domingo, 22 de diciembre de 2013

DEFENSOR DE LA NATURALEZA. DEFENSOR DE LOS MÁS DESAMPARADOS. CHICO MENDES FUE ASESINADO

Hoy, 22 de Diciembre, se cumplen 25 años desde el trágico asesinato que dejó sin vida al ambientalista brasileño Chico Mendes.

Ya desde su niñez Chico vivió de cerca la progresiva destrucción de la selva, la expulsión forzosa de sus habitantes y la explotación laboral de las comunidades más desfavorecidas. Su defensa del Medio Ambiente y los Derechos Humanos, le hizo ganarse la enemistad de aquellos que amasaban grandes fortunas a costa de la deforestación de la Amazonía y la explotación de los recolectores del caucho; muchos de ellos niños.

Aunque la destrucción de la selva amazónica tuvo su origen con anterioridad todo comenzó en 1965. Cuando el gobierno brasileño puso en marcha un programa de expropiación de tierras, que sirvió para que los grandes terratenientes se adueñaran de seis millones de hectáreas en la región de Acre. No importó si los territorios pertenecían a las comunidades indígenas o si estaban habitados desde hacía décadas por familias de recolectores. Con total impunidad usaron métodos muy violentos para amedrentar a los verdaderos propietarios, especialmente contra aquellos que mostraron resistencia. Mataron su ganado, quemaron sus casas, violaron a sus mujeres e hijas y en muchos casos asesinaron a quien se oponía a la expropiación forzosa. Una vez adueñados de los grandes latifundios, los poderosos terratenientes de Acre tuvieron vía libre para deforestar la zona a su antojo. Usaron mano de obra infantil de las comunidades más pobres de la zona para trabajar en la recolección del caucho bajo condiciones infrahumanas.

Diez años después del inicio de la expropiación el resultado ya era devastador. Aumentó considerablemente la pobreza y los casos de suicidio o la exclusión social de los trabajadores del caucho, frente a unos pocos latifundistas de cada vez más ricos. Gigantescas extensiones de terreno quedaron arrasadas: 180.000 árboles de caucho y 80.000 castaños fueron quemados o talados. Para la quema de los bosques, los terratenientes no dudaron en utilizar Napalm que trajo numerosas enfermedades a los trabajadores del caucho y sus familias. La deforestación y erosión del suelo hizo que aparecieron grandes nubes de mosquitos que multiplicaron los casos de malaria y otras enfermedades letales. Se disparó la mortalidad infantil en la zona.

Aunque las pocas opciones de protesta eran duramente reprimidas, surgieron algunos líderes que denunciaron la destrucción de la selva y la explotación de los trabajadores. Tal es el caso de Chico Mendes, quien comenzó a trabajar a los 9 años en la recolección de caucho. Sin poder ir a la escuela o llevar la vida que debería tener cualquier niño del mundo. Aprendió a leer con 24 años, en una incansable lucha por alzar la voz y defender los derechos más básicos de los trabajadores del caucho y la selva amazónica.

A medida que iba recibiendo premios y reconocimiento internacional en los ámbitos del Medio Ambiente y los Derechos Humanos, iba creciendo el odio hacia él y su causa en Brasil por parte de los terratenientes de Acre. Ya habían formado escuadrones de la muerte que asesinaban impunemente líderes o activistas de la región y comenzaron las amenazas. Chico nunca utilizó métodos violentos aunque sus enemigos sí. Temía que le mataran y así lo llegó a confesar antes de su muerte, pero no podía dejar de defender los abusos contra la selva y sus trabajadores. La policía estaba del lado de los destructores de la Amazonía, una minoría muy poderosa, e ignoraba a los defensores del pulmón del mundo. Un hecho desagraciadamente habitual en muchas regiones que algunos valientes como Chico se atrevieron a denunciar.

El 22 de de diciembre de 1988, Francisco Alves Mendes fue asesinado en la puerta de su casa a pocos metros de su mujer e hijos. Este trágico hecho pudo ser conocido en todo el mundo gracias a la gran presión internacional de numerosas entidades sindicales, religiosas, ambientalistas y defensoras de los Derechos Humanos. La presión hizo que por primera vez un crimen así no quedara impune y se capturara y juzgara a los dos culpables que fueron encarcelados. Los asesinos, dos poderosos terratenientes enriquecidos con la destrucción de la selva y la explotación de trabajadores del caucho, habían salido ya impunes de otros asesinatos. Aunque la repercusión mediática y la presión del 'Comité Chico Mendes' hizo que al menos esta vez la policía actuara. Curiosamente pudieron escapar de la cárcel 2 años después... hizo falta más presión internacional para que tres años después fueran nuevamente capturados.

Muchas otras personas también fueron asesinadas por defender la selva pasando rápidamente al olvido. Personas anónimas, valientes y comprometidas con un mundo más justo. Personas que engrosaron la lista de 'los nadies': aquellos cuya vida vale menos que la bala que los mata. Todos ellos, al igual que Chico Mendes, descansen en Paz.

No hay comentarios: