martes, 12 de mayo de 2020

El misterio de la baja letalidad del coronavirus en Rusia

En uno de los tres países con más contagios del mundo crecen las voces que dudan de las cifras oficiales de fallecidos. Las autoridades defienden que su gestión evitó muchos casos graves

Los pocos días que estuvo en planta en el Hospital de Infecciosos Número 2 de Moscú, Valentina Zúbareva, siguió impartiendo sus clases de Gestión Financiera por Internet. El 16 de marzo, tres días después de su ingreso, la mujer, de 79 años, fue trasladada a cuidados intensivos. El 19, el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, anunció que esta profesora de la Universidad de Petróleo y Gas era la primera persona fallecida por coronavirus de Rusia. Un par de horas después, el operativo de control del virus de la región salió al paso para recalcar que la covid-19 no fue la causa de la muerte de Zúbareva, que tenía diabetes y una cardiopatía, sino un trombo. Y el alcalde se desdijo.

Con 232.243 infectados de coronavirus confirmados, el segundo número más alto de casos en el mundo, justo por delante de España, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins, Rusia tiene una de las tasas de letalidad más bajas: 0,91%. En todo el país, con 145 millones de habitantes, han fallecido 2.116 personas. Las autoridades aseguran que el temprano cierre de las fronteras y la cuarentena obligatoria a todo el que llegaba de fuera, ya desde principios de marzo, ha jugado un papel determinante para luchar contra la gravedad del virus. Sin embargo, los casos se siguen incrementando de forma rápida —unos 11.000 nuevos al día, al mismo ritmo que aumentan los expertos y activistas que cuestionan las cifras oficiales de mortalidad.

El caso de Zúbareva puede arrojar algo de luz sobre los datos. El protocolo del Ministerio de Sanidad ruso —que registra los fallecidos que le transmiten las regiones— marca que al formular un diagnóstico patológico se debe diferenciar entre la muerte por la covid-19 “cuando esta sea la enfermedad principal (la causa original de la muerte)” y el fallecimiento por otras enfermedades cuando la covid-19 esté presente (y diagnosticada con métodos analíticos), pero “sin morfología clínica, que podría causar la muerte”. Una línea de actuación que también mantienen otros países. Sanidad eludió aclarar a este diario, sin embargo, cómo se computan las muertes, así como los datos por grupos de edad y género, pese a las constantes peticiones oficiales.

Una clave podría ser la edad de la población: en Rusia hay menos población anciana que en países como España o Italia (la esperanza de vida del país euroasiático es 11 años menor que la de esos dos países). El ministro de Sanidad ruso, Mijaíl Murashko, ha defendido que las medidas de confinamiento han ayudado a que la mortalidad sea baja. También ha sugerido que puede tener que ver con la vacuna BCG (Bacillus Calmette-Guérin) contra la tuberculosis, que Rusia y otros países del Este mantienen en sus calendarios vacunales. Aunque Murashko no presentó evidencias ni aclaró si Rusia está estudiando la relación de la BCB, como sí hacen ya grupos de investigadores de España, EE UU, Alemania o Australia. “La OMS cree que no hay evidencia de que la BCG o la vacuna oral contra la poliomielitis protejan a las personas de la infección que causa el virus que provoca la covid-19”, señala por mail la representante de la Organización Mundial de la Salud en Rusia Melita Vujnovic. La experta no analiza a fondo los datos de fallecidos de Rusia, pero señala que las medidas que ha adoptado están “en línea” con las recomendaciones de esta agencia de la ONU.

En cambio, el demógrafo Alexéi Raksha cree que la cifra “real” de fallecidos por covid-19 es al menos cinco veces mayor que la oficial. “El número de muertos ahora está subestimado, y no se están haciendo apenas análisis post-morten”, sostiene el experto, que lleva desde el principio de la pandemia analizando los datos. Raksha apunta que la verdadera imagen —o al menos una más completa— solo se conocerá el año que viene, cuando la agencia de estadísticas rusa (Rostat) publique sus datos de fallecimientos generales y puedan analizarse los picos, igual que podría pasar en países como España, donde podrían aflorar más casos.

