura, las fuerzas del orden denuncian desde marzo un mayor incumplimiento al toque de queda y a la orden de quedarse en casa. El sacerdote Miguel Fuertes, vicario de Iquitos, capital de Loreto, cuestionó esta semana que las autoridades no supieran hacer llegar el mensaje. “Para la mayor cantidad de personas en Iquitos, la forma de vida es vender algo en la puerta de casa o hacer cachuelitos [pequeños trabajos]”, explicó a una radio de Lima. “¿Cómo le dicen a una familia de 12 personas en una casa de 10 metros cuadrados, bajo un techo de calamina, con el calor, que no salgan para evitar el contagio?”, agregó.

La médico e investigadora Carol Zavaleta dijo a EL PAÍS que además de la precariedad del sistema de salud, hay otro factor que explica que las medidas adoptadas en marzo no hayan logrado aplanar la curva de la infección. “En Perú, el 25% de la población se reconoce como indígena, pero ese ser indígena es invisible para las instituciones públicas y privadas. Muchos como yo, ya no somos indígenas, pero nos hemos criado en un sistema de salud que usaba prácticas médicas indígenas, de nuestros abuelos, y luego hemos emigrado hacia las grandes urbes”, refiere la académica de la Universidad Peruana Cayetano Heredia. “Loreto es una región con fuertes raíces y componentes indígenas, en el caso de las otras dos regiones, tienen migrantes de los Andes y aún tienen comunidades campesinas. Las sociedades indígenas tienen un sistema de conocimiento, de valores, de dieta, y de medicina diferente al que actualmente rige el desarrollo de la sociedad occidental peruana", continúa Zavaleta. “Estas prácticas se asocian al manejo de los elementos de la naturaleza para proveer alimento, bebida, ropa, casa y diversión. El no reconocerlo no permite celebrarlo, ni entenderlo, ni tampoco sumar la evidencia científica a las prácticas indígenas, en otras palabras; exclusión, marginación y olvido de todo lo que representa la salud y el bienestar indígena, un país que crece económicamente de espaldas a su identidad”. El médico e investigador Daniel Rojas comentó en un conversatorio de expertos que Loreto, Lambayeque y Piura tienen en común la más baja densidad de médicos en el país: menos de siete por cada 10.000 habitantes, de acuerdo a cifras oficiales de 2018.

Factores no previstos
Otros dos aspectos escaparon de los cálculos hechos por el Gobierno. El Ejecutivo no incluyó entre las actividades esenciales, al inicio de la cuarentena, a la minería, pero la añadió un par de días después, confiado en que las empresas cumplirían las medidas sanitarias en los campamentos. Esta semana, suman 258 los trabajadores de siete compañías mineras, dos de ellas las principales extractoras de cobre: Antamina y Cerro Verde.

El secretario general de la Federación de Trabajadores Metalúrgicos de Perú, Jorge Juárez, sostiene que cuando el Gobierno tomó esa decisión no salvaguardó a los trabajadores. El dirigente explica que Antamina, la empresa que tiene 210 empleados contagiados, evacuó a cientos de mineros pero no todos conocían sus resultados de las pruebas de diagnóstico, y tardaron en conocerlos. De acuerdo a una norma publicada el domingo, en mayo todos los rubros de la minería podrán volver a operar. Juárez teme que la supervisión del cumplimiento de los protocolos autorizados por las autoridades sanitarias, no sea inviable. “La norma señala que en la empresa debe haber una instancia a la cual reportar un incumplimiento, pero si no es un tercero el que supervise, los trabajadores no se van a exponer a un despido o a un cese de contrato. La entidad de fiscalización laboral debería ser quien fiscalice”, refirió a EL PAÍS.

Además, están los más de 160.000 peruanos que se quedaron sin trabajo ni casa en las ciudades y que hace tres semanas decidieron volver a pie, al campo o a comunidades amazónicas. El Ejecutivo, hasta este miércoles, ha logrado organizar el retorno de 14.000 de ellos, previas pruebas rápidas del virus; pero una gran cantidad no pudo esperar las coordinaciones con las Administraciones regionales ni los diagnósticos y se echó a caminar, algunos de ellos con sus bebés a cuestas. El Gobierno no tiene un cálculo de la propagación del virus a raíz de este desplazamiento. El primer ministro, Vicente Zeballos, dijo a este diario que están considerando “albergues transitorios cercanos a las principales salidas de la capital para organizar su retorno”. Sin embargo, los caminantes, como ellos se autodenominan, se están encontrando con duras condiciones al llegar a sus destinos. Las autoridades locales también se sienten sobrepasadas en sus capacidades. Al alcalde de la provincia de Condorcanqui, en Amazonas, Orlando Requejo, le pidieron organizar un albergue para la cuarentena de 70 desplazados. Consiguió una escuela, pero llegaron 200 personas. El lunes, Requejo padecía para encontrar alimentos y colchonetas para los desplazados.

El Ministerio de Salud informa al día 07 de Mayo la situación debido al efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 07 de mayo se cumple el Quincuagésimo segundo día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
Muestras totales: 448,020
- Casos positivos: 58,526 (19,508 PCR (+), 39,018 Rápida (+))
Internados en hospitales: 5,980
- Hospitalizados en UCI: 722
Pacientes con Alta Médica: 2,566
- Fallecidos: 1,627
- Letalidad: 2.78 %

miércoles, 6 de mayo de 2020

Brasil se perfila como el próximo epicentro mundial de la pandemia

Brasil registró este miércoles por segundo día consecutivo más de 600 nuevos fallecidos, con lo que las muertes se elevan a 8.536 y los contagios a más de 125.000, según el Ministerio de Salud. El 42% de los diagnosticados se consideran curados. El secretario de Vigilancia Sanitaria del Ministerio, Wanderson de Oliveira, reconoció al presentar el boletín diario que persisten los problemas crónicos desde el comienzo de la crisis del coronavirus: no realizan test suficientes, hay un cuello de botella para procesar los análisis y tampoco logran centralizar los resultados de los test rápidos para incluir los realizados por los Estados y la red sanitaria privada.

Aún no se puede decir cuándo llegará el pico de la crisis. Será entre mayo, junio y julio, no tengo dudas. El aislamiento social reduce la curva de casos”, dijo el secretario, que subrayó la diferencia del impacto entre los Estados.

Dos estudios recién publicados —uno de investigadores brasileños con la Universidad Johns Hopkins, y otro de investigadores también brasileños con la de Oxford— indican que Brasil será el nuevo epicentro global de la pandemia. En un estudio aún no revisado por otros científicos, varios investigadores brasileños y británicos compararon las curvas epidémicas de Brasil y de Estados Unidos (actual epicentro) y vieron que las tasas de mortalidad siguen un aumento exponencial similar al de EE UU. Por eso estiman que las muertes puedan alcanzar las 64.310 hasta el 9 de junio en el escenario más pesimista, y las 31.384, en el más optimista.

Las proyecciones en colaboración con Johns Hopkins señalan que los casos en Brasil pueden alcanzar los 1,6 millones, más que los 1,1 millones de casos estadounidenses detectados. El estudio destaca la demora en la notificación de casos en el país como la razón por la que las cifras oficiales aún no son tan altas: Brasil realizó cerca de 1.600 test por cada millón de habitantes, mientras que EE UU administra 20.200, y algunos países europeos rondan los 30.000.

El secretario también admitió que hay más de 90.000 test para covid-19 en cola esperando Der procesados. Además, los resultados de cerca de los 100.000 realizados en laboratorios privados no se están compartiendo con el Gobierno, ni tampoco los datos de test rápidos estatales.

Confinamiento total

Ante el avance de la epidemia, algunos Estados y ayuntamientos están endureciendo las cuarentenas. Desde este martes, São Luís, capital de Maranhão, fue la primera ciudad en cerrar todo salvo los servicios esenciales. El Gobierno de Ceará y el ayuntamiento de la capital, Fortaleza, aplicarán más restricciones a partir del viernes próximo y será obligatorio el uso de mascarillas. “El momento que vivimos es grave”, alertó el alcalde Roberto Cláudio. Fortaleza concentra casi el 75% de los casos del Estado. “A pesar del gran esfuerzo de facilitar nuevas camas de hospital todos los días, la velocidad de propagación de la enfermedad es mucho más alta que la capacidad de los poderes públicos en este momento”, apostilló el alcalde.

La circulación de personas y automóviles en áreas públicas (como playas, paseos marítimos y parques) será “permitida solo con la debida justificación, como para realizar un servicio esencial. También se controlarán las entradas y salidas de la ciudad", explicó el gobernador, Camilo Santana, que prorrogó el decreto estatal de aislamiento social 15 días más. Según él, el Estado venía presentando uno de los índices más bajos de cumplimiento de las medidas de aislamiento y un incremento de casos y fallecidos. El gobernador añadió que se han creado 1.500 nuevas camas de hospital en Ceará (un aumento del 63% en el sistema hospitalario). “Incluso con todo este esfuerzo, nuestro sistema sanitario ha llegado al límite. Por eso tendremos medidas más rígidas. Quiero hacer un llamamiento a la población para que cumpla el aislamiento social. Es la principal medida para reducir los efectos de esta pandemia, que mata a la gente”, afirmó.

En el Estado de Pará, el gobernador, Helder Barbalho, también anunció medidas de bloqueo total en 10 municipios, donde la circulación de personas se limitará, y solo operarán los servicios esenciales. Un repunte de casos por encima de la media nacional ha provocado que en Belém, la capital, y en otras ciudades se hayan desbordado los sistemas sanitario y funerario. “Quienes vayan a comprar algo cerca de casa o a trabajar tendrán que llevar un carnet con foto o un documento acreditativo de trabajo, ya que cortaremos carreteras y haremos controles en las calles. Y a quienes no lleven máscara también se les prohibirá circular”, dijo.

Mientras tanto, el presidente Jair Bolsonaro y los sectores ligados a él siguen haciendo campaña contra el aislamiento, afirmando, sin ningún sustento, que no sirven para desacelerar los contagios.


"Ya va siendo hora de que la humanidad sea adulta y empiece a decidir qué cosas no puede hacer"

"¡Eso me suena a curas!"
Si uno no quiere eso por respuesta, mejor no empezar una entrevista con Juan Luis Arsuaga preguntándole si la crisis del covid-19 es una especie de advertencia, algo que le recuerda al ser humano cuál es su sitio.

El paleontólogo español, premio Príncipe de Asturias y uno de los mayores expertos del mundo en la evolución de nuestra especie, se alarma ante la expansión cual virus del "pensamiento mágico", advierte sobre los peligros de sustituir a Dios con la ciencia y llama a utilizar la razón para solucionar los problemas que plantea la pandemia.
Lo que sigue es un extracto del diálogo que mantuvo con BBC Mundo el catedrático, también codirector del yacimiento de Atapuerca y director científico del Museo de la Evolución Humana de Burgos, desde su confinamiento en Madrid.
Es paleontólogo y, como usted mismo la define, su profesión consiste en estudiar el pasado, el pasado de la evolución, la historia de la vida. ¿Cómo encaja esto que estamos viviendo en esa historia?

La vida es una crisis permanente. Muchas veces se pregunta: "¿Qué es lo que causa la extinción de las especies?". Pero la pregunta está mal formulada.
La pregunta es: "¿Qué es lo que hace que las especies no se extingan?", porque todas las especies están siempre al borde de la extinción.
Unas son más resilientes que otras, pero un mundo estable, tal y como se concibe la estabilidad, no es real. El mundo está en permanente inestabilidad.
Esto nos ha pillado en un momento en el que estábamos convencidos de que podíamos controlar nuestro futuro, tal vez hasta dirigir la evolución, cambiar su curso. ¿Nos pone en nuestro sitio como especie?
Eso me suena a curas, a predicadores. Ya solo falta que nos digan que nos lo merecemos, que es un castigo de la naturaleza.
Toda la predicación bíblica que está aflorando ahora me parece lo más grave de esta epidemia. Es la vuelta de los charlatanes, del pensamiento mágico, algo que pensábamos que de verdad había desaparecido.
"Arrepentíos", solo les falta decirles. "Es el último aviso".
Nadie había pensado que se habían acabado las epidemias. Tal es así, que hay una especialidad médica dedicada a ellas: la epidemiología.
Hay que utilizar el pensamiento racional para solucionar los problemas.
Me refería a si esto nos ha recordado que somos animales, que nos pone en nuestro sitio, a la par de otras especies animales.
¡Nos recuerda que volamos en Ryanair!
Lo que nos ha pasado es que viajamos en Ryanair, con el señor de la derecha tosiendo y el de detrás también, hacinados… ¿así cómo no van a extenderse los virus?
Pero la solución no es un predicador, (que nos advierta que) "es el último aviso, pecadores". La solución pasa por (preguntarnos) cómo lo hacemos.
¿Cómo hacemos para que haya un vuelo barato de Madrid a Londres, en el que no viajemos hacinados y con el que no quememos combustible fósil?

La pregunta es, entonces: ¿a qué renunciamos?Esto nos tiene que llevar a una solución técnica. Vivimos en un mundo diferente, y nos estamos viendo con problemas diferentes.
Pero esto no tiene nada de particular. Vivir es estar permanentemente a punto de morir.
La vida de las sociedades, de los ecosistemas, de cualquier sistema, en realidad, es un equilibrio dinámico. Consiste en que le quitas un pilar y no se cae.
La definición de vida más acertado que yo conozco es uno de Karl Popper: All life is problem solving. Los minerales no tienen problemas, los muertos tampoco. Es la vida: resolver problemas.
Usted ha dicho que no hay que pensar en esto como un gran cambio histórico, que los grandes cambios históricos son el resultado de una concatenación de crisis. Pero ¿qué pasa si esta es la primera de una serie de crisis? Depende de la recurrencia.
Todas las catástrofes tienen una recurrencia. Así, si construyes un paseo marítimo pegado al borde del mar, sabes que cada 10 años va a ser destruido por las olas y que vas a tener que reconstruirlo.
Y luego hay fenómenos todavía más catastróficos con recurrencias de 100 años o 500 años.
Entonces ¿qué se puede hacer? Si yo viviera en una zona sísmica, construiría edificios antisísmicos.
¿Y qué pasa si la concatenación es de crisis de distinta naturaleza? Como ahora, que a la sanitaria le seguirá la económica… Pues que puede acabar con una civilización entera. Así pasó con el Imperio romano.
La salud de una sociedad está en su capacidad de reponerse, de recuperarse de las crisis.
Pasa como con la salud de un individuo. Tú te puedes morir de una gripe. Tu sistema inmunitario se pone a prueba cada día del año. Entonces, en función de cuál sea tu capacidad de superar una crisis, vivirás más o menos.
En el caso del Imperio romano, se le fue juntando todo. Me refiero al de Occidente, porque hay que recordar que el Imperio romano de Oriente siguió hasta el siglo XV.
El Imperio romano de Occidente tenía muchas crisis: económicas, políticas, sociales, de recursos naturales, climáticas… y, claro, las olas venían demasiado seguidas y no le daba tiempo de reponerse de una para enfrentar la siguiente.
(También está el ejemplo de cuando) Irlanda vivía de la patata. Cuando se produjo la crisis del escarabajo de la patata, murieron cientos de miles de irlandeses de hambre.
Un escarabajo mató a un gran porcentaje de la población y el resto emigró a América. ¡Un escarabajo que afectaba a la patata!
Este tipo de crisis se puede producir y, cuando lo hace, destruye una sociedad por completo. Sería absurdo negar esta posibilidad.
Ahora ¿qué es lo que tenemos que hacer? Pues que no haya otra pandemia como esta, porque no podemos confinarnos todos los años. No hay economía que resista un confinamiento cada año.
En consecuencia, tendremos que aprender.

