jueves, 28 de mayo de 2020

Corea del Sur reimpone medidas de distanciamiento social ante un nuevo brote de contagios

Se trata del peor repunte de infecciones desde comienzos de abril. Tiene su origen en un centro de logística a las afueras de Seúl.

Cuando parecía que la situación estaba bajo control, Corea del Sur ha tenido que dar marcha atrás. El país asiático, uno de los más exitosos a la hora de contener la pandemia del coronavirus, ha vuelto a imponer una serie de medidas de distanciamiento social en el área metropolitana de Seúl ante un brote de coronavirus surgido en un centro de logística a las afueras de la capital. Las autoridades surcoreanas informaron este jueves de 79 infecciones, la cifra más alta desde comienzos de de abril y el tercer día de subidas consecutivas, lo que aviva el temor a una segunda ola de contagios. 

De los 79 nuevos casos detectados, 54 están vinculados con un brote que afecta sobre todo a trabajadores de una nave comercial de la empresa de comercio electrónico coreana Coupang, en la ciudad dormitorio de Bucheon, al suroeste de Seúl. Se trata del mayor aumento de infecciones desde el 5 de abril, cuando se anunciaron 81 casos nuevos.

Debido al repunte, el Gobierno surcoreano decidió este jueves reinstaurar algunas medidas de distanciamiento social en el área metropolitana de Seúl, donde viven 25 millones de personas, la mitad de la población del país. Así, tres semanas después de que el pasado día 6 se levantaran muchas restricciones, las autoridades surcoreanas han decretado de nuevo el cierre de museos, parques y galerías de arte desde el viernes y durante al menos dos semanas.

Asimismo, han pedido a las compañías que vuelvan a recomendar el teletrabajo y exhortado a los ciudadanos a que eviten socializar y acudir a lugares como bares y restaurantes, aunque de momento permanecen abiertos. Las autoridades también han solicitado a los templos religiosos que extremen las precauciones. Precisamente, el primer gran brote en el país surgió en febrero tras un foco de infecciones en una iglesia de Daegu, la cuarta ciudad más grande de Corea del Sur.  

“Las dos próximas semanas son cruciales para prevenir la expansión de la infección”, aseguró este jueves el ministro de Salud, Park Neung-hoo. La reapertura de los colegios, que comenzó el pasado día 20 acompañada de medidas de prevención como el control de temperatura a la entrada o una mayor distancia entre pupitres, se mantiene de momento. “Si fallamos [en contener el brote], tendremos que imponer más medidas”, advirtió el ministro, especificando que así se haría si se registran subidas diarias de más de 50 casos durante al menos siete días consecutivos

De forma preventiva, alrededor de 4.100 trabajadores y visitantes del centro de logística afectado —que se encuentra cerrado desde el lunes— se encuentran en aislamiento, y más del 80% han sido ya sometidos a un test de detección, por lo que se esperan más infecciones. Otro centro de la misma compañía en Goyang, en los suburbios de Seúl, también ha sido cerrado después de que un empleado diera positivo. Como otras firmas de comercio electrónico, Coupang se ha visto en dificultades para poder hacer frente al aumento de pedidos a raíz de las medidas de aislamiento decretadas por la pandemia.

El nuevo brote en Corea del Sur, que nunca ha llegado a imponer un confinamiento total a sus ciudadanos, parece estar vinculado con otro surgido a mediados de mes en varios clubes nocturnos del barrio de Itaewon, en Seúl, según  el Centro de Control de Enfermedades (CDC). Tras localizarse el primer caso, un joven de 29 años, las autoridades sanitarias confirmaron al menos 86 más en los días siguientes, arrancando un dispositivo para localizar a miles de personas que visitaron los locales en esas fechas.