Mientras tanto, la información parcial ya publicada está contribuyendo a agrietar aún más la solidez de los datos oficiales. Solo en el mes de abril, Moscú ha registrado 1.700 muertes más que el promedio del mismo mes en los últimos cinco años, según su registro civil. El mes pasado, los muertos recogidos en las estadísticas de coronavirus en Moscú fueron 642. En la segunda mayor ciudad de Rusia, San Petersburgo, se emitieron 5.303 actas de defunción, lo que representa 232 muertes más que el promedio histórico de los cinco años anteriores, pero oficialmente solo 29 personas han fallecido por coronavirus.

Además, la mortalidad de al menos ocho regiones rusas se incrementó un 10% en marzo con respecto al mismo periodo de 2019, pese a que los expertos señalan que el parón de actividad por el confinamiento puede haber reducido también accidentes de tráfico e industriales. En las provincias de Sverdlovsk se han contabilizado 5.111 muertos por todas las causas, en Lípetsk 1.465, en Kemérovo 3.294, en Leningrado 2.065, en Oriol 939, en Janty Mansiysk 911, en Zabaikalie 1.245 y en Ulyánovsk 1.497, lo que supone el número de fallecidos más alto de los últimos cinco años, según las cifras de la agencia estatal de estadísticas (Rosstat). Sin embargo, ninguna de estas regiones supera los 10 fallecidos oficiales por coronavirus, a fecha actual. La propia Sverdlovsk, una de las zonas con más infectados de todo el país, solo registra 10 muertes por el virus. Aunque también hay regiones, como Kaliningrado o Volgogrado, en la que los muertos generales han decrecido entre un 9% y un 7%.

Sanitarios sin indemnización

En marzo, cuando las cifras oficiales ya empezaban a mostrar una gran presión asistencial, la enfermera infantil Yelena Nikonórova fue destinada al hospital central de Belebéi, en la región de Baskortostán, en los Urales. Allí empezó a trabajar en la zona roja de tratamiento del coronavirus. El 3 de abril fue hospitalizada por primera vez por la covid-19. Murió el 27. Tenía 56 años. En su partida de defunción consta que Nikonórova falleció por neumonía y que padecía covid-19. Sin embargo, las autoridades regionales anunciaron que su muerte no tenía que ver con el coronavirus, sino que estaba relacionada con la diabetes que sufría. “La enterraron en un féretro cerrado, sin que sus parientes pudiéramos darle el último adiós”, se lamenta por teléfono su hermana, Nadezhda Fominá.

Un decreto presidencial marca que las familias del personal sanitario fallecido por la covid-19 deben recibir 2,7 millones de rublos (algo menos de 34.000 euros) como indemnización. Pero Nikonórova no está en las estadísticas oficiales de fallecidos por el coronavirus. “Están ocultando la causa de la muerte porque quieren ocultar sus propios errores. No es una cuestión de dinero sino de que haya una investigación justa”, critica su hermana. Tras la polémica local, las autoridades afirman que la partida de defunción es “provisional”, aunque en el documento consta que es “definitiva”.

El caso de la enfermera de Baskortostán es uno de los recogidos en un listado no oficial de sanitarios fallecidos por la covid-19 que un grupo de médicos y profesores está elaborando ante el silencio de la Administración. Las autoridades rusas no recogen de manera oficial y sistemática las cifras de profesionales de la salud contagiados o fallecidos por el coronavirus. En el triste listado hay otros 154 nombres, explica el cardiólogo Alexéi Erlij, uno de los precursores de la iniciativa, que recibe información de todos los puntos de Rusia. Son el 7,35% de los fallecidos.

“No quiero hacer analogías con los tiempos de guerra, pero cuando un país afronta un conflicto hay que saber cuántos militares y cuántos civiles han muerto. En este caso, los sanitarios están en primera línea, como los militares, hay que saber cuántos cayeron y cuántos hay en la reserva”, señala Erlij, que desconfía profundamente de las estadísticas oficiales de fallecidos por la covid-19. “Voluntaria o involuntariamente muchas muertes por coronavirus no pasan a engrosar las cifras oficiales. Se puede no diagnosticar el virus pese a que todos los síntomas están presentes. Así es la lógica de ciertos dirigentes que puede influir en los datos. O simplemente están acostumbrados a mentir”, señala. En Rusia, cuatro gobernadores han caído durante la epidemia de coronavirus, después de que sus regiones saltasen a los titulares por grandes brotes de infectados. Nadie quiere estar bajo el foco y con una gestión tan descentralizada y opaca eso puede estar afectando —incluso involuntariamente— a las cifras.