Que no haya otra pandemia no es lo que prevén los epidemiólogos… Bueno, epidemias va a haber, por eso hay epidemiólogos. Lo mismo que hay bomberos, porque va a haber fuegos.
¿Pero te imaginas que haya ahora en Londres un incendio como aquel que (en 1666) destruyó la ciudad entera? No ha vuelto a ocurrir.
Epidemias habrá, pero si son de esta envergadura y cada tres años, acabarán por completo con nuestro mundo
Usted dice que los charlatanes han vuelto a la palestra. Pero los científicos también. Quizá no se les haya escuchado nunca como en estos días. Eso esperemos, pero ahora vamos a ver si esto es lo de Santa Bárbara y los truenos o no.
Muchos me preguntan "¿y? ¿hemos aprendido la lección?". Pues lo vamos a ver en seguida.
En España lo vamos a saber en tres meses, en los próximos Presupuestos Generales del Estado. Si seguimos siendo igual de rácanos (en la parte destinada a la ciencia, la investigación, la salud y la educación), pues no, no habremos aprendido.

"Ha llegado la hora de que la humanidad sea adulta", ha dicho. ¿A qué se refiere?
Es que ya va siendo hora de que sea adulta y empiece a decidir qué cosas no puede hacer.
Es de nuevo lo del pensamiento mágico, que tiene una ventaja: papá y mamá se ocupan de todo, aunque a veces nos castigan, pero es por nuestro bien. Nos mandan una epidemia para que aprendamos quién manda aquí.
Pero aquí ya no hay papá y mamá. Y eso sirve para el clima, para la destrucción de los recursos marinos… vale para todo.
A mí, de todas maneras, lo que me preocupa es que ha aparecido otro tipo de religión: la religión de la ciencia.

Eso parece una contradicción. Yo no quiero una religión de las ciencias, no me interesa, pero cada día lo veo más.
Por ejemplo, en una conferencia digo: "Tenemos un problema con la energía, porque cada generación consume el doble o el triple de energía que la anterior. A eso se le llama una progresión geométrica y nos lleva al abismo".
Entonces siempre hay uno que se levanta y dice: "No, pero la ciencia lo va a solucionar".
¡Eso es un pensamiento religioso! Pensar que la ciencia va a sustituir a Dios es pensamiento mágico.
No tenemos ninguna fuente de energía barata. "El Sol", me dicen. Sí, pero no se puede acumular.
A la ciencia ahora de pronto se le atribuyen las cualidades de la religión, incluyendo la inmortalidad. Es decir, vamos a tener energía limpia, de todo, gratis, y además vamos a ser inmortales.
¿Y quién lo va a hacer? "La ciencia". Eso es pensamiento mágico.
Lo que la ciencia dice, en realidad, es: "Si no quieres tener cáncer de pulmón, no fumes". No te dice: "Tú fuma, que yo ya voy a encontrar la forma de evitar el cáncer de pulmón" o "tú come muchas grasas, que yo te voy a solucionar el problema de la arterioesclerosis".
No, te dice: "No comas grasas y no fumes, porque te vas a enfermar".
La verdadera ciencia te pone frente a tus limitaciones y hay que renunciar.

¿Pero quién decide a qué se renuncia y quién lo tiene que hacer? Por ejemplo, en Madrid, dentro de toda esta tragedia, ha surgido una discusión interesante.
Para poder reabrir las cafeterías, hay que distanciar a la gente. "Para eso necesitamos toda la acera", dicen los dueños. "Como vamos a tener menos clientes, necesitamos más espacio".
"Un momento ¿nos van a quitar toda la acera? La acera es nuestra", dicen los vecinos.
Consecuencia: habrá que organizarlo. No todo el mundo puede tener lo que quiere. Es decir, no van a poder ocupar toda la acera, pero tienen el derecho a recuperarse económicamente.
Es un ejemplo, pero se llama armonización social y lo hace la política, en el sentido más noble de la palabra. Y ahora hay mucho espacio para la política.
Tú dices que es la hora de la ciencia y yo digo que lo es de la política.
La política tiene que ordenar y organizar los múltiples intereses en conflicto, no la ciencia. La ciencia no debe decir cómo se tienen que organizar las residencias de ancianos.
Ahora tendrá que ver la sociedad, a través de sus representantes, cómo lo organiza todo y cómo hace compatibles el turismo, la economía, los viajes, los derechos de las personas.
Sobre el impacto de la pandemia en la historia, otros expertos coinciden en que más que remodelarla, la acelerará. ¿Qué opina usted de esto?
Me parece de lo más inteligente.
Esta pandemia es hija de esta sociedad. No se habría podido dar en otra época. Es impensable fuera de nuestra sociedad, nuestro mundo, pertenece a él.
Pero habría que preguntar por ejemplos. No hay teoría que resista los ejemplos.
Lo que va a desaparecer es algo que ya estaba desapareciendo. Habría acelerado la desaparición de algo que ya estaba ocurriendo.
Por lo tanto, podría pasar con el cine, pero no con el turismo. No es que los viajes estuvieran en decadencia y que esto sea la puntilla.

