martes, 28 de julio de 2020

Situación del COVID - 19 en el Perú al día 28 de Julio

Hoy 
martes 28 de julio se cumplen 135 días desde que el presidente de la República, Martín Vizcarra, decretó el estado de emergencia en el país para combatir la propagación del coronavirus. En el que también se han focalizado y son acatados por siete regiones y grupos de personas en riesgo de contagio, a la fecha la situación es la siguiente:

- Muestras totales: 2,270,717
- Casos positivos:  395,005 (PCR (+) 107,470, Rápida (+)287,535)
Internados hospitalizados: 13,408
- Pacientes en UCI: 1,423
Fallecidos: 18,612
Positividad: 17.40 %
- Letalidad: 4,71 %



Semáforo Epidemiológico (Ingresar al vínculo adjunto)


Situación actual de la vigilancia epidemiológica (Ingresar al vínculo)

lunes, 27 de julio de 2020

Situación del COVID - 19 en el Perú al día 27 de Julio

Hoy 
lunes 27 de julio se cumplen 134 días desde que el presidente de la República, Martín Vizcarra, decretó el estado de emergencia en el país para combatir la propagación del coronavirus. En el que también se han focalizado y son acatados por siete regiones y grupos de personas en riesgo de contagio, a la fecha la situación es la siguiente:

- Muestras totales: 2,250,256
- Casos positivos:  389,717
Internados hospitalizados: 13,450
- Pacientes en UCI: 1,424
Fallecidos: 18,418
Positividad: 17.32 %
- Letalidad: 4,73 %

Semáforo Epidemiológico (Ingresar al vínculo adjunto)

Situación actual de la vigilancia epidemiológica (Ingresar al vínculo)

domingo, 26 de julio de 2020

Situación del COVID - 19 en el Perú al día 26 de Julio

Hoy 
domingo 26 de julio se cumplen 133 días desde que el presidente de la República, Martín Vizcarra, decretó el estado de emergencia en el país para combatir la propagación del coronavirus. En el que también se han focalizado y son acatados por siete regiones y grupos de personas en riesgo de contagio, a la fecha la situación es la siguiente:

- Muestras totales: 2,230,247
- Casos positivos:  384,797
Internados hospitalizados: 13,304
Pacientes con alta médica
- Pacientes en UCI: 1,424
Fallecidos: 18,229
Positividad: 17.25 %
- Letalidad: 4,74 %


Semáforo Epidemiológico (Ingresar al vínculo adjunto)

Situación actual de la vigilancia epidemiológica (Ingresar al vínculo)

sábado, 25 de julio de 2020

Situación del COVID - 19 en el Perú al día 25 de Julio

Hoy
sábado 25 de julio se cumplen 132 días desde que el presidente de la República, Martín Vizcarra, decretó el estado de emergencia en el país para combatir la propagación del coronavirus. En el que también se han focalizado y son acatados por siete regiones y grupos de personas en riesgo de contagio, a la fecha la situación es la siguiente:

- Muestras totales: 2,206,105
- Casos positivos:  379,884 
Internados hospitalizados: 13,043
Pacientes con alta médica
- Pacientes en UCI
Fallecidos: 18,030
Positividad: 17.219 
- Letalidad: 4,74 %
NOTA: El Ministerio de Salud informa a la ciudadanía que, por motivos técnicos, la Sala Situacional #COVID 19 no se actualizará hoy.


Semáforo Epidemiológico
 
(Ingresar al vínculo adjunto)

¿Quién recibirá las primeras vacunas contra la covid?

No habrá vacuna contra la covid-19 para todos desde el principio y el proceso puede alargarse durante varios años. Rafael Vilasanjuan, director de Análisis y Desarrollo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y miembro del consejo de dirección de Gavi (la alianza global para la vacunación), explica que, por ahora, la capacidad de producción mundial es de 2.000 millones de dosis por año. La población mundial llega a 7.500 millones de personas en “igualdad de riesgo”, según el experto, aunque algunos países se vean más afectados por su situación económica y su logística gubernamental. En el mejor de los casos, podremos tener 250 millones de dosis de vacunas por mes si se aumenta la fabricación.