Seis millones de test

Otros expertos, como Viktor Maléyev, vinculado a Rospotrebnadzor, la agencia estatal que vigila los derechos del consumidor y el bienestar y responsable de contabilizar los infectados de todo el país, cree que la tasa de mortalidad de Rusia es más baja porque se han detectado muchos más casos. Según las autoridades, casi seis millones de rusos se han hecho test de coronavirus. “Debido a las pruebas masivas de la población y la identificación de infectados principalmente asintomáticos, el numero relativo de fallecidos es menor que en otros países”, señala por correo electrónico Maléyev.

También la viceprimera ministra Tatiana Gólikova resalta la gestión rusa de la crisis sanitaria y afirma que las cifra de fallecidos es “7,6 veces menor que en el resto del mundo”. “Nunca manipulamos datos estadísticos oficiales”, ha dicho este martes en una conferencia, tras las informaciones que cuestionan los números rusos. El Kremlin aprobó una ley que criminaliza las informaciones falsas sobre coronavirus. Una medida que, según denuncian los activistas, se está también empleando para silenciar el debate en los medios independientes sobre la transparencia en la crisis sanitaria.

Mientras tanto, los sanitarios se quejan de la falta de material de protección para tratar a los pacientes de la covid-19 y de medios adecuados para tratar a los pacientes, como ocurrió en países como España. Rusia tiene una de las cifras más altas de respiradores por habitante, pero muchos de ellos están inutilizables y se han quedado anticuados, asegura Anastasía Vasilieva, líder de la Alianza de los médicos, una organización vinculada al opositor Alexéi Navalni.

Como en otros lugares, la presión de los sanitarios que trabajan con el coronavirus es enorme, remarca. En las últimas semanas, tres médicos de distintos centros rusos han fallecido tras precipitarse por la ventana de sus hospitales. Dos de ellos habían hablado abiertamente de las malas condiciones de sus lugares de trabajo. Los casos están bajo investigación, aunque muchas voces dentro de la profesión creen que la desesperación le llevó a acabar con su vida en una situación límite.


El Ministerio de Salud informa al día 12 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 12 de mayo se cumple el quincuagésimo séptimo 
día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
Muestras totales: 532,169
- Casos positivos: 72,059 (22,735 PCR (+), 49,324 Rápida (+))
Internados en hospitales: 6,862
- Hospitalizados en UCI: 797
Pacientes con Alta Médica: 2,906
- Fallecidos: 2,057
- Letalidad: 2.85 %



lunes, 11 de mayo de 2020

Coronavirus en Wuhan: la ciudad china registra un nuevo foco de coronavirus tras haber levantado el confinamiento de su población

En la ciudad china de Wuhan -donde el coronavirus surgió por primera a fines del año pasado- se ha detectado un nuevo foco de la enfermedad.

 

Wuhan reportó este lunes cinco nuevos casos de covid-19, después de confirmar el domingo la primera infección desde el 3 de abril. Las autoridades indicaron que el pequeño foco de nuevos casos se dio en un mismo complejo residencial.

 

En las últimas semanas China ha relajado las restricciones impuestas a la población para controlar la propagación del virus y los casos habían estado disminuyendo. Expertos y funcionarios de la salud han advertido que a medida que los distintos países emerjan de las estrictas medidas de confinamiento adoptadas y la gente empiece a moverse con mayor libertad, es probable que aumenten las infecciones.

El pequeño foco en Wuhan es el primero que surge desde el fin del estricto confinamiento de la ciudad el 8 de abril.

Uno de los cinco casos reportados el lunes corresponde a la esposa de un hombre de 89 años cuya infección fue la primera confirmada en la ciudad en más de un mes este domingo.

El resto de casos habían sido clasificados anteriormente como asintomáticos, lo que quiere decir que habían dado positivo, pero no manifestaban señales clínicas como tos o fiebre.

Esas personas pueden trasmitir el virus, aunque no esté enfermas, pero China no cuenta los casos asintomáticos en su registro oficial de infecciones confirmadas hasta que no manifiestan síntomas.

Cientos de casos asintomáticos están siendo monitoreados por las autoridades de la salud en Wuhan.

Entretanto, durante el fin de semana, en la ciudad de Shulan, en la provincia de Jilin, cerca de las fronteras con Rusia y Corea del Norte, se reportaron 11 nuevos casos.

¿Qué está pasando en la provincia de Wuhan?

Los medios estatales chinos informaron que 11 casos de transmisión interna fueron registrados en Shulan el sábado.

Un día después, la ciudad declaró ley marcial y entró en cuarentena, con el gobierno ordenando el cierre temporal de todos los establecimientos públicos, según informó el diario Global Times.

Shulan ha sido elevada a nivel de alto riesgo, la única ciudad del país con esa designación.

A todos los residentes se les ha ordenado que se queden en casa y sólo un miembro de cada hogar puede salir cada día a comprar productos esenciales.

Todo el transporte público se ha suspendido y no se les permite a los taxis salir de la ciudad.

Las medidas suceden después de que China hubiese declarado la semana pasada que todas las regiones del país habían sido designadas como de bajo riesgo.

La vecina ciudad de Jilin también fue elevada de bajo a mediano riesgo después de que se detectaran dos nuevos casos -y ahora se teme que toda la provincia podría estar en peligro.

Otras ciudades de la provincia se encuentran en estado elevado de alerta. La cercana ciudad de Changchun y el condado Dongfeng advierten que toda persona regresando de Shulan deberá entrar en cuarentena por 14 días. Los servicios ferroviarios a varias de las ciudades también fueron suspendidos.

La aledaña provincia de Liaoning reportó un nuevo caso el domingo -una persona de 23 años que recientemente había llegado de Jilin.

¿Qué generó las nuevas infecciones en Shulan?

Todas las infecciones fueron vinculadas a una mujer lavandera de 45 años que trabaja en una oficina de seguridad pública. Ella luego infectó a su esposo, tres hermanas y otros miembros de la familia.

Sin embargo, no se sabe cómo la mujer llegó a infectarse. Los informes indican que no había viajado por fuera de la provincia y no se conoce de ningún contacto con alguien de quien se sabe estuvo expuesto al virus. Un total de 276 de sus contactos cercanos han sido puestos en cuarentena, dijo el diario China Daily.

Pero es posible que la localización geográfica de la provincia haya jugado un papel pues colinda con Corea del Norte y Rusia. En las últimas semanas, la fronteriza provincia de Heilongjiang ha visto un auge en el número de casos importados, principalmente de ciudadanos chinos regresando de Rusia.

Igualmente, ocho personas que retornaron de Rusia a Shulan entre el 8 y 30 de abril dieron positivo en la prueba para el virus, según un funcionario del gobierno local. Unas 300 persona más que regresaron en ese lapso de tiempo fueron puestas en cuarentena. El secretario del Comité Provincial de Jilin expresó que la ciudad rastreará todo contacto cercano, toda persona sospechosa y toda pista, añadiendo que los movimientos de cada persona infectada serían rastreados para intentar dar con la fuente.

 

¿Qué pasa en otras partes de China?

China ha visto una caída en el número de casos durante semanas y ha estado relajando gradualmente las restricciones. Algunas personas han regresado al trabajo, unas escuelas han reabierto y, el lunes, el parque Disneyland en Shanghái recibió al público por primera vez en tres meses y medio.

Pero este lunes, también, China reportó 17 nuevos casos a nivel nacional -el registro diario más alto desde el 28 de abril- llevando el total de casos a 82.918, como un número de muertos de 4.633. A medida de más partes de Europa y Estados Unidos empiezan a relajar las restricciones, los gobiernos y expertos de la salud han advertido que la pandemia está lejos de acabar


El Ministerio de Salud informa al día 11 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 11 de mayo se cumple el quincuagésimo séptimo 
día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
Muestras totales: 512,869
- Casos positivos: 68,822 (22,036 PCR (+), 46,786 Rápida (+))
Internados en hospitales: 6,648
- Hospitalizados en UCI: 785
Pacientes con Alta Médica: 2,814
- Fallecidos: 1,961
- Letalidad: 2.85 %





Coronavirus: qué es la "contención inteligente" y cuál es la pieza clave que falta en el rompecabezas para combatir la pandemia


Tan importante como la decisión de imponer una cuarentena para mitigar la velocidad del contagio, es la decisión de cuándo y cómo levantarla.

En países de Europa y algunas partes de Estados Unidos se han comenzado a levantar parcialmente algunas de las medidas de confinamiento con el objetivo de retomar la actividad económica.

América Latina también está evaluando cómo manejar las restricciones de circulación, aunque su posición es mucho más vulnerable: el número de contagios aumentará en las próximas semanas, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La gente necesita salir a trabajar para alimentar a sus familias y las empresas tienen que vender para no irse a la quiebra, pero el riesgo de abrir las puertas es que el número de víctimas se dispare.

