Queramos reconocerlo o no, y aunque pueda parecer una opinión catastrófica, lo cierto es que el planeta se encuentra en una encrucijada. No lo dicen solamente los ecologistas, sino también importantes investigadores, científicos, pensadores, responsables sociales e incluso altos mandatarios políticos.
Sabemos que es fácil y con frecuencia inútil, caer en la interminable enumeración de problemas y catástrofes ambientales que soporta nuestro Planeta. Describir calamidades no es agradable, ni para el que las cuenta, ni para el que las escucha, pero únicamente la información y la concientización puede corregir situaciones equivocadas y mitigar sus consecuencias.
Teniendo en cuenta que en la actualidad las nacionalidades están dejando de ser una moda, debemos entender que lo más apropiado es hablar de americanos en el sentido global de la palabra, ya que nadie puede negar que el ambiente o el equilibrio ambiental se a transformado en una preocupación fundamental. Cualquiera de los se encuentran desempeñando una tarea laboral concreta o operativa, es un responsable del cambio global en lo que respecta al ambiente.
Los poderes del hombre se han hecho extraordinarios, fruto de una evolución cultural que le ha proporcionado conquistas en el campo de la técnica, adelantos en medicina y progresos obtenidos en diferentes sectores, haciendo al hombre cada vez más independiente de su ambiente, de esta forma invirtiendo la relación: ya no es el hombre el que se adapta a su entorno, sino el entorno el que se adapta a sus necesidades.
El ambiente y el estilo de vida tanto como la situación política, social y económica son determinantes de la situación sanitaria y la sensación de bienestar de cada persona: un ambiente sano en cada hogar y en cada comunidad es una necesidad básica e inherente a la dignidad humana.
La salud y el ambiente son un prerrequisito para el desarrollo sustentable. Sin embargo, un problema real en el desarrollo sustentable respecto a salud es que mucha gente piensa que la salud ambiental es competencia del sector salud cuando la realidad es que se trata de un asunto multidisciplinario que compete a todo el mundo. El sector salud no podrá enfrentar los problemas de salud ambiental por sí mismo.
La salud ambiental es aquella parte de las ciencias ambientales que se ocupa de los riesgos y efectos que para la salud humana representan el medio que habita y donde trabaja, los cambios naturales o artificiales que ese lugar manifiesta y la contaminación producida por el mismo hombre a ese medio.
El proceso de industrialización por sustitución de importaciones, que se aceleró en América desde el siglo XX, es uno de los principales desencadenantes de la actual crisis del ambiente. El desarrollo macrocéfalico de las grandes ciudades provocó graves problemas de vivienda, transporte, luz, comunicaciones y agua. La industrialización y la urbanización masiva provocaron un elevadísimo consumo de energía. Las nuevas pautas del consumismo aceleraron el gasto energético, promoviendo la adquisición de los más variados y superfluos artefactos eléctricos.
El acelerado proceso de urbanización trajo consigo un gran número de enfermedades, originadas por el desempleo, la vivienda precaria, la congestión vial, la contaminación atmosférica, la acumulación creciente de desechos domésticos e industriales, entre otros. También se producen y fomentan estilos de vida negativos para la salud, como el consumo de tabaco, el sedentarismo y la sobre utilización del transporte del automóvil. Se establece así una relación que reafirma la concepción integral y moderna que plantea la salud ambiental, lo cual sugiere que un entorno saludable sustenta y mantiene un modo de vida saludable y viceversa.
En el área de saneamiento básico se deben contemplar aquellas actividades relacionadas con el mejoramiento de las condiciones básicas que afectan a la salud, o sea, el abastecimiento de agua, disposición de excretas, residuos sólidos, vivienda y control de la fauna nociva. Entre los componentes operativos del saneamiento básico se deben tener en cuenta: agua potable, alcantarillado; disposición de excretas en el medio rural, aseo urbano, mejoramiento de la vivienda, protección de los alimentos, control de fauna nociva y control de zoonosis.
Mientras que en el área de calidad ambiental hay que basarlo en la caracterización del impacto del desarrollo, como la contaminación ambiental, y su efecto sobre la salud pública. Los componentes operativos de calidad ambiental, refieren a siete rubros que involucran desafíos globales para la salud y el ambiente; alimentación y agricultura; agua; industria; asentamientos humanos y urbanización; y problemas transfronterizos e internacionales
Los principales factores que atentan contra la salud ambiental son:
-Microbios, insectos y animales.
-Contaminación ambiental.
-Desordenes alimentarios.
-Adicciones (alcohol, tabaco, drogas).
-Exceso de actividad.
-Problemas sociales y económicos.
El impacto sobre la salud por el deterioro ambiental es a menudo tenue y se pone de manifiesto solo cuando al tratar de corregirlo no siempre es posible. Los resultados de la contaminación frecuentemente se conocen tan tardíamente, que solo unos pocos pueden establecer una relación entre la causa y el efecto.