En total, Corea del Sur ha registrado 11.344 casos, con 269 fallecidos, desde el comienzo de la crisis. El país ha sido muy aplaudido por aplacar la epidemia mediante un agresivo sistema de detección, aislamiento y seguimiento de posibles contagios que ha evitado una paralización total de sus actividades. Pero los nuevos brotes han hecho surgir el espectro de una segunda ola de contagios de covid-19. Corea del Sur llegó a ser el segundo país del mundo por número de casos, y comenzó a relajar las medidas después de que a comienzos de mayo empezara a detectar solo un puñado de contagios importados, pero ninguno local. El repunte de infecciones de esta semana ha vuelto a poner al país “en dificultades”, según subraya la agencia de noticias Yonhap.

miércoles, 27 de mayo de 2020

Cuatro claves para entender por qué a pesar de su temprana cuarentena es el segundo país con más casos de América Latina


En el caso de Perú, los casos se multiplican a gran velocidad a pesar de que su gobierno fue uno de los primeros en decretar la cuarentena el pasado 16 de marzo y tomar varias medidas para evitar la propagación del virus.

¿Qué pasó en el país andino?

Según varios expertos consultados por BBC Mundo, factores económicos y sociales influyeron en la multiplicación de los casos convirtiéndolo en el segundo país con más contagios de coronavirus en la región.

En este vídeo te explicamos cuatro razones que llevaron al país a esta situación a pesar de la cuarentena.

El Ministerio de Salud informa al día 27 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 27 de mayo se cumple el septuagésimo
 primer 
día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
- Muestras totales: 905,278
- Casos positivos: 135,905 (34,581 PCR (+), 101,324 Rápida (+))
Internados en hospitales: 8,267
- Hospitalizados en UCI: 926
Pacientes con Alta Médica: 4,001
Fallecidos: 3,983
- Letalidad:  2.93 %

La OMS avisa: la primera oleada de la pandemia aún no ha terminado y se puede producir un "segundo pico inmediato"

El jefe de emergencias de la OMS Mike Ryan advierte que un relajamiento temprano de las medidas de contención podría precipitar un segundo pico en esta misma primera ola

Los países donde las infecciones por coronavirus están disminuyendo podrían enfrentarse a un "segundo pico inmediato" si abandonan demasiado pronto las medidas para detener el brote, ha advertido el lunes la Organización Mundial de la Salud.

El mundo todavía se encuentra en medio de la primera ola del brote de coronavirus, ha dicho Mike Ryan, jefe de emergencias de la OMS, en una sesión informativa online, señalando que si bien los casos están disminuyendo en muchos países, todavía están aumentando en América Central y del Surel sur de Asia y África .

Ryan ha explicado que las epidemias a menudo vienen en oleadas, lo que significa que los brotes podrían reaparecer a finales de este año en lugares donde la primera ola ha disminuido. También existía la posibilidad de que las tasas de infección pudieran aumentar nuevamente más rápidamente si las medidas para detener la primera ola se levantaran demasiado pronto.

"Cuando hablamos de una segunda ola, a menudo queremos decir que habrá una primera ola de la enfermedad, y luego reaparecerá meses después. Y eso puede ser una realidad para muchos países dentro de unos meses", según Ryan. "Pero también debemos ser conscientes del hecho de que la enfermedad puede saltar en cualquier momento. No podemos hacer suposiciones de que sólo porque la enfermedad está remitiendo va a seguir siendo así y faltan meses para una segunda ola. Podría producirse un segundo pico en esta primera ola".

Los países de Europa y América del Norte deberían "continuar implementando las medidas sociales y de salud pública, las medidas de vigilancia, las medidas de prueba y una estrategia integral para garantizar que continuemos en una trayectoria descendente y no tengamos una inmediata segundo pico ". Muchos países europeos y estados de EEUU han relajado en las últimas semanas sus medidas de confinamiento, que frenaron la propagación de la enfermedad pero causaron graves daños a las economías.

martes, 26 de mayo de 2020

Mascarillas para el coronavirus: ¿cuáles ofrecen la mayor protección y por qué?

Si bien las mascarillas de papel y tela pueden ayudar a controlar la propagación del coronavirus entre el público en general, resultan insuficiente para el personal sanitario que trabaja en cuidados intensivos.