¿Cuál es la mejor manera de proteger vidas y empleos?, ¿cómo calcular el costo humano y económico de la pandemia para definir una estrategia?

Justamente en eso han estado trabajando epidemiólogos y economistas que desarrollan complejos modelos matemáticos para iluminar el camino de quienes finalmente tendrán que tomar una decisión política.

Sergio Rebelo es uno de ellos.

Profesor de Finanzas Internacionales de la Universidad Northwestern, Estados Unidos, es una de las mentes detrás de este tipo de análisis.

Miembro de la Sociedad de Econometría, de la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés) y del Centro de Investigación de Política Económica, Rebelo y su equipo desarrollaron un modelo para determinar el costo-efectividad de los confinamientos, medidos en dólares y vidas humanas.

Su propuesta es hacer "confinamientos inteligentes" para enfrentar la pandemia, pero advierte que en Estados Unidos los expertos aún están a ciegas porque no tienen toda la información necesaria. Este es un resumen de la entrevista de BBC Mundo con Rebelo, editada por razones de claridad y concisión.

¿Qué nos dice el modelo híbrido en el que ha estado trabajando, donde integra elementos epidemiológicos y macroeconómicos?

Si asumimos que no está disponible un tratamiento o una vacuna, el modelo dice que hay que aumentar gradualmente los confinamientos y luego disminuirlos a medida que decrecen las infecciones.

En este punto hay una cosa importante de entender. El confinamiento no provoca la recesión, la profundiza. La recesión la vas a tener de todos modos.

Si las restricciones de circulación profundizan la recesión económica, pero al mismo tiempo evitan un alza repentina de contagios y muertes, ¿cuál es la mejor manera de enfrentar el problema?

Una manera de enfrentar la situación es la imposición directa de confinamientos o cuarentenas.

Pero una mejor manera de abordar el asunto es aplicar alguna forma de contención inteligente que requiere una gran capacidad para realizar pruebas. El desafío es que no tenemos aún la capacidad para hacer las pruebas suficientes.

Una contención inteligente implica definir cuánta gente ha desarrollado inmunidad frente al virus. Esa es una pieza clave del rompecabezas.

Necesitamos saber qué tan cerca estamos de desarrollar inmunidad de grupo para poder abrir la economía de una manera segura.

Entonces aumentando la capacidad de hacer pruebas puedes hacer una contención inteligente.

¿Qué le parece la manera en que la crisis se ha manejado en Estados Unidos?

No tenemos muchas maneras de poner en práctica el confinamiento inteligente. En muchos casos estamos volando a ciegas porque no sabemos realmente cuánta gente está infectada, cuántos se han recuperado, cuántos han desarrollado inmunidad, ni por cuánto tiempo durará esa inmunidad.

Para responder esas preguntas necesitamos un tamaño considerable de pruebas aleatorias y no hemos logrado esa capacidad.


Varias ciudades han comenzado a levantar gradualmente las medidas de confinamiento. ¿Es una estrategia adecuada?

Uno de los temas importantes es que no sabemos cuál es la tasa de mortalidad del virus.

El gran problema es que mucha gente muere por el virus, pero no queda registrada.

Por otro lado, el número de infectados se ha medido muy mal. Y esto ocurre porque mucha gente es asintomática.

¿Y cómo pueden las autoridades tomar una decisión sobre imponer o levantar una cuarentena si hay muy poca información confiable disponible?

Lo primero es prepararse para conseguir esa información. Pero si no es posible, hay que moverse gradualmente. Si la tasa oficial de contagiados y víctimas fatales no es tan grande, puedes comenzar a abrir de a poco.

Pero esto es solo una manera de ganar tiempo hasta tener una vacuna o un tratamiento efectivo. El problema es que, si abres muy rápido, puedes enfrentar un resurgimiento de la infección.

¿Entonces vamos a ver en el futuro ciclos repetitivos de apertura y cierre de los confinamientos?

Espero que avancemos hacia la contención inteligente.

¿Dónde se ha puesto en práctica la estrategia de contención inteligente que usted menciona?

En Asia principalmente. En 2003 tuvieron el SARS y después el MERS. Gracias a esas experiencias estaban mejor preparados.

Una de las principales dificultades que vamos a tener en Occidente para controlar el virus es que no hemos actuado a tiempo.

En Estados Unidos, por ejemplo, en los primeros meses hubo mucha indecisión, no nos preparamos como podríamos haberlo hecho.