Una vez que se disponga de vacuna, cada país recibirá el 20% de dosis correspondiente a su población, si se ciñe a la iniciativa internacional Covax facility (sistema Covax), que busca facilitar el acceso mundial a las dosis, antes del mes de agosto. El país tiene que pagar por adelantado ese 20% y así promueve la producción en función de sus recursos y se asegura su cantidad de dosis. El objetivo principal: que sea lo más equitativo posible.

Una vez que estén las primeras dosis disponibles, la cuestión inmediata es: ¿quiénes deben ser los primeros en recibirlas? Los expertos tienen dudas todavía, pero parecen estar de acuerdo en que el primer eslabón de la cadena es el personal sanitario. “Es como en la logística militar. Hay que asegurarse que nuestra primera línea de ataque está protegida y así podrán atender a los enfermos”, compara Vilasanjuan. Las discrepancias surgen en la segunda etapa: los colectivos de riesgo. Algunos creen que lo mejor es vacunar a las personas mayores de 60 años o con patologías previas, como diabetes o problemas de corazón. Otros apuestan por los niños, ya que, en especial si vuelven a los colegios, su inmunización evitaría el contagio de sus mayores.

“Todo dependerá de la vacuna que esté disponible. Quizás unas tengan mayor impacto en una población que no sea las personas de tercera edad o generen diferentes tipos de inmunidad. Ahí, las estrategias divergen”, subraya el especialista.

Otro colectivo prioritario es el formado por los empleados que no pueden hacer su labor desde casa y prestan servicios esenciales, como los trabajadores de supermercados, agricultura, farmacias y otras entidades implicadas en bienes de primera necesidad.

También habrá que establecer la estrategia de vacunación en función de las regiones más afectadas y según su densidad de población, falta de recursos y dificultades logísticas. Vilasanjuan señala como ejemplos Brasil y Estados Unidos. Si se actúa a partir de una visión global, tiene sentido centrarse en aquellos lugares donde la epidemia tiene más incidencia, ya que esto frenará la tasa de contagio a nivel mundial. El experto de Gavi advierte de que es importante tener una reserva de dosis para casos de emergencia.

Elisa Sicuri, investigadora del ISGlobal (centro impulsado por La Caixa) y de la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres, respalda los argumentos de Villasanjuan y asegura que no tiene ningún sentido que un país tome muchas medidas preventivas y otro, muy pocas. “El virus pasará la frontera”, explica antes de comparar la covid-19 con la malaria. “En todas las enfermedades infecciosas, tomar una decisión colectiva es siempre mejor, si no, va a ser muy complicado salir de esta”, añade. Pero cada país tiene sus propios factores de riesgo y sistemas de salud diferentes, por lo que establecer un protocolo común es complicado.

Para España, uno de los países más afectados del mundo, se necesitarían 47 millones de dosis. Sin embargo, vacunar a toda la población de una sola nación no elimina la pandemia en otros países. Eso significa que habrá que seguir con controles sanitarios de las fronteras porque no se habrá generado la inmunidad global.

Efectividad y dosis

Lo que han demostrado las pruebas realizadas es que los prototipos de vacunas desarrolladas son seguros. Las que están en fase clínica III no tienen efectos secundarios graves. Pero las incertidumbres siguen siendo muy grandes. La vacuna de Oxford, una de las más avanzadas, fue probada con personas de entre 18 y 55 años y todavía no se han medido ni su efectividad ni su impacto en poblaciones fuera de ese rango. “Falta tiempo y se tiene que acortar la franja de edad”, explica Vilasanjuan.

Otro aspecto muy importante es que la efectividad no será del 100%. Marie Elena Bottazzi, codirectora del Centro de Desarrollo de Vacunas de la Universidad Baylor (Estados Unidos), explica que para que una vacuna funcione y se pueda prescindir de las estrategias de distanciamiento y protección es necesario que sea 70% o 80% eficaz, según uno de sus estudios publicado en American Journal of Preventive Medecine. “Cuanto más se avance en el tiempo, mayor información tendremos. Cuando se incremente el número de personas que use la vacuna, se verá si hay mejoras en la efectividad y si hay otros problemas que no se lograron detectar durante las fases clínicas. Tendremos que equilibrar todo de nuevo”, explica.