Ahí, donde el riesgo de infección es mayor, se hace imprescindible un equipo de protección de un estándar mucho más alto, capaz de proteger completamente del virus. La forma más simple de cubrirse la cara es la máscara quirúrgica, generalmente hecha de tres capas de papel o tela. Son resistentes a las pequeñas gotas que se desprenden por la tos o los estornudos, pero ofrecen poca protección contra las partículas virales, que tienen un tamaño de alrededor de 100 nanómetros (billonésima parte de un metro).

"Una máscara, que cubre la nariz y la boca pero que no se ajusta bien a la cara, es una barrera para las partículas que podrías expulsar", explica la doctora Nikki McCullough, jefe de seguridad de 3M, uno de los mayores proveedores mundiales de elementos de protección respiratoria. Sin embargo, "la máscara no impedirá que respires partículas muy pequeñas".

¿Cuáles son las otras opciones?

Mascarillas o respiradores

Las mascarillas también conocidas como respiradores, que no debe confundirse con el respirador o ventilador mecánico, están diseñadas para ajustarse firmemente a la cara y requieren un proceso de ajuste riguroso.

"Cuando inhalas, todo el aire pasa a través de un filtro, y ello ha sido probado con un estándar de rendimiento", afirma McCullough.

"Por lo tanto, puedes estar seguro de que si se sella bien la cara, el respirador está reduciendo la cantidad de partículas que vas a respirar y va hacia los pulmones".

Estos respiradores vienen en varias formas diferentes, con o sin filtro, algunos están diseñados para ser desechables, mientras que otros pueden desinfectarse y reutilizarse.

En Europa, este tipo de mascarillas se clasifican en FFP1, la que filtra al menos el 80% de las partículas; FFP2, elimina al menos el 94%; y las dispositivos FFP3, más del 99,9%.

En Estados Unidos, las mascarillas FFP están clasificadas por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) en términos del porcentaje de partículas que filtran.

Así, las N95 y N99 filtran el 95% y el 99% de las partículas respectivamente, mientras que las N100 eliminan el 99,97%.

Purificadores de aire

Similar a una máscara FFP3 en efectividad pero ciertamente no en apariencia, tenemos las mascarillas purificadoras de aire (PAPR, por sus siglas en inglés) con casco o máscara de buceo.

"Ahí tienes una solución más completa. Hay un protector facial para el casco y un tubo que se conecta a una unidad en el cinturón", describe Brian Hovey, director de marketing del fabricante Honeywell.

"Eso tiene un motor que bombea aire a través de un filtro. Eso es parte de un traje blanco, por lo que es una solución protectora más integral".

Ingenieros de la Universidad de Southampton, Reino Unido, desarrollaron un PAPR que suministraron al hospital universitario de esa ciudad y ya cuentan con 1.000 dispositivos están proceso de prueba.

Sin embargo, dos empresas los están fabricando y unas 5.000 unidades fueron ordenadas para el personal en otros entornos.

El proceso de prueba incluye tanto una evaluación de olor para ver si el usuario podía detectar aromas externos, como también una prueba física de si las partículas diminutas se filtraban.

"Pusimos una placa de Petri (un recipiente redondo, de cristal) dentro del casco y otra fuera, y expulsamos 1.000 litros de aire a través del filtro", explica Alex Dickinson, profesor asociado en el grupo de investigación en ciencias de bioingeniería de la universidad.

"Los incubamos durante 24 horas a 37 °C y luego contamos cuántas de estas unidades formadoras de colonias se habían transmitido a través del filtro y el casco. En nuestro primer experimento, no vimos unidades de crecimiento bacteriano dentro, pero se formaron diez en el placa de control fuera".

El British Standards Institute (BSI), que se encarga de las certificaciones, está evaluando el dispositivo y comparándolo con los estándares europeos, después de lo cual, el equipo espera que pueda usarse más ampliamente en Southampton y en otros lugares.

"Tu visión y comunicación es mejor, ya que el paciente puede ver toda tu cara y la eficiencia es superior ya que puedes pasar de un paciente a otro sin ponerte y quitarte el EPP", dice el consultor y profesor medicina respiratoria del hospital Paul Elkington.

"Una vez que comenzamos a implementarlo, uno de los asistentes de atención médica me dijo: 'Me sentí mal de los nervios al ingresar, pero ahora me siento seguro'"

Demanda

Hasta hace muy poco, el mercado de las mascarillas de uso profesional era principalmente industrial: fábricas, construcción y similares.