¿Y qué países lo hicieron bien?

Lo hicieron bien Corea del Sur, Taiwán, Singapur. Ellos reaccionaron muy temprano haciendo cosas simples como tomarles la temperatura a las personas y luego poner a los contagiados en cuarentena.

Se puede prevenir el alza de infecciones, pero hay que hacerlo al inicio. Tienes que actuar rápido y tener un sistema nacional para implementar esta estrategia de contención inteligente.

¿Qué piensa de la estrategia que aplicó Suecia, donde se implementaron mínimas medidas de distancia social en comparación a otros países y los confinamientos han sido muy selectivos?

Suecia es un caso interesante. Una de las cosas que es realmente importante en relación a la tasa de mortalidad es la distribución de la edad de la población.

Si tienes una gran cantidad de gente joven, la tasa de mortalidad es menor. Esa ha sido la gran diferencia entre Italia y Corea del Sur. En Italia hay mucha gente mayor y por eso la tasa de mortalidad fue devastadora.

El otro tema es la cantidad de interacciones entre las personas. En Suecia hay menos contacto entre las personas, en comparación a las casas donde viven varias generaciones, como en Italia o América Latina.

Que vivan abuelos, padres e hijos en el mismo lugar es algo mucho menos común en Suecia.

Eso es clave y puede haberlos ayudado. Ellos implementaron medidas de distancia social al inicio y su experiencia ha sido interesante.

Pero ellos no cerraron la economía como en otros países...

Eso muestra nuestro modelo. En Suecia no cerraron la economía, pero de todos modos tendrán una recesión.

De todos modos, la gente va menos a restaurantes, compra menos, viaja menos. Eso pasa por el efecto de las precauciones que toma la gente, y eso se puede ver en la economía sueca.

Ellos no necesitaron implementar medidas draconianas que otros países han tenido que implementar porque llegaron tarde al juego.

¿Qué pueden hacer ahora los países que llegaron tarde al juego?

Cuando llegas tarde, tienes que desarrollar una enorme capacidad para realizar pruebas y rastrear a las personas que estuvieron en contacto con los contagiados.

No puedes cerrar la economía por un año o un año y medio hasta que en teoría la epidemia se acabe, porque el sufrimiento económico sería enorme.

¿Y si no puedes desarrollar esa capacidad para hacer pruebas porque no tienes los recursos?

En ese caso la única manera de salir del problema es logrando la inmunidad de grupo, la inmunidad de un número importante de personas en una población.

¿Cuál es el riesgo de no hacer nada a nivel de políticas públicas?

Es la lucha entre la economía y la tasa de muerte. Todavía no sabemos la tasa de mortalidad de este virus, pero si no se hace nada habrá un número considerable de muertes.

Es razonable pensar que esas muertes ocurrirán en un período muy corto de tiempo, eso es lo que este modelo predice.

Los hospitales se ven saturados y no solo aumentan las muertes relacionadas con el virus sino también las muertes relacionadas con otras enfermedades que no pudieron ser tratadas. Hay que mirar ese daño colateral.


¿Se podría aplicar en América Latina este modelo que ustedes han desarrollado en Estados Unidos?

Habría que adaptar el modelo. La buena noticia en Latinoamérica es que la población es bastante joven.

Aunque, por otro lado, la calidad de los sistemas de salud no es la misma que existe en Estados Unidos. Y hay gente cuya salud está más comprometida porque vive en condiciones de pobreza y entonces es más probable que se infecte. Eso también debe ser considerado.

Lo primero que debes adaptar es la tasa de mortalidad en relación a la estructura de edad de la población. Y luego revisar los supuestos que vas a utilizar.





domingo, 10 de mayo de 2020

El Ministerio de Salud informa al día 10 de Mayo la situación de afectados debido al efecto del COVID - 19.

De acuerdo al informe presentado por el Ministerio de Salud, hoy 10 de mayo se cumple el quincuagésimo sexto día de emergencia nacional para frenar el contagio del coronavirus; la estadística desde que se anunciara el primer caso de COVID -19, a la fecha es la siguiente:
Muestras totales: 504,930
- Casos positivos: 67,307 (21,310 PCR (+), 45,997 Rápida (+))
Internados en hospitales: 6,601
- Hospitalizados en UCI: 774
Pacientes con Alta Médica: 2,746
- Fallecidos: 1,889
- Letalidad: 2.81 %