La salud y el desarrollo tienen una relación directa. Tanto el desarrollo insuficiente que conduce a la pobreza como el desarrollo inadecuado que redunda en el consumo excesivo, combinados con el crecimiento de la población mundial, pueden motivar graves problemas de salud relacionados con el ambiente en los países desarrollados y en los países en desarrollo.
La salud de una comunidad esta directamente relacionada con factores que condicionan la relación entre salud y enfermedad, y la necesidad básica humana de un ambiente seguro, y uno que provea condicionantes idóneos de salud, y que se expresen en agua pura, alimento y techo adecuados.
Ocuparse de la salud ambiental implica buscar una significativa disminución de patologías asociadas a las deficiencias de las condiciones ambientales y de los servicios básicos a través de tareas que minimicen estos factores de riesgo para la salud de la población. Esto supone implementar políticas y planes de ordenamiento territorial que incorporen instrumentos para la gestión del riesgo; promover y vigilar la calidad del agua de consumo humano a los efectos de lograr una sensible disminución de la incidencia de las enfermedades de origen hídrico; impulsar la extensión de redes de distribución de agua potable; fomentar la extensión de redes cloacales y el tratamiento de las aguas servidas y excretas; contribuir a la aplicación de políticas saludables en relación con escuelas públicas y áreas carenciadas; propender al manejo sanitario integral mediante una adecuada gestión de los residuos sólidos y en particular de los patogénicos; promover la instrumentación de estrategias para la reducción de superficies sometidas a la erosión; incentivar medidas para la gestión y mitigación de los efectos de desastres.
Se podría organizar un proyecto de prevención, como por ejemplo una campaña de cuidado de la salud ambiental en la comunidad, a través de la elaboración de materiales para la comunicación: un folleto, un video, un programa de radio, mega-afiches con imágenes y consignas, una producción de graffiti, entre otras actividades. Si se ha planteado armar redes con la comunidad, hasta los niños y adolescentes pueden elaborar mensajes para difundir, instituyéndose en agentes de prevención. Siempre que se plantee el objetivo de realizar una campaña de prevención, es importante que previamente se analicen los mensajes de prevención que circulan: cuáles nos impactan y en qué sentido, cuáles nos permiten actuar y cuáles no, a quiénes están dirigidos. Luego se orientará la ponderación de estas alternativas, invitando a considerar su pertinencia, los pro y contra y la posibilidad de que las mismas sean sostenidas en el tiempo. Si no se tienen en cuenta cada una de estas actividades, no es conveniente embarcarse en una campaña, porque la tendencia será reproducir, tal vez con más crudeza, los mensajes que tratan de infundir miedo y angustia.
Abordar el problema de la salud ambiental en el municipio es una ocasión para hablar de lo que nos está pasando. Habilitar la escucha es estar dispuesto a respetar aquello que va más allá de lo que se espera oír. Es aceptar lo que es, aunque sea distinto de lo que conocemos o elegimos. Es necesario proponer promover la reflexión sobre la salud ambiental en la propia localidad, valorarla y proponer alternativas saludables. En el Municipio se debe entender que la misión se basa en la planificación, organización, control y evaluación de las actividades interdisciplinarias tendientes a preservar o mejorar la salud del individuo y del cuerpo social al que pertenece, mediante acciones específicas dirigidas al ambiente urbano y rural.
La Salud Ambiental constituye uno de los pilares fundamentales de la medicina para el Siglo XXI. La Salud Ambiental es mucho más que el saneamiento ambiental o la lucha contra la contaminación, es una supra-especialidad aceptada y reconocida por la Organización Mundial de la Salud y la Comunidad Científica Internacional.
Que el ambiente deteriorado enferma no es una novedad, pero sí representa un nuevo escenario. Antes la salud ambiental se vinculaba a condiciones puntuales como los efectos de la contaminación nuclear o ciertas profesiones peligrosas, y se creía que la ciencia resolvería cualquier problema. Ahora, el agujero de ozono, la gestión de residuos, la calidad del agua, y los riesgos ambientales que el ser humano todavía no sabe manejar, sumados a la pobreza y la marginación, brindan un panorama más complejo que afecta la salud pública.
La diversidad natural y social, aunado a la multidisciplinarida d de la salud ambiental, encara la búsqueda de acciones sistemáticas, por lo cual es imposible pretender que sea interpretación de una sola disciplina científica en particular. Por lo cual la problemática ambiental que actualmente es patente, demanda la incorporación de nuevas aptitudes profesionales, la eliminación de la subordinación de numerosas disciplinas a la racionalidad de una sola, y finalmente que la interdisciplina no es una sumatoria de capacidades sectoriales sino que debe entenderse como una activa interacción, alrededor de una situación concreta de salud ambiental.
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