"Si miramos hace seis meses, la demanda de mascarillas de cara completa (FFP2 y FFP3) para la atención médica era muy baja", detalla McCullough.

"Solo las usaban para la tuberculosis, tal vez un caso de sarampión. Pero ahora vemos que la atención médica en todo el mundo está usando mascarillas a un ritmo mucho, mucho más rápido".

Como resultado, los fabricantes han estado trabajando a toda máquina para aumentar la capacidad de satisfacer la nueva demanda.

"Hemos realizado una inversión significativa tanto en el aumento de la capacidad en nuestras instalaciones existentes como en las nuevas. En particular, en Estados Unidos, acabamos de tener nuestros primeros productos saliendo de la línea de producción de Smithfield, Rhode Island y alcanzamos 500.000 unidades a principios de la semana pasada", describe Brian Hovey de Honeywell.

"Del mismo modo, hemos aumentado nuestra capacidad de fabricación y estamos comenzando a lanzar productos en Phoenix. Estas nuevas instalaciones agregan aproximadamente 20 millones de unidades por mes, y estamos evaluando nuevas plantas en todo el mundo".

McCullough asegura que 3M también está aumentando la producción, agregando turnos adicionales y mejorando la eficiencia.

"Podemos hacer los mismos productos pero más rápidamente. Estamos agregando nuevas líneas e implementando algunos pequeños cambios en ciertos productos, mirando nuevas bandas para la cabeza, por ejemplo", cuenta.

Entonces, ¿se mantendrá el suministro global?

"Desafortunadamente, en el corto plazo, probablemente no. El aumento que hemos visto no tiene precedentes y, dependiendo de cómo la gente los considere como un producto de consumo, la demanda supera con creces la oferta global", dice Hovey.

Pero agrega: "Estamos teniendo un buen diálogo con los gobiernos en torno a la preparación para el futuro, y nos aseguraremos de que las reservas estratégicas se suministren adecuadamente".

"Si -Dios no lo quiera- ocurre otra situación como esta, colectivamente podremos responder de manera rápida y efectiva"

El Ministerio de Salud informa al día 26 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 26 de mayo se cumple el septuagésimo
 
día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
- Muestras totales: 875,721
- Casos positivos: 129,751 (33,782 PCR (+), 95,969 Rápida (+))
Internados en hospitales: 8,207
- Hospitalizados en UCI: 923
Pacientes con Alta Médica: 3,961
Fallecidos: 3,788
- Letalidad:  2.92 %

lunes, 25 de mayo de 2020

Coronavirus | De enfermedad respiratoria a multisistémica: cómo en pocas semanas cambió radicalmente lo que sabemos sobre la covid-19

Cuando hablas con médicos de las unidades de cuidados intensivos (UCI) en Reino Unido y otros países del mundo que lidian desde hace semanas con los efectos devastadores de la covid-19, la frase que repiten una y otra vez es: "Nunca hemos visto algo como esto".

Sabían que se venía una nueva enfermedad: una desconocida infección respiratoria que había aparecido por primera vez en China a finales del año pasado.

 

Pero los casos que fueron llegando tomaron incluso a los especialistas más experimentados de las UCI por sorpresa. La mayoría de la gente infectada con el nuevo coronavirus tenía sólo síntomas moderados y, en algunos casos, ninguno. Pero en muchos de los pacientes gravemente enfermos, la covid-19 es una enfermedad extremadamente compleja.

Lo que sigue es un resumen de lo que los médicos aprendieron en estos meses de cómo la covid-19 ataca al cuerpo humano y de todo lo que aún continúa siendo un misterio.

 Más que una neumonía viral

Si bien la mayoría de los médicos "esperaban encontrarse con un virus respiratorio que causa neumonía, algo parecido a la gripe estacional, pero en una escala mucho mayor", se hizo evidente rápidamente que el virus afectaba mucho más que la respiración de la gente, le dice a la BBC Anthony Gordon, médico de la UCI del Hospital St Mary en Londres. La neumonía viral es una enfermedad desagradable -una infección grave de los pulmones que provoca inflamación a medida que el cuerpo lucha contra ella-, pero en los peores casos, la covid-19 era algo totalmente nuevo.

 "Es un tipo de enfermedad muy distinta a lo que hemos visto hasta ahora y difiere de paciente a paciente como ninguna otra", dice Ron Daniels, médico de una UCI denBirmingham, Reino Unido.

A los pacientes más graves les provoca inflamación y coágulos de sangre, ataca múltiples órganos y causa problemas que ponen su vida en riesgo.

"Hemos tenido pacientes muy, muy enfermos cuya masa corporal sufre unos cambios profundos", le dice a la BBC Beverly Hunt, especialista en trombosis que trabaja en una UCI en Londres.

 

Oxígeno

En marzo, cuando el virus empezó a propagarse más rápidamente en Reino Unido, a los hospitales llegaban pacientes con falta de oxígeno.

Pero también otros, los más graves, que presentaban problemas en órganos más allá del sistema respiratorio y cuya sangre tenían características que los médicos no pueden explicar.

"Aún no sabemos por qué algunos pacientes se sienten bien al principio, aunque tengan niveles bajísimos de oxígeno en su sangre", dice Hugh Montgomery, médico de cuidados intensivos del Hospital Whittington, en el norte de Londres. Anthony Gordon cree que esto "podría estar vinculado a que la inflamación está afectando a los vasos sanguíneos". "(La infección) No le permite al oxígeno llegar a la sangre y eso da lugar a los bajos niveles (de saturación), pero los pulmones no se ven afectados en esta primera fase".

 

Por eso muchos médicos se han cuestionado si el uso de ventiladores artificiales para ayudar a los pacientes a respirar es lo más indicado para esta enfermedad. Si bien ha contribuido a la recuperación de muchos pacientes graves, en algunos poner el foco en los pulmones resultó ser un tratamiento equivocado.


Normalmente, los afectados con neumonía viral grave deben estar conectados a un ventilador durante una semana. Con covid-19, "la gente está conectada a un ventilador por mucho más tiempo, y no entendemos por qué", le dice a la BBC Danny Macauley, médico de la UCI del Hospital Real Victoria Hospital de Belfast, Irlanda del Norte. "Puede que sea porque el viruscontinúa haciendo daño o que sea la propia respuesta al virus la que genera tal inflamación que causa múltiples problemas en el cuerpo". Y, muchos de estos problemas, están vinculados a la sangre.

Inflamación y coágulos

Todos concuerdan en que el nivel sin precedentes de infección de los pulmones hace que la covid-19 sea una enfermedad muy diferente.

Cuando las paredes de los vasos sanguíneos se inflaman, es más probable que la sangre forme coágulos. Y la covid-19 hace que la sangre se vuelva muy espesa y pegajosa en los pacientes gravemente enfermos.

"Hemos hallado pequeños coágulos en los vasos sanguíneos pequeños de los pulmones, pero también coágulos grandes en las mayores arterias", dice Hugh Montgomery.

 

"Más del 25% de los pacientes tienen coágulos importantes, lo que es un problema. Y cuanto más espesa es la sangre, más grande el problema".

Estos pacientes de covid-19 "son mucho más propensos a tener una trombosis venosa profunda", la que se produce cuando se forma un coágulo de sangre (trombo) en una o más venas profundas del cuerpo, generalmente en las piernas, explica Berverly Hunt.

"Y a sufrir de embolismo pulmonar si uno de estos trombos viaja por el cuerpo y bloquea el suministro de sangre a los pulmones, sumándose al problema de la neumonía".

 

Los coágulos también dificultan la llegada de la sangre a otros órganos, como el corazón o el cerebro, lo cual deja a los pacientes graves en riesgo de sufrir un ataque cardíaco o cerebral.

La proteína principal de la sangre que forma los coágulos se llama fibrinógeno.