Hablar de futuro con un paleontólogo parece una paradoja… Para nada. La gente me suele preguntar cómo va a ser el futuro, pero es que yo sé cómo va a ser. Soy el único profeta de verdad (ríe).
Viviremos todos en ciudades de 14 millones de habitantes, prácticamente toda la humanidad. Hay una tendencia hacia la globalización y la vida en grandes conurbaciones.
¿Cómo será la vida en México dentro de 150 años? Pues toda la gente vivirá en Ciudad de México.
A día de hoy, de los 56 millones de habitantes que tiene Inglaterra, unos 9 millones viven el gran Londres, la zona conurbada. Casi el 20%, se dice pronto. Ese es el futuro.
Pero ¿por qué será posible que casi toda Inglaterra viva en Londres? Por las conexiones.
Eso va a ser el mundo: grandes núcleos urbanos, muy bien comunicados entre sí. Esto es, un escenario perfecto para el coronavirus.
Y no van a ser las enfermedades como esta el único problema. Va a haber problemas de contaminación ambiental, de energía, de seguridad, de desequilibrios… Pero es lo que hay.
Y ahí, te puedes imaginar dos futuros posibles: uno tipo Blade Runner, una cosa horrible, o uno maravilloso, con zonas verdes, jardines, sin contaminación, gente en transporte público…
Puedes imaginar un Londres horrible o uno delicioso. Yo creo que deberíamos apostar por el delicioso.
Veo que es usted un optimista. Es que el pesimista no hace nada. Es un egoísta que se justifica. Un egoísta que utiliza el pesimismo como coartada para no hacer nada. El optimista es el que cambia las cosas. El pesimista no cambia nada. El predicador tampoco

El Ministerio de Salud informa al País la situación actual por efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 06 de mayo se cumple el Quincuagésimo primer día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
Muestras totales: 429,458
- Casos positivos: 54,817 (18,504 PCR (+), 36,313 Rápida (+))
Internados en hospitales: 5,729
- Hospitalizados en UCI: 717
- Pacientes con Alta Médica: 2,507
- Fallecidos: 1,533
- Letalidad: 2.80 %



martes, 5 de mayo de 2020

El Martillazo y el Huayno COVID-19 en el Perú — Las métricas más importantes pre y post cuarentena


El ingeniero científico, Ragi Burhum, explicó su artículo “El Martillazo y la Cuarentena” donde describe la situación de la pandemia en el Perú y cómo la cuarentena ha salvado vidas en el Perú. Las medidas adoptadas para detener el Coronavirus en el Perú han sido criticadas, pero muchas veces, no se tienen los datos a la mano. Asimismo, los criterios políticos pesan sobre los técnicos, sobre todo en las regiones. Hay mucho ruido y conforme pasan los días no parece haber un rumbo fijo ni alternativa de solución. Les adjuntamos el enlace donde encontraran todo el estudio completo.

El Presidente de la República en su conferencia habitual informa al País la situación actual por efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 05 de mayo se cumple el Quincuagésimo día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
- Muestras totales: 406,579
- Casos positivos: 51,189 (17,714 PCR (+), 33,45 Rápida (+))
Internados en hospitales: 5,509
- Hospitalizados en UCI: 709
- Fallecidos: 1,444

- Letalidad: 2.82 %