No hay que pensar que cuando llegue la vacuna se regresará a la vida normal porque no va a ser el caso. “Nos podremos seguir infectando”, advierte Bottazzi

Las dosis son otro parámetro que influye en la toma de decisiones y la distribución. No es lo mismo necesitar una sola, como requiere el diseño de Oxford, que dos, como el prototipo de Moderna. “Es probable que se necesite más de una dosis. La primera se inyectará y luego tendremos que esperar unas dos semanas, quizás un mes, en función del tipo de vacuna”, relata Bottazzi. La comunidad científica no tiene claro todavía ni la capacidad final de generación de anticuerpos ni cuántas inyecciones se necesitarán hasta que no terminen los estudios de fase III. Por eso, es necesario pensar en diferentes escenarios, ya que, según Bottazzi, lo importante es empezar la conversación ahora y no esperar a que llegue para pensar cómo se va a distribuir. “Los países que no se preparen con antelación a la llegada de la vacuna y a las cuestiones de logística cometerán un grave error”, remata.

“Todo lo que tiene que ver con la covid-19 es un aprendizaje”, advierte Sicuri. Algunos países ya han comenzado. El Reino Unido ha establecido un marco provisional y ha diseñado un listado de prioridades de vacunación que va en línea con lo que comentan los expertos consultados: personal sanitario para conseguir una protección a nivel comunitario y, luego, personas con circunstancias que las hagan más vulnerables. “Proponen identificar esos factores de riesgo en función de la edad. También tienen en cuenta el sexo [los hombres son más susceptibles ante el coronavirus que las mujeres], la pobreza y la falta de recursos como potenciales razones para priorizar unos colectivos frente a otros”, explica Sicuri.

“En definitiva, no hay que pensar que cuando llegue la vacuna se regresará a la vida normal”, dice Bottazzi. Se tendrán que mantener las medidas de seguridad, el distanciamiento social, el rastreo, el control y el uso de la mascarilla. “Nos podremos seguir infectando”, advierte la codirectora del Centro de Desarrollo de Vacunas de la Universidad Baylor.


viernes, 24 de julio de 2020

Situación del COVID - 19 en el Perú al día 24 de Julio

Hoy
viernes 24 de julio se cumplen 131 días desde que el presidente de la República, Martín Vizcarra, decretó el estado de emergencia en el país para combatir la propagación del coronavirus. En el que también se han focalizado y son acatados por siete regiones y grupos de personas en riesgo de contagio, a la fecha la situación es la siguiente:

- Muestras totales: 2,183,763
- Casos positivos:  375,961 (PCR 101,936 (+), 274,025 Rápida(+))
Internados hospitalizados: 12,920
Pacientes con alta médica: 13,266
- Pacientes en UCI: 1,389
Fallecidos: 17,843
Positividad: 17.22 %
- Letalidad: 4,75 %


Semáforo Epidemiológico (Ingresar al vínculo adjunto)

Un control de la realidad de la vacuna

Hay tanta esperanza en un gran avance, pero una vacuna es solo el principio del fin

En los primeros cinco meses de la pandemia, todas las esperanzas de extinguir COVID-19 se basan en una vacuna aún hipotética. Y así, un estribillo se ha dado cuenta: es posible que tengamos que quedarnos en casa, hasta que tengamos una vacuna. Cerrar escuelas, hasta que tengamos una vacuna. Use máscaras, pero solo hasta que tengamos una vacuna. Durante estos meses de miseria, este mantra ha ofrecido un pequeño rayo de esperanza. La vida normal está del otro lado, y solo tenemos que esperar hasta que tengamos una vacuna.

Alimentando estas esperanzas están las proyecciones extremadamente optimistas de una vacuna de la administración Trump a principios de octubre, así como la cobertura de los ensayos de vacunas de los medios. Cada semana trae noticias de " éxito temprano ", " resultados iniciales prometedores " y existencias en aumento debido al " optimismo de la vacuna ". Pero es poco probable que una vacuna COVID-19 cumpla con todas estas altas expectativas. La vacuna probablemente no hará que la enfermedad desaparezca. Ciertamente no volverá la vida a la normalidad de inmediato.

Biológicamente, es poco probable que una vacuna contra el virus COVID-19 ofrezca protección completa. Logísticamente, los fabricantes tendrán que hacer cientos de millones de dosis mientras confían, tal vez, en tecnología nunca antes utilizada en vacunas y compiten por suministros básicos como viales de vidrio. Luego, el gobierno federal tendrá que asignar dosis, tal vez a través de un mosaico de departamentos de salud estatales y locales sin infraestructura existente para vacunar a adultos a escala. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que han liderado los esfuerzos de distribución de vacunas en el pasado, han estado notablemente ausentes en las discusiones hasta ahora, una señal preocupante de que las fallas de liderazgo que han caracterizado la pandemia estadounidense también podrían obstaculizar este proceso. Para complicarlo todo, el 20 por ciento de los estadounidenses Ya dicen que se negarán a recibir la vacuna COVID-19, y con otro 31 por ciento de inseguridad, alcanzar la inmunidad colectiva podría ser mucho más difícil.

La buena noticia, porque vale la pena decirlo, es que los expertos creen que habrá una vacuna COVID-19. El virus que causa COVID-19 no parece ser un caso atípico como el VIH. Los científicos han pasado del descubrimiento del virus a más de 165 vacunas candidatas en un tiempo récord, con 27 vacunas ya en ensayos en humanos. Los ensayos en humanos consisten en al menos tres fases: Fase 1 para seguridad, Fase 2 para eficacia y dosificación, y Fase 3 para eficacia en un gran grupo de decenas de miles de personas. Al menos seis vacunas COVID-19 están o están por ingresar a los ensayos de Fase 3, lo que tomará varios meses más.

Llevamos casi cinco meses en la pandemia y probablemente otros cinco de una vacuna segura y efectiva, suponiendo que los ensayos clínicos funcionen perfectamente. "Incluso cuando se introduce una vacuna", dice Jesse Goodman, el ex jefe científico de la Administración de Drogas y Alimentos, "creo que tendremos varios meses de infección significativa o al menos riesgo de infección".

Todo esto significa que es posible que tengamos que soportar más meses bajo la amenaza del coronavirus de lo que ya hemos sobrevivido. Sin las medidas que han vencido al virus en gran parte de Europa y Asia, continuará habiendo más brotes, más cierres de escuelas, más soledad, más muertes por delante. Una vacuna, cuando esté disponible, solo marcará el comienzo de una bajada larga y lenta. Y cuánto tiempo tomará esa disminución dependerá de la eficacia de una vacuna, el éxito en la entrega de cientos de millones de dosis y la disposición de las personas para obtenerla. Es horrible contemplar el sufrimiento aún por delante. Es más fácil pensar en la promesa de una vacuna.

"Hay muchas esperanzas en estas vacunas", dice Kanta Subbarao , directora del centro colaborador de gripe de la Organización Mundial de la Salud en Melbourne, que también ha trabajado en otras vacunas contra el coronavirus. "Nadie quiere escuchar que no está a la vuelta de la esquina".

Las acinas V son, en esencia, una forma de activar el sistema inmune sin enfermedad. Se pueden hacer con virus debilitados, virus inactivados, las proteínas de un virus, una proteína viral injertada en un virus inocuo, o incluso solo el ARNm que codifica una proteína viral. Exponerse a una vacuna es un poco como haber sobrevivido a la enfermedad una vez, sin los inconvenientes. Aún se desconoce mucho sobre la respuesta inmune a largo plazo al COVID-19, pero, como ha explicado mi colega Derek Thompson, hay buenas razones para creer que el COVID-19 protegerá de alguna manera contra futuras infecciones.

Sin embargo, la inmunidad inducida por la vacuna tiende a ser más débil que la inmunidad que surge después de una infección. Las vacunas generalmente se administran como una inyección directa en un músculo. Una vez que su cuerpo reconoce al invasor extraño, genera una respuesta inmune, por ejemplo, produciendo anticuerpos duraderos que circulan en la sangre.