 

"Normalmente, tenemos entre dos y cuatro gramos por litro (...), pero con la covid-19, el nivel aumenta a entre 10 y 14 gramos. Nunca vi algo así en todos mis años como médica", dice Hunt. Otra forma de medir el riesgo de coágulos es a través de una proteína en la sangre conocida como dímero D, cuyo nivel también aumenta de forma desmedida en pacientes con covid-19 graves.

Sistema inmune y otros órganos

En algunos casos el nivel elevado de dímero D puede deberse a la presencia de múltiples coágulos. En otros, indica la existencia de una infección tan grave que puede dar lugar a una reacción desproporcionada y potencialmente mortal del sistema inmune, conocida como "tormenta de citoquinas" o citosinas. La inflamación es tal que puede dañar al resto de los órganos.

Por otro lado, el número de linfocitos T -un tipo de células sanguíneas del sistema inmune- se reducen dramáticamente durante una tormenta de citoquinas. Por eso, investigadores esperan que aumentar la cantidad de células T pueda ayudar a los pacientes a recuperarse. Todos estos factores hacen que la covid - 19 sea altamente impredecible: es lo que los especialistas llaman la enfermedad multisistémica. 

Esto es lo que hace más difícil saber cómo tratar a cada paciente individual. Y, por el momento, no hay un manual que explique qué hacer. "No son solo los pulmones los que se ven afectados", dice Hugh Montgomery. "También daña los riñones, el corazón, el hígado" Más de 2.000 pacientes admitidos en terapias intensivas en Reino Unido han sufrido insuficiencia renal.

 

El cerebro de los pacientes gravemente enfermos también es causa de preocupación. "Ahora sabemos que un gran número de pacientes (con covid-19) sufren una inflamación significativa en el cerebro", dice Montgomery.

 

"Esta se presenta de varias formas, desde delirios y confusión, hasta convulsiones y lo que llamamos encefalitis difusa", explica.

La falta de oxígeno y los vasos sanguíneos dañados son claramente parte de la ecuación. Pero cada vez hay más evidencia de que muchos órganos son atacados directamente por el virus y, sorprendentemente, las enfermedades preexistentes más comunes vinculadas a los efectos de la covid-19 no son problemas respiratorios como el asma. En cambio, las afecciones vasculares que afectan a las venas y las arterias, como la presión alta, la diabetes y las enfermedades coronarias, además de otros factores asociados como el género, la obesidad y sobre todo la edad, constituyen un factor de peso.

Según cifras oficiales, más del 70% de los pacientes admitidos en las UCI de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte han sido hombres, y más del 70% tenían sobrepeso o eran obesos. Más de dos tercios de quienes fueron ingresados en cuidados intensivos por covid-19 y murieron tenían más de 60 años.

Desafíos

Sin embargo, esto no explica por qué tanta gente infectada es asintomática o tiene síntomas leves, mientras que otros se enferman gravemente en un lapso de tiempo breve. Muchos médicos creen es muy posible que la genética sea uno de los factores en algunos pacientes que se enferman gravemente con covid-19, pero no pueden asegurarlo. Es posible, por ejemplo, que la variación genética que te hace más susceptible a tener la presión alta o diabetes también te haga más vulnerable ante virus".

Por el momento, hay tantas preguntas como respuestas. Barbara Miles dice que lidear con el covid 19 le ha supuesto el aprendizaje más grande de su carrera. "Nos gustaría saber más sobre cómo tratar y prevenir los coágulos de sangre en estos pacientes, cuál es el tratamiento para evitarlos y cuál  y cual el tratamiento óptimo cuando se producen", dice. Acertar con la combinación de fármacos es crucial, ya que al tratar de resolver un problema muchas veces se crean otros. Pero otro de los grandes desafíos clínicos es cómo mejorar los resultados en los pacientes ingresados en cuidados intensivos. 

 

"Hemos aprendido un montón y el trabajo en equipo ha sido increíble, pero ha sido difícil", confiesa Anthony Gordon, quien tiene más de 20 años de experiencia en la UCI. "A veces he regresado a casa pensando: 'No sé si lo que hice hoy fue lo correcto'". "Estamos teniendo que aprender en pocos meses lo que hemos aprendido a lo largo de cientos de años sobre otras enfermedades, y eso ha sido un verdadero